DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

lunes, 29 de noviembre de 2010

II SIMPOSIO ALTIERO SPINELLI



Después del éxito de los 10 Días de la Democracia Global en Argentina queremos dar otro paso adelante en nuestro trabajo profundizando reflexiones sobre la integración regional. Para eso, la Cátedra Spinelli del CUIA y DG organizan conjuntamente el II Simposio Altiero Spinelli “La integración federal regional en un mundo globalizado” que se desarrollará el lunes 29 y el martes 30 de noviembre de 2010 en el Consorcio Universitario Italiano para la Argentina (CUIA) Libertad 1173 1ºA, Buenos Aires.

La transformación de una asamblea parlamentaria regional (el Parlasur, o Parlamento del Mercosur) en un verdadero parlamento y la crisis europea, que cuestiona el modelo de integración regional llevado adelante por la UE, serán el eje de las propuestas y las discusiones en los paneles. La presencia de dos parlamentarios europeos, del ex representante de Italia ante la Unión Europea y asistente personal de Spinelli durante años, y de su principal biógrafo, jerarquizarán los debates.

Me complazco pues en invitarlos seguro de la importancia de estas temáticas para el futuro de nuestro país y de Latinoamérica y les dejo el programa de actividades. Los espero...

II Simposio Altiero Spinelli
“La Integración Federal-Regional en un mundo globalizado”
Lunes 29 y Martes 30 de Noviembre de 2010
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
República Argentina

Programación de Actividades

Lunes 29 de noviembre de 2010

Lugar: Consorcio Universitario Italiano para la Argentina (CUIA). Libertad 1173 1º A.

De 9:30 a 10:00 hrs. Coffee break y Acreditaciones.

De 10:00 a 10:30 hrs. Inauguración de las Jornadas.
- Fernando A. Iglesias - Director de la Cátedra Altiero Spinelli del CUIA.
- Raimondo Cagiano de Azevedo - Director del CUIA.

De 10:30 a 12:30 hrs. Desde Spinelli a Lisboa: El camino de la Unión Europea.
- Pier Virgilio Dastoli - Ex Director de la Representación de Italia ante la Comisión
Europea.
- Piero Graglia - Profesor titular de Historia de la Integración europea en la Universidad de Milano y Biógrafo de Altiero Spinelli.
Moderador: Diego Santarelli (CUIA).

De 14:30 a 16:30 hrs. El rol del Parlamento Europeo frente a la crisis de la Unión
Europea.
- Gianluca Susta - Parlamentario Europeo - Grupo de la Alianza Progresista de
Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo.
- Jurgen Klute - Parlamentario Europeo. Grupo confederal de la izquierda Europea
Unida- Izquierda verde Nórdica
- Mariana Luna Pont – Universidad de Tres de Febrero.
Moderador: Fernando Iglesias - Director de la Cátedra Altiero Spinelli del CUIA.

De 17:00 a 18:00 hrs. Coffee-Break.

Lugar: Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires. Córdoba 2122, 2º piso.
De 18:00 a 19:30 hrs. Conferencia “De la Resistencia al fascismo a padre
fundador de la Unión Europea. Vida y obra de Altiero Spinelli”.
Sede de la Maestría en Procesos de Integración Regional-Mercosur.
- Piero Graglia. Profesor titular de Historia de la Integración Europea en la Universidad de Milano y Biógrafo de Altiero Spinelli.


Martes 30 de noviembre de 2010

Lugar: Sede del Consorcio Universitario Italiano para la Argentina (CUIA). Libertad 1173 1ºA.
De 9:30 a 10:00 hrs. Coffee-Break y Acreditaciones.

De 10:30 a 12:30 hrs. De la Asamblea Parlamentaria a un verdadero Parlasur
(Parlamento del MERCOSUR). Desafíos y Oportunidades.
- Pablo Iturralde - Diputado Nacional. Republica Oriental del Uruguay.
- Fernando A. Iglesias - Director de la Cátedra Altiero Spinelli del CUIA.
- Mercedes Botto - Investigadora adjunta del CONICET/ Programa de Instituciones
Económicas Internacionales de la FLACSO-Argentina.
- Jurgen Klute - Parlamentario Europeo. Grupo confederal de la izquierda Europea
Unida- Izquierda verde Nórdica.
Moderador: Maria Julia Arango - Coordinadora de la Cátedra Altiero Spinelli (CUIA).

De 14:30 a 16:30 hrs. La integración en un mundo globalizado. Entre el realismo
político y el federalismo integral.
- Pier Virgilio Dastoli - Ex Director de la Representación de Italia ante la Comisión
Europea.
- Piero Graglia - Profesor titular de Historia de la Integración europea en la Universidad de Milano y Biógrafo de Altiero Spinelli.
- Raimondo Cagiano de Azevedo - Director del CUIA.
Moderador: Lucrecia Vega Gramunt (CUIA).

De 17:00 a 18:00 hrs. Presentación de la Muestra “Linea 13: da Ventotene all’Europa”-
Mauro Vaccaro
Coffee-Break y entrega de certificados.

