DATOS PERSONALES

Mi foto
* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

miércoles, 21 de febrero de 2007



MOYANO Y KIRCHNER:
EXTRAÑA PAREJA

Si alguna habilidad de Néstor Kirchner explica su popularidad, es su asombrosa capacidad para posar como enemigo de toda corporación. A la primera circunstancia que obstaculiza sus procederes, el Presidente clama: “No van a torcerme el brazo” frente a las cámaras de televisión. Cierto es que sus batallas contra la Corte menemista, la Policía duhaldista, el Ejército videlista, el FMI y la vieja política se resolvieron en melancólicos empates, y que el entusiasmo anticorporativo parece habérsele agotado desde que vislumbró que una tropa obediente lo seguía y comprendió que no era necesario el acto, sino su declamación.

Aún más ininteligible debe ser, para los que lo admiran. el hecho de que el poder de Kirchner se base en tres de las corporaciones que han convertido este país en lo que es: el Partido Justicialista, la patria contratista y la burocracia sindical, ayer señalada como autora de los peores crímenes y traiciones y combatida a golpe de metralla, hoy retornada a sus antiguos fastos de columna vertebral. Una columna vertebral que, como todas, termina en una cabeza: la de Hugo Moyano.


Para leer toda la nota, publicada el 18/02/07 en
DIARIO PERFIL, haga click AQUÍ


domingo, 18 de febrero de 2007


Ana Karenina y la transversalidad

La novela Ana Karenina, de Tolstoi, comienza sosteniendo que las familias felices son todas iguales, pero las familias infelices lo son cada una a su manera. En su magnífico Armas, gérmenes y acero, el biólogo-antropólogo Jared Diamond usa esta idea para ensayar una de las pocas explicaciones de las diferentes velocidades de evolución de los pueblos que no cae ni en el relativismo ni en la tesis de la superioridad racial. A mí tampoco se me ocurre nada mejor para explicar los porqués del fracaso de algunas sociedades...

¿Qué tiene que ver Ana Karenina con Cristina Kirchner, eh? Entérese leyendo mi artículo en La Voz del Interior. haga click AQUÍ.

miércoles, 14 de febrero de 2007

EPIDEMIA DE BIGOTES

(publicada en Noticias 09/02/07)

Una de dos. O uno: Kirchner y Moreno tienen razón y la mejor forma de controlar la inflación es “poniendo lo que hay que poner”, es decir -disculpen la expresión- la pistola sobre la mesa. De manera que hay que seguir apretando empresarios, prohibiendo exportaciones, subsidiando a diestra y siniestra según el sagrado entender del señor Moreno y echando a funcionarios díscolos del INDEC para poner en su lugar a otros dispuestos a jurar que la inflación de enero fue del 1,1%. Si esto es así, entonces las leyes de la economía que valen para todo el mundo no se aplican en la Argentina. Si esto es así, entonces la mayoría de los gobernantes de los países que funcionan razonablemente bien, quienes suelen creer que los precios se controlan manteniendo una paridad cambiaria racional, evitando la formación de monopolios y obligando a las empresas nacionales a competir con las extranjeras, son unos idiotas. O dos: Kirchner y Moreno se equivocan. En cuyo caso nos esperan días aciagos apenas suban las tasas financieras internacionales y/o cese el viento de cola que desde febrero de 2002 ha incrementado más del 77% los precios de las materias primas que Argentina exporta al mercado mundial.

Sin necesidad de catástrofes, los efectos de las estrategias esquizofrénicas que congelan las tarifas de la telefonía fija al mismo tiempo que garantizan a las empresas un régimen monopólico que divide al país en dos mitades, son ya perfectamente observables: tasas de inversión muy por debajo de las de Brasil, Chile y Méjico e indignas de un país que crece al 9% sobre la base de la capacidad ya instalada, pésima orientación de las escasas inversiones (dirigidas a construcciones sin capacidad reproductiva), cuellos de botella en sectores clave como energía e infraestructura, y una economía sustentada, nada casualmente, en tres sectores que pagan costos y salarios en pesos y venden a precios en dólares superiores a los de la Convertibilidad: automotores, inmuebles para la clase alta y complejos exportadores primarios (soja y petróleo, en especial).

Tampoco parece casual que en un Gobierno aparentemente ajeno a la liturgia militar haya proliferado semejante epidemia de bigotes. Lejos de ser anecdótico, resulta perfectamente coherente con una ideología militarista que transforma los funcionarios en ¨cuadros¨, que concibe la política como pulseada contra los enemigos, que alardea permanentemente sobre quién tiene el cañón más grande y cree que las órdenes del comandante en jefe bastan para domar eternamente la inflación.

Fernando A. Iglesias

domingo, 11 de febrero de 2007


Este artículo se llamaba "Jugando al truco con la reelección" pero los correctores de Diario Perfil prefirieron ponerle "El truco de la reelección". Como sea, empieza así:

Mientras sus opositores esperan un milagroso cambio de viento, un Kirchner implacable juega al truco con la reelección. Ha ganado la primera mano en 2003 contra Menem con un modesto rey de espadas, pero quisiera aún ganar otras tres manos para darle al país los dieciséis años de kirchnerismo que el país necesita con desesperación. Tiene en la mano un as de bastos (él mismo), una carta que sólo puede perder en circunstancias excepcionales, y un tres (Cristina). Es una buena carta, y ganadora por ahora, pero que no está inmune de sufrir un traspié.

Si quieren saber cómo termina la mano, hagan click aquí.

domingo, 4 de febrero de 2007


EL IDIOTA ARGENTINO

A cada paso, en cada página del diario, a la vuelta de la esquina, los ciudadanos argentinos civilizados, hoy en clara decadencia numérica, se topan con una raza en expansión: la del idiota argentino
.
El idiota argentino faltó a clase el día en que explicaban la causalidad newtoniana e ignora por lo tanto que ciertos sucesos llamados “causas” son seguidos por ciertos otros, denominados “consecuencias”. Por eso cree que es posible dejar al nene encerrado en el baño, comportarse en un barrio de Remedios de Escalada como si fuera el Far West y tomarse medio litro de tinto antes de manejar sin que sucedan eventos desagradables. En cambio, revisar periódicamente el estado de las hamacas, abstenerse de beber antes de manejar y frenar ante los semáforos en rojo son especialidades en decadencia en el país. Sus habitantes los vemos como hábitos irracionales, molestias innecesarias, costumbres típicas de suecos, esos rubios desabridos que desearían venirse a vivir a Buenos Aires y que en su país se suicidan de puro aburridos que son.


Publicada en DIARIO PERFIL con título neutro y varias comillas para evitar herir susceptibilidades. Hagan click
aquí, sáquenle las comillas, pónganle el título de arriba y tendrán la nota original.
Las flores de la foto son las que pusieron en la plaza en la que un soporte de hamacas acabó con la vida de una nena de siete años...
fernando