DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

domingo, 23 de septiembre de 2007


Indocta Córdoba

(publicado en el Suplemento Temas de La Voz del Interior)

Durante los últimos días, juristas de todas partes, editorialistas agudos y gobernadores dudosamente elegidos se han ocupado de descalificar a Luis Juez. Que no ha aportado pruebas de lo que dice. Que es un irresponsable congénito. Que parece salido de las páginas de Hortensia. Que Goebbels cuartetero. Que Nerón de provincias. Que Hitler de arrabal. Lo cierto es que el único efecto de semejante torneo de exageraciones ha sido ocultar detrás de una cortina de humo un hecho indiscutible: en lo esencial, Juez tiene razón. No hay forma ya de que Córdoba tenga un gobierno legítimo sin contar los votos uno por uno.

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lunes, 17 de septiembre de 2007


Contracara siniestra

(publicado en DIARIO PERFIL a un año de la desaparición de Jorge Julio López)

Así como la derogación de la Obediencia Debida y el Punto Final serán el mejor saldo político que dejará el gobierno de Kirchner,
la desaparición de Jorge Julio López constituye ciertamente su contracara siniestra. La situación es de inusitada gravedad, ya que atenta directamente contra la piedra fundamental de la convivencia civil en la Argentina: el Nunca Más adoptado como principio irrenunciable por todas las fuerzas políticas desde el Juicio a las Juntas.

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jueves, 13 de septiembre de 2007

VALIJAZOS DE LA PETROPOLÍTICA

(publicado en Revista Noticias)

¿Qué le sugiere al lector la siguiente lista?: Osama Bin Laden, Vladimir Putin, George W. Bush, Tony Blair, Mahmoud Ahmadinejad, Hugo Chávez, Saddam Hussein, Muahamar Kadaffi. Respuesta: a) un equipo internacional de Papi-Fútbol; b) los principales responsables políticos de los principales conflictos que han afectado al planeta en los últimos años; c) los principales líderes políticos de naciones (o de grupos ligados a naciones…) en las que la extracción de petróleo es la principal fuente de recursos económicos o en las que la dependencia de la extracción de recursos energéticos ajenos se ha convertido en la principal cuestión de política internacional.
Pasemos ahora a la siguiente cuestión: ¿Qué distingue a la siguiente lista de líderes sudamericanos?: Chávez, Correa, Morales, por un lado, y Bachelet, Tabaré Vázquez y Lula, por el otro. Respuesta: a) sus diferentes niveles de patriotismo, antiimperialismo y adhesión a la causa de la Patria Grande, b) el diferente nivel de importancia que la extracción de recursos energéticos tiene en la economía de sus países, c) su grado de republicanismo, por un lado, y de hegemonismo, autoritarismo y corrupción, por el otro.

Gira que te gira, el viejo Carlos Marx tenía razón: el modo de producción, es decir, la manera en que una sociedad crea la riqueza de la que vive y se reproduce, determina fuertemente sus opciones culturales y políticas; al menos: les fija un horizonte que es difícil de trascender. Si la riqueza es producida mediante la inteligencia humana, como en las así llamadas “sociedades del conocimiento y la información”, si su creación supone una población intelectualmente preparada, capaz de trabajar en equipo, de asociarse por un fin común y de tomar decisiones inteligentes, entonces es probable que el resultado sea un país no sólo rico, sino igualitario, es decir: con una buena distribución de la riqueza material y simbólica. Si, en cambio, la riqueza no es producida por la labor intelectual altamente calificada sino por el territorio (como en los dominios petropolíticos) o mediante un trabajo manual elemental, repetitivo y bestializante (como en la patria industrial-manufacturera), su producto no sólo es escaso sino que tiende a concentrarse en pocas manos, en tanto el poder político se torna autoritario, se enviste de una retórica territorialista y patriotera y queda inextricablemente ligado -por una parte- al poder militar que garantiza la defensa de los recursos territoriales propios o la apropiación de los ajenos, y –por el otro- a la corrupción que inevitablemente genera la concentración de poder, la falta de controles, la destrucción deliberada de las instituciones republicanas.

¿Cómo asombrarse entonces del valijazo de Aeroparque, de la liberación inexplicable de su protagonista, del silenzio-stampa de cuatro días del Gobierno durante la visita del petropolítico coronel Chávez, del avión rentado por la compañía petrolera argentina al doble del precio de mercado para que viajen sus funcionarios de segunda línea y los representantes de la compañía petrolera venezolana, del abandono de una suma (los us$400.000 “restantes”) dejada sin preocupación dado que es una pequeña migaja en el flujo petropolítico global, que no sólo petróleo contiene? ¿Es acaso casualidad que el actual Presidente de la República Argentina provenga –por primera vez en la historia- de la región que produce el 84 por ciento del petróleo nacional? ¿Es quizás por azar que los negocios ligados al transporte de energía, y que están a cargo del excelentísimo ministro Julio de Vido, sean el centro sKansKiano de la corrupción en el país de las demasiadas K? ¿Será obra de la fortuna el que Kirchner y De Vido se hayan formado económica y políticamente en el manejo de una provincia en la que casi todo consiste en la habilidad de ordeñar la vaca petrolera-carbonera con el objeto de acumular una caja con la que abastecer al clientelismo de abajo y al capitalismo de amigos de arriba? ¿No es éste el esquema petropolítico que ha repropuesto la monarKía a nivel nacional, tratando de ordeñar a la vaca sojera como si se tratase de un yacimiento (con los consecuentes mugidos de disgusto de la vaca) y reproponiendo un paradigma productivo, la “reindustrialización” manufacturera, que los países ricos, avanzados y en los que la distribución de la riqueza es algo más que una bella página del discurso político han dejado atrás desde hace décadas?

En mundo global, las polaridades políticas se tornan globales. En el planeta: sociedades de la información (la Unión Europea, Canadá, Japón) versus reinos petropolíticos del primer y el tercer mundo. En los Estados Unidos: un interior petropolítico texano-republicano desconectado, atrasado y dependiente de la producción primaria versus las costas demócratas avanzadas, hiperconectadas y productoras de conocimientos e información. En Sudamérica: los gasífero-petrolíferos Chávez, Correa y Morales contra las incipientes repúblicas sureñas que miran al mundo y al futuro con esperanza. En la Argentina: la alianza entre la petropolítica de Kirchner y De Vido y el aparato clientelista crecido en el conurbano bonaerense, el más grande de los parques jurásico-industriales del país, versus las incipientes sociedades de la información desarrolladas en las grandes urbes argentinas y en las pequeñas ciudades asociadas a una agricultura altamente tecnologizada. Aquí, allá y en todas partes: de un lado, las nacientes sociedades de la información y el conocimiento, basadas en la producción intelectual de alta calidad; del otro: la petropolítica industrialista-manufacturera; nacionalista, militarista, autoritaria y retrógrada. ¿Cómo asombrarse del valijazo de Aeroparque?