Lugar: Asociación Dante Alighieri. Rodríguez Peña 575.
De 19:00 a 20:30 hrs. Conferencia “De la Resistencia al fascismo a padre fundador de la Unión Europea. Vida y obra de Altiero Spinelli”.
- Piero Graglia - Profesor titular de Historia de la Integración europea en la Universidad de Milano y Biógrafo de Altiero Spinelli.

www.cuia.net – catedraspinelli@gmail.com

domingo, 28 de noviembre de 2010

PROGRAMAS DE TV


Hoy, domingo 28, a las 22.30, estaré en el programa "Las cosas claras" con Clara Marinio, por America 24. Los espero...

ACTIVIDAD PARLAMENTARIA - PUBLICIDAD OFICIAL

Les dejo la transcripción de mi discurso en el recinto en ocasión del debate por la ley de regulación de la publicidad oficial.

Sr. Iglesias.- Señor presidente: durante la vergonzosa sanción de la ley de medios del gobierno kirchnerista se nos dijo que no era necesario discutir demasiado ese proyecto porque venía de años y años de discusión en el terreno de la sociedad civil y que la Coalición por una Radiodifusión Democrática había sido suficientemente clara con respecto al modelo de medios que necesitaba un país democrático.

Esta afirmación otorgaba a esos foros, donde se había debatido el proyecto de ley de medios, un carácter que no tenían, el de deliberar en lugar de las Cámaras de Diputados y Senadores que es donde nos encontramos los representantes de un país que es todavía una República. Y en una República el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes.

Pero además de ser anticonstitucional y antirrepublicana, esa afirmación era claramente falsa. Tengo aquí, en mi poder, los veintiún puntos de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, cuyo punto 3 finaliza diciendo: “También estará prohibida por ley la asignación arbitraria o discriminatoria de publicidad oficial, créditos oficiales o prebendas.”

De manera que la afirmación del oficialismo de que la ley de medios kirchnerista cubría los 21 puntos de la Coalición por una Radiodifusión Democrática era falsa, como también lo eran muchas otras aseveraciones hechas entonces desde el oficialismo, que en esa ley de medios se encargó no sólo de atentar contra la seguridad jurídica de las empresas -con los plazos de desinversión arbitrarios- sino contra la seguridad jurídica de los trabajadores de esos mismos medios. Digo esto porque en una ley que tiene alrededor de 170 artículos, no hay uno solo sobre protección de los derechos de los trabajadores de las empresas obligadas a desinvertir en un solo año.

Sr. Iglesias.- Señora presidenta: venimos entonces a reparar este punto para que, como dice el punto 3 de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, esté prohibida por ley la asignación arbitraria y discriminatoria de publicidad oficial, créditos oficiales o prebendas.

En este sentido, hay muy poco para agregar a lo que es de público conocimiento. Cuando este gobierno asumió el poder en el año 2003, la pauta publicitaria era de entre 43 y 46 millones, según la fuente. En 2008, esto es, cinco años después, ascendía a 395 millones de pesos, con lo cual se había incrementado en un 754 por ciento.

Nos gustaría que los miembros de un gobierno que se dice nacional y popular nos dijeran cuáles son los salarios y las jubilaciones de la Argentina que en ese mismo período se hayan visto incrementados el 754 por ciento. Y no contentos con esto, de un año para otro esta cifra fue duplicada por el Gobierno: pasó de 395 millones en 2008 a 829 millones de pesos en 2009, con un incremento total de más del 1.500 por ciento respecto del monto original del año 2003.

Me gustaría saber cuáles son los argentinos, a excepción de algunos que bien conocemos, que han gozado de estos beneficios en un lapso tan corto.

Por si esto fuera poco, a esto se agregó el así llamado “Fútbol para Todos”, con una cifra similar. Es un fútbol para todos muy curioso este, porque consiste en que los clubes de fútbol que administran el más rico de los deportes de nuestro país reciben un subsidio inmenso del gobierno para pagar a sus estrellas para que la gente pueda verlas por televisión. Pero al mismo tiempo, cuando uno quiere ir a ver ese mismo espectáculo a la cancha, se acabó el fútbol para todos. Hay que pagar precios a veces escandalosos por las entradas y no hay mucha democracia en estadios divididos en palcos oficiales, plateas preferenciales y tribunas. Yo he presentado un proyecto para reparar esta situación, es decir, para que los clubes que toman dinero del Estado para que haya “fútbol para todos” tengan en sus canchas acceso libre, sin pago de entrada y sin distinción entre platea y tribuna. Pero me parece que mi iniciativa no ha tenido mucho éxito, porque no ha sido siquiera tratada en la comisión de deportes.

La realidad es que la distribución de la pauta publicitaria oficial ha sido escandalosa. Cuando se comparan los medios más favorecidos con las más desfavorecidos hallamos la apabullante cifra de ochocientos. Quiero decir que por cada uno de sus lectores los medios pro oficialistas cobran ochocientas veces más que los medios críticos del gobierno.

Y lo peor de todo está en la televisión. El canal 9, flojo de papeles y por lo tanto sometido a la voluntad de este gobierno, se lleva el 50 por ciento de la pauta publicitaria oficial para televisión.

Y además, desde la televisión pública se aplica el modelo de comunicación “6,7,8”, que no es otro que el de la propaganda goebbeliana: miente, miente, que algo queda; calumnia, calumnia, que algo queda.

El de la pauta es un tema central en la democratización de los medios. La distribución de la pauta publicitaria oficial debe partir de un principio muy claro: la distinción entre lo que es la pauta publicitaria del el estado para hacer públicas sus acciones, y la propaganda gubernamental. La de estado y gobierno es una distinción que no existe para este gobierno, que ha llegado hasta extremos escandalosos. Desde la Televisión Pública y el Fútbol para Todos se ha llamado a escrachar a jueces que no obedecían a los diktats que salían del Poder Ejecutivo. Y a través de esos mismos medios oficiales, con la plata de todos los argentinos, se ha convocado a marchas en las que después se llamó a tomar los Tribunales por asalto.

Si el oficialismo quiere decirlo así, nuestro objetivo es, en este aspecto, poner palos en la rueda a un gobierno que tiende a la creación de un triple monopolio de medios. En este, los medios oficiales no son de comunicación estatal sino de propaganda gubernamental, y los medios privados están sometidos al chantaje permanente de la pauta publicitaria y a la amenaza de expropiación a manos de los capitalistas amigos del gobierno.

Por otra parte, quienes deberían ser favorecidos por formar parte del tercer sector, como las ONGs, los sindicatos o las universidades, son chantajeados para que la la información que difundan sea absolutamente tendenciosa y favorable a este gobierno. No hay más que escuchar un poco cuáles son las radios que han accedido al éter por este canal para ver qué es lo que se ha hecho.

De manera que, señora presidenta, estamos muy contentos de poder poner hoy este primer mojón en lo que debe ser la necesaria democratización de los medios argentinos. Y esto nos comprometemos a sostenerlo todos los partidos de la oposición, porque el problema no es solamente el uso arbitrario, autoritario y hegemónico que ha hecho este gobierno, sino acabar con la discrecionalidad política y el chantaje que hacen que la prensa deje de ser independiente y pase a ser un medio de propaganda oficialista. (Aplausos.)

sábado, 27 de noviembre de 2010

SEGUNDO SIMPOSIO ALTIERO SPINELLI



El II Simposio Altiero Spinelli, “La Integración Federal-Regional en un Mundo Globalizado”, reúne a figuras de larga y destacada trayectoria en la actividad política, social y académica, quienes debatirán temas de actualidad relativos al proceso integrador en Europa y Sudamérica.

El evento se realizará los días 29 y 30 de noviembre de 2010, e incluirá paneles sobre el rol del Parlamento Europeo frente a la crisis de la Unión Europea y el proceso de formación de un verdadero Parlamento del MERCOSUR, frente a las elecciones directas programadas en este sentido para el año 2011.

Entre los invitados se encuentran miembros del Parlamento Europeo, como Gianluca Susta (Italia), Jurgen Klute (Alemania), parlamentarios de países sudamericanos, como Pablo Iturralde (Uruguay), funcionarios de la Unión Europea, como Pier Virgilio Dastoli y académicos, como Piero Graglia (Italia).

miércoles, 24 de noviembre de 2010

CHARLA

Estimados el viernes 26 los espero a las 19 en Los Toldos, Pcia. de Buenos Aires. Estoy invitado para dar una conferencia de prensa. A los que puedan asistir estaré en el Auditorio del Centro Cívico, Av. San Martín y López y Planes... Los espero!

CONFERENCIA DE PRENSA

Estimados el viernes 26 a las 17 estaré en la localidad de Bragado, Pcia. de Buenos Aires, dando una conferencia de prensa. Les agradezco la invitación a las autoridades de la Coalición Cívica - ARI y a todos los militantes. Si pueden los espero en el local del partido sito en Pellegrini 1937.

martes, 23 de noviembre de 2010

NOTA DE LA SEMANA

DOS CONCEPCIONES DE LA SOBERANÍA


La expresión “soberanía” deriva de “soberano” (“Quien ejerce o posee la autoridad suprema e independiente del poder público”, según la primera acepción de la Academia, y “Altivo, soberbio o presumido”, según la tercera). Soberano es quien no acepta ni reconoce otra autoridad que la propia y por ende puede declarar, Carl Schmit dixit, el estado de excepción. Históricamente, el término proviene de aquellos reyes medievales jaqueados doblemente por el poder de las aristocracias feudales y la autoridad papal, y deseosos de hacer valer su autoridad sobre un territorio nacional concebido como propiedad hereditaria, y sobre sus habitantes reducidos a manada de súbditos a disposición.

Soberanos eran los monarcas surgidos de la Paz de Westfalia (1648), en la que los grandes estados nacionales tuvieron origen y la misma era de las Modernidades Nacionales comenzó. Es cierto que las revoluciones liberales supieron ponerle límites a la concentración de poder real (nótese la polisemia del término) mediante la creación de cortes (otro término polisémico), parlamentos e instancias de poder federales, la invención del habeas corpus y los derechos individuales, y la proclamación de la soberanía del individuo y la sociedad civil frente al estado. Y es cierto también que las revoluciones democráticas dieron un paso ulterior proclamando la soberanía popular y decapitando el poder soberano del rey.

Se fundó así un nuevo concepto de soberanía -a la vez individual y universal- entendido no ya como soberanía de arriba hacia abajo, es decir: potestad suprema y última del propietario del poder sobre un territorio y su población, sino como soberanía de abajo hacia arriba, es decir: como derecho de los habitantes transformados en ciudadanos a participar -individual y colectivamente- del poder y pedirle cuentas después. Lamentablemente, esta concepción democrático-republicana de la soberanía naufragó cuando las disputas por la hegemonía internacional entre estados que se autodefinían como soberanos llevaron al armamentismo y al reforzamiento del poder político de las fuerzas armadas, primero, al proteccionismo y las guerras comerciales, después, y al totalitarismo y la guerra, finalmente.

La lucha por ampliar los límites de la soberanía propia, que por siglos y siglos habían sido fijados en los lechos de las casas reales, empezó a definirse en las trincheras y creó dos enormes amenazas anti-democráticas: el totalitarismo, retorno de la soberanía absolutista del monarca sobre los ciudadanos y del estado sobre la sociedad civil, y la guerra, disputa entre soberanos nacionales por el control de un escenario internacional anárquico y fragmentado en autarquías. El absolutismo interno y la conflictividad externa fueron las consecuencias imprevistas de la supervivencia de la idea de soberanía absoluta; y el régimen nazi, revival reaccionario de los principios monárquico-feudales, fue la perfecta expresión de su carácter complementario. Joseph Goebbels lo expresó con la mayor claridad: “Los gobiernos deben ser como un rey en su propia casa. Nosotros somos un estado soberano y lo que otros estados dicen sobre nosotros no nos preocupa. Lo que hacemos no les incumbe. Hacemos lo que queremos con nuestros socialistas, con nuestros pacifistas y con nuestros judíos, y no hay razón para aceptar controles de nadie”.

Los resultados catastróficos del fascismo sobre los mismos pueblos cuyos intereses pretendía defender pusieron en crisis nuevamente esta concepción monárquico-estatal y absolutista de la soberanía. Por eso al fin del conflicto más sanguinario de la Historia siguió la renuncia a la guerra y a la decisión soberana sobre ella por parte de varios países. Así, la Constitución Francesa de 1946 consintió “limitaciones de la soberanía nacional… necesarias para la organización y la defensa de la paz”, y en 1947 Japón rubricó un pacto en el cual se especificaba la “renuncia a la guerra como derecho soberano de la nación”, incorporado al artículo 9º de la Constitución Japonesa. Para 1948 también Italia “renuncia a la guerra… como medio para resolver disputas internacionales” y su Constitución consintió “limitaciones a la soberanía nacional necesarias para… asegurar la Justicia y la Paz entre las naciones”. Finalmente, la renuncia a la soberanía nacional fue adoptada por el país que había sido cuna del régimen más nacionalista de la Historia, y así la Constitución alemana de 1949 estableció: “1º) La Federación puede transferir… derechos soberanos a instituciones inter-nacionales. 2º) Para el mantenimiento de la Paz, la Federación puede… consentir limitaciones a la soberanía nacional necesarias para construir un orden seguro y pacífico para Europa y los demás pueblos del mundo. 3º) Para la resolución de las disputas inter-nacionales, la Federación accederá a acuerdos regulados por el arbitraje comprensivo y obligatorio por parte de instituciones internacionales”.

Afortunadamente, los estados europeos no han sido los únicos. Al reconocimiento de la paz como bien supremo común a todos los seres humanos -y por lo tanto soberano frente al poder estatal-nacional- sancionado por las potencias europeas, siguieron las incorporaciones de tratados internacionales sobre derechos humanos en naciones sudamericanas cuyos ciudadanos habían sufrido sobre sus cuerpos las consecuencias de la soberanía estatal ilimitada. Esta doble limitación -universal e individual- de la soberanía, este doble sometimiento del poder de los soberanos estatal-nacionales a la supervivencia de la humanidad en una era nuclear y a los derechos humanos de sus propios ciudadanos, denuncia el carácter potencialmente totalitario de toda soberanía “suprema e independiente” en una era global. Aún más claramente, sanciona el fin de las soberanías nacionales en el sentido –monárquico- de poder absoluto sobre un territorio y sus habitantes, ya que ese poder deja de ser supremo e independiente para ser limitado a la toma de decisiones que sólo afecten a su territorio y sus habitantes y dependiente del respeto de principios universales, como los derechos humanos, la defensa del hábitat planetario y la paz.

En una era global se hace más necesario que nunca separar una concepción legítima de soberanía, entendida como abolición de toda injerencia de otros estados nacionales en los asuntos internos, y otra ilegítima, entendida como capacidad del estado para hacer lo que quiera con sus judíos, para decirlo a la manera de Goebbels, y para tomar decisiones sin importar que éstas avasallen los derechos humanos o afecten a otros pueblos o naciones.

¿Cuál de ellas es la que se reivindica este 20 de noviembre? La pregunta no es banal cuando desde el Gobierno se enuncian conceptos lindantes con el totalitarismo (“El estado somos todos”, por ejemplo) y se intenta presentar al estado nacional como demostración de la intervención divina sobre la Tierra, en tanto se violan todos los límites por concentrar el poder, se destruye el federalismo, se avasallan las libertades y se erosiona la legitimidad de los poderes legislativo y judicial. Tampoco es banal preguntarse a cuál idea de soberanía se alude cuando las iniciativas a favor de la integración regional afectan a una noción obsoleta de soberanía, de estampo monárquico, y las delegaciones de potestades hacia cualquier tipo de poder supranacional son descalificadas por los nacionalistas como “inaceptables cesiones de la soberanía nacional”, cuando deberían ser percibidas como poderosas ampliaciones de la soberanía “de abajo hacia arriba”, ya que los procesos de integración regionales e internacionales potencian las capacidades de los ciudadanos, mejoran su calidad de vida y tienden a garantizar la vigencia de los derechos humanos y la paz.

La cuestión de la integración regional y mundial no trata pues acerca de cesión o no de soberanía sino del tipo de soberanía –estatal o ciudadana, monárquica o republicana, westfaliana o postleviatánica- que encarna mejor los valores necesarios en una era de cambios globales y acelerados. En este marco, la insistencia en las soberanías absolutas constituye una estrategia racional de defensa de sus intereses por parte de los estados más poderosos pero se transforma, en boca de los más débiles, en un llamado a favor de la ley de la jungla hecha por gacelas asediadas por leones. Es en nombre de la soberanía nacional que las grandes potencias se niegan a políticas que limiten el calentamiento global o descartan firmar tratados que sancionan la jurisdicción de la Corte Penal Internacional sobre sus ciudadanos y sus gobiernos. Y es también en nombre de ella que existe el poder de veto en un Consejo de Seguridad anacrónico y desconocedor de las realidades políticas del siglo XXI, y cuyos miembros permanentes son también las principales potencias militares del planeta. Para no mencionar la índole escasamente democrática de la estructura política inter-nacional (el FMI, el G7, el G20) encargada de administrar un mundo global.

He aquí el resultado predecible de un universo globalizado gestionado por soberanos herederos de los monarcas igualmente soberanos que gobernaron el mundo en el inicio de los Tiempos Modernos: no ya la igualdad y la defensa de los derechos de los más vulnerables sino “la altivez, la soberbia y la presunción” de los poderosos señalada por la segunda acepción de la Academia. Y es por eso también que el ocaso de la hegemonía de los Estados Unidos deja abierta la cuestión de dos modelos de gobernanza global derivados de dos conceptos opuestos de soberanía: uno, republicano, individualista y universalista, que pide elevar a la escala global la democratización y federalización del orden político que reconocemos como válidos para el terreno nacional, y otro monárquico y salido del viejo molde westfaliano, que en nombre del prometido y nunca cumplido multilateralismo renueve aquel multipolarismo que a inicios del siglo XX llevó a las más grandes tragedias de la historia de la humanidad.


domingo, 21 de noviembre de 2010

viernes, 19 de noviembre de 2010

PROPUESTA LEGISLATIVA: LOS FERIADOS NACIONALES

Los feriados nacionales actuales son casi exclusivamente nacionalistas y religiosos, parecen salidos del siglo XIX. Argentina necesita un cambio en el calendario actual y pasar al siglo XXI. La idea central es contribuir al desarrollo de una ciudadanía global, que integre la nacional pero no se reduzca a ella, y generar un país laico y orientado al futuro.

Esta es mi propuesta: tres FERIADOS NACIONALES, el 25 de Mayo y el 9 de Julio, como los días patrios, y el 17 de Agosto, día del padre de la Patria. El resto, establecerlos como FERIADOS CIVICOS. Ellos serían:

ENERO

1 Enero – Celebración del inicio del año

FEBRERO

1 Febrero - Día por el Carnaval

MARZO

8 Marzo – Día de los Derechos de la Mujer

24 Marzo – Día del Repudio a la Dictadura

26 Marzo - Día del MERCOSUR y la Integración Regional

ABRIL

2 Abril – Día de los Caídos en Malvinas

MAYO

1 Mayo – Día de los Trabajadores o de la Consolidación Nacional

25 Mayo - Día de la Libertad

JUNIO

5 Junio – Día del Medio Ambiente

JULIO

9 Julio – Día de la Independencia Nacional

AGOSTO

17 Agosto – Día del Libertador de América

SEPTIEMBRE

11 Septiembre – Día de la Educación, la Ciencia y la Tecnología

21 Septiembre – Día de la Paz Mundial

OCTUBRE

12 Octubre – Día de la Pluralidad Étnica y Cultural

17 Octubre – Día de la Justicia Social

DICIEMBRE

10 Diciembre – Día de la Ciudadanía Mundial y los Derechos Humanos

25 Diciembre – Día de la Familia

miércoles, 17 de noviembre de 2010

martes, 9 de noviembre de 2010

PROGRAMAS DE TV

Mi presentación en el programa "Esta Noche" con Gerardo Rozín por C5N el 8 de octubre de este año.





lunes, 8 de noviembre de 2010

FORO DE BIARRITZ

REUNIÓN CON UN EX SECRETARIO DE LA ONU


En el marco del Foro de Biarritz, un encuentro anual para debatir sobre las relaciones entre América Latina y la Unión Europea, me entrevisté con el que acaso fue el mejor secretario de la ONU de la historia, Mr Boutros Boutros-Ghali, quien me recibió dos horas en su casa en París. Hablamos de la situación internacional, de su experiencia y frustación con la reforma de la ONU y de la Campaña por una Asamblea Parlamentaria en la misma. Un fantástico personaje, de enorme humildad y sabiduría, y un gran momento.

Le regalé mi libro "Globalizar la democracia" y se "quejó" de que le había robado el título de uno suyo, que aún no he leído. Después me regaló una copia de su libro: "Democratizer la mondialisation"! Extraordinariamente humilde y gentil, y muy activo a los 88 años. "Cuando me eligieron secretario general -me dijo- luego de la caída del Muro, a mí, un egipcio, creí que las grandes potencias querían avanzar en la reforma democrática del orden internacional, y de la ONU. Lamentablemente, fueron solo fuegos de artificio pero la Campaña por la creación de la Asamblea Parlamentaria de la ONU debe seguir, porque es necesario crear conciencia sobre su necesidad"

martes, 2 de noviembre de 2010

NOTA DE LA SEMANA

Esta semana, en lugar de una de mis notas, reproduzco el reportaje que el periodista Gabriel Sued de La Nación le hizo a mi querido amigo Lucio Levi, ex colaborador de Norberto Bobbio y Altiero Spinelli, presidente del Movimiento Federalista Europeo y miembro del Comité de Honor de Democracia Global, y que fue publicada en el suplemento Enfoques del 24 de octubre de 2010

Entrevista con Lucio Levi

"Hay que cambiar la relación de poder en el FMI"

Discípulo de Norberto Bobbio y consejero del Movimiento Federalista Mundial, Levi sostiene que la democracia está amenazada porque la globalización erosiona la soberanía de los Estados nacionales. Y dice que Argentina y Brasil tienen que presionar ante el FMI en busca de un mayor equilibrio.



El futuro llegó hace rato. En los tiempos que corren, la democracia está amenazada. En la Argentina, en los demás países de la región y en el resto de las naciones democráticas del mundo. La amenaza no se corporiza, como sucedió en América latina en los años setenta, en golpes militares con apoyo de grupos civiles o de potencias extranjeras, sino en algo mucho más incontrolable y poderoso. Y, ante eso, hay que actuar de manera decidida, con el establecimiento de un gobierno de alcance mundial, con capacidad para dar respuestas fuera del alcance de los Estados nacionales.

El autor del oscuro diagnóstico no es el guionista de una película de ciencia ficción. Es el filósofo italiano Lucio Levi, profesor de Ciencia Política y Política Comparada en la Universidad de Torino, en Italia, consejero del Movimiento Federalista Mundial y principal colaborador y discípulo de Norberto Bobbio y Altiero Spinelli, uno de los padres de la Unión Europea (UE). "La democracia está amenazada en su esencia, porque la globalización erosiona la soberanía de los Estados nacionales", sostiene Levi, durante una entrevista con Enfoques. "Hay una contradicción que caracteriza la era de la globalización: entre la globalización de la economía y la sociedad, y los Estados, que deberían controlar estos procesos económicos y sociales, pero que se mantienen en los límites nacionales. Es una era en la que todo se ha globalizado, con la única excepción de la democracia", agrega.

Para Levi, globalizar la democracia significa crear una federación mundial de países con poder vinculante frente a los Estados nacionales, que siga el modelo de la UE. "Los ciudadanos tienen la impresión de que el poder de decisión está migrando hacia centros de poder internacional que están fuera de su control. La única salida que veo es crear parlamentos internacionales, uno por región y uno a nivel mundial", explica. Llevado al extremo, el planteo suena a fantasía futurista: Levi se imagina un gobierno mundial, con representantes elegidos por el pueblo de los habitantes de todo el globo.

El teórico italiano fue el disertante estrella de Diez Días de Democracia Global, un ciclo organizado recientemente por el Movimiento Federalista Mundial, que en la Argentina representa el diputado nacional Fernando Iglesias, de la Coalición Cívica. Levi coincide con las críticas del gobierno de Cristina Kirchner al Fondo Monetario Internacional. "Es un organismo con reglas injustas porque representa los principios del Consenso de Washington", afirma. Es más, recomienda reforzar la estrategia: "Argentina debe presionar con otros países como Brasil y otras naciones emergentes para cambiar la relación de poder en el FMI".

-Durante sus exposiciones en el país, usted advirtió que la globalización puede afectar a la democracia. ¿En qué medida le parece que puede ocurrir eso?

-La globalización erosiona la soberanía de los Estados porque hay un proceso de globalización de la sociedad civil, de los mercados, el surgimiento de actores no estatales, como las corporaciones multinacionales, los bancos, las clasificadoras de riesgo y de otras esferas, como grupos religiosos, movimientos de la sociedad civil y también grupos criminales y terroristas. Esas organizaciones amenazan la esencia de los Estados porque amenazan el monopolio de la fuerza coercitiva que detentan. La democracia está amenazada en su esencia, porque la globalización erosiona la soberanía de los Estados. Hay una contradicción que caracteriza la era de la globalización, entre, por un lado, la globalización de la economía y la sociedad, y, por otro, los Estados, que deberían controlar estos procesos económicos y sociales, pero que se mantienen en los límites nacionales. Es una era en la que todo se ha globalizado, con la única excepción de la democracia. Si queremos que la gente continúe dejando su destino en control de las democracias, hay que globalizar la democracia, a través de parlamentos internacionales.

-¿La globalización de la democracia es la única respuesta para salvar a las democracias nacionales?

-Sí. Porque los ciudadanos tienen la impresión de que el poder de decisión está migrando hacia centros de poder internacional, que están fuera de su control y que no son elegidos por ellos. La única salida que veo es crear parlamentos internacionales, uno por región y uno a nivel mundial. Hay que superar a los actuales organismos de cooperación internacional. La debilidad que les veo radica en sus procedimientos de decisión, basados en la unanimidad y el poder de veto, y en la falta de poderes ejecutivos. Esta fórmula de respuesta a la globalización justifica mantener el orden mundial basado en la soberanía nacional, y en el dominio de las corporaciones multinacionales en el mundo económico y de los Estados Unidos en el mundo político.

-Ciertas corrientes teóricas sostienen que para resistir los efectos de la globalización hay que fortalecer los Estados nacionales, darles más autonomía frente a los organismos internacionales.

-Es una posición destinada a la derrota, por lo incontrolable de las esferas que están en conflicto. Es una vieja historia. Los procesos de extensión de las comunidades políticas empezaron en los comienzos de la historia de la humanidad: al principio, el grupo humano elemental era la tribu, después, la ciudad estado, después, el Estado nación y ahora estamos en la era de los Estados región, como China, India, Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea.

-¿Cómo imagina el camino hacia un gobierno mundial?

-La Unión Europea es un modelo a seguir. Es un proceso de transformación de lo que en un principio era una organización internacional. Ahora tiene un parlamento, una comisión ejecutiva, una corte de justicia. Estas instituciones fueron desarrollándose en el transcurso de los años, de acuerdo con el modelo de los Estados democráticos y con el modelo republicano de división de poderes. El primer cuerpo de la Unión Europea que se transformó en un organismo supranacional fue la corte de justicia. En 1964, empezó el proceso de establecer el principio de superioridad de la ley europea por sobre las leyes nacionales. Después se desarrolló el Parlamento Europeo. Primero con representantes de los parlamentos nacionales y después con integrantes elegidos directamente y, ahora, tenemos un cuerpo bicameral, formado por el Parlamento Europeo, que representa a los ciudadanos, y por el Consejo de Ministros, que representan a los Estados. Estamos en pleno proceso de construcción de un Estado supranacional: tenemos el Banco Central, una moneda común, una ciudadanía, una bandera, un pasaporte...

-Pero en la crisis financiera del año pasado, se notó que los Estados nacionales, como Alemania, siguieron desempeñando un papel fundamental en la UE.

-Uno de los problemas es que se mantiene la regla de la unanimidad en la toma de decisiones y, en algunos sectores, el poder de veto. El presupuesto de la Unión Europea es muy pequeño. Y eso le impide regular e intervenir en el mercado europeo. Pero, de todos modos, sigue siendo un modelo para otras regiones y para el mundo. La especulación tenía como meta la caída del euro, porque es la más importante barrera levantada contra la inestabilidad monetaria, la especulación y los intereses privados. Y esto era lo que los especuladores querían destruir.

-¿Se imagina un parlamento internacional elegido de manera directa por los ciudadanos del mundo?

-Sí. Claro que todavía no es el momento para eso, porque hay grandes países, como China, que no reconocen la democracia. Si no reconocen el derecho de voto a sus ciudadanos a nivel nacional, no lo van a reconocer a nivel internacional. Una de las ideas que promovemos es que podemos empezar a construir una federación mundial entre los Estados democráticos. Por primera vez en la historia, hay una mayoría de democracias en el mundo, 119 países sobre 192.

-¿Cómo se salvaría la distancia entre los gobernantes y los ciudadanos en un gobierno mundial? ¿Qué legitimidad tendría un gobierno de ese tipo?

-La democracia mundial debe ser desarrollada en distintos niveles. Tenemos que pensar en al menos seis niveles de participación democrática. La comunidad local, la comunidad de lo que en la Argentina son las provincias, las regiones, las naciones, las grandes regiones del mundo y el mundo. Cada nivel tiene que tener sus propios poderes republicanos, como en cualquier federación.

-¿Cuáles le parece que son los principales logros y las principales resistencias en este proceso?

-Las resistencias provienen, principalmente, de los Estados nacionales, que no quieren renunciar a sus soberanías. Nunca lo hacen espontáneamente. Por eso es necesario que el movimiento federalista presione a los gobiernos con campañas de la sociedad civil. En el nivel mundial, la Corte Penal Internacional es el primer gran logro. Esto muestra la importancia de la movilización desde abajo, porque en la Conferencia de Roma donde se aprobó la Corte Penal Internacional, las ONG estuvieron dentro de la conferencia.

-¿Cómo califica el papel de los Estados Unidos?

-Estados Unidos es, tradicionalmente, un poder muy fuerte, y por eso se opone a estos avances. El período más dramático de oposición de Estados Unidos a las Naciones Unidas fue durante la era Bush. El deslegitimó las Naciones Unidas, con su ataque a Irak, en contra de la opinión del Consejo de Seguridad. Ahora, la era Obama está evolucionando en una dirección más unilateral. Ha reconocido que Estados Unidos no puede tener la hegemonía mundial, sino que debe cooperar con el resto de los países. Pero no dice nada de la reforma de las Naciones Unidas y también se espera que cambie su política respecto de la Corte Penal Internacional.

-Algunos teóricos sostienen que las ONG podrían llegar a ser una suerte de partidos políticos mundiales.

-Si tenemos una federación mundial y reformamos las Naciones Unidas a partir de una fórmula democrática, vamos a tener un parlamento mundial, elecciones mundiales y partidos políticos mundiales. Pero hoy los partidos políticos son prisioneros de los Estados nacionales. ¿Cuál es el significado de las ONG en esta época en la que todavía no tenemos todo eso? Es difícil saber qué representan, a cuánta gente representan. Esto muestra que los partidos políticos serán necesarios. Pero hoy las ONG son muy importantes porque son los únicos intermediarios entre los ciudadanos y las instituciones internacionales.

-¿Cómo imagina el Poder Ejecutivo del mundo?

-Ya hay algunas instituciones a las que podemos llamar gobiernos en las sombras del mundo. La Secretaría General de las Naciones Unidas puede convertirse en el futuro en la cabeza de un gobierno mundial. Una organización de las Naciones Unidas como la OIT puede ser el Ministerio de Trabajo; la Unesco, el Ministerio de Educación y Cultura; la OMS, el de Salud. El problema es coordinarlas y someterlas a un parlamento mundial.

-¿Y cómo se elegiría al presidente del mundo?

-Puede ser un cuerpo colegiado, que puede estar formado por las cabezas de los Estados y que, como en la Unión Europea, designe al presidente de la comisión ejecutiva.

-El creciente proceso de integración en América latina ¿no parece estar impulsado por Estados nacionales fuertes, no débiles?

-Es importante que los Estados nacionales sobrevivan, porque cuando colapsa el Estado nacional, hay guerras civiles. El proceso federalista no propone destruir a los Estados, sino mantenerlos. Y crear otros niveles de gobierno, donde los gobiernos nacionales no sean capaces de resolver los problemas. Nuestra idea es que hay que transferir poder desde pequeñas comunidades hacia otras más grandes. Creo que en la región el proceso está recién comenzando, pero, en algún sentido, es similar al que se dio en Europa. Empezó con la integración económica. América latina también tiene el desafío de una moneda común, instituciones democráticas supranacionales. Tarde o temprano, pienso que éste va a ser el desarrollo y se va a extender al resto de la región.

-¿Coincide con las críticas del gobierno argentino hacia el FMI?

-Sí, por supuesto. El FMI es una institución que tiene poder de inspección sobre los Estados nacionales. Tiene ciertas reglas que son injustas para este momento, porque representa los principios del consenso de Washington, que expresa la subordinación de este organismo al mundo financiero privado de Estados Unidos. En el FMI hay un proceso de negociación para repartir el poder de los grandes países a las economías emergentes, que hoy tienen muy poco poder de decisión. Argentina debe presionar con otros países como Brasil y otros países emergentes para cambiar la relación de poder en el FMI. Es la condición para modificar la arquitectura del FMI para hacerlo más justo.

-¿En el mismo sentido deben reformarse las Naciones Unidas?

-Por supuesto. El problema es el mismo que se da en el Consejo de Seguridad, donde cinco países tienen el poder de veto y lugares permanentes para decidir los destinos del mundo. Pero el mundo no es más el que era en 1945 y las relaciones han cambiado. Los grandes viejos poderes están declinando. Estados Unidos es un poder declinante. La Unión Soviética no existe más. Hace falta una nueva organización del Consejo de Seguridad. Debería transformarse en el consejo de las grandes regiones del mundo. La Unión Europea, la Unión Africana, Sudamérica, América del Norte, Rusia y sus estados federados... Uno por cada región. Es la única solución democrática.

MANO A MANO

A sus 74 años, Lucio Levi parece haber comprendido que no hace falta subir el tono de voz para expresar ideas fuertes. Es más, da la sensación de haber descubierto que todo mensaje puede llegar más lejos si es acompañado de una sonrisa.
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Con la premura de los que piensan que no hay tiempo que perder, pide avanzar urgente con la entrevista, concertada en la sede del Consorcio Interuniversitario Italiano para la Argentina, pese a
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