DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

martes, 26 de diciembre de 2006

La gente de Diario Perfil me pidió un comentario-resumen de los casos policiales del 2006 y escribí un artículo que pueden leer completo clickando aquí. Salió el domingo con el título "Cuando PACO dejó de ser un sobrenombre". Reproduzco abajo lo más interesante, que está al final, y que -como de costumbre- no me tuvo como autor.
fernando

Cierro esta nota reproduciendo algunas de las frases del jefe del Primer Comando de San Pablo, Marcos Camacho (a) Marcola, según la entrevista realizada en mayo por “O Globo” después de que su banda convirtiera por semanas la ciudad más rica de Latinoamérica en una nueva versión de Bagdad. Sostuvo Marcola: “Soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas, cuando era fácil resolver el problema de la miseria. ¿Qué hicieron? Nada. Ahora somos ricos gracias a las multinacionales de la droga, y ustedes se están muriendo de miedo. No hay solución, hermano. La propia idea de “solución” es un error. ¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Anduvo en helicóptero sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. La muerte para nosotros es la comida diaria. No hay más proletarios y explotadores. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un Alien escondido en los riñones de la ciudad. Mis comandados son una mutación de la especie social. Son hongos de un gran error sucio. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución”.
Tome nota quien deba tomarla antes de que aparezca el Marcola argentino.

martes, 19 de diciembre de 2006




La FUBA neoliberal

¿Qué bulle en los cerebros de los chicos de la FUBA? ¿Qué pensamientos se agitan detrás de esos anteojos cuya paternidad estética no se sabe si atribuir a John Lennon o a Trotsky, León? Si se los escucha, esgrimen una confusa mezcla de leninismo maoísta y castrismo nahuelmorenista, pero, si se mira lo que hacen, defienden, sin dudas, lo más rancio del laissez-faire neoliberal.

Para leer todo el artículo, clická en este link de LA NACIÓN.
Las dos fotos, que lo dicen todo, son del mismo diario.

PINOCHET: por qué no murió preso
Nada para festejar

De manera que el general, el implacable, el inmortal, por fin se ha muerto, y Chile se divide otra vez entre los que a derecha lo lloran y los que a izquierda festejan. Debe tratarse de una confusión porque hay muy poco que festejar y mucho que llorar para una izquierda verdadera, en especial, el hecho lamentable de que el general, el implacable, el inmortal, no tuviese una larga larga vida, y la pasase, como asesino que era, en esa cárcel de la que logró escapar con éxito hasta el fin de sus días.

Así nos toca estar ahora, ajenos, huérfanos. Desencantados con una democracia, la chilena, admirable en tantas otras cosas.
Apenados para siempre, como ciudadanos del mundo, de que otra vez no se haga justicia. Digámoslo de nuevo, por si cabe: la idea de crímenes contra la humanidad, contracara negativa de la idea de derechos humanos que es el centro de la modernidad política, pone en evidencia un hecho fundamental. Los crímenes cometidos por el general, el implacable, el inmortal, no sólo ofenden a las víctimas, ni sólo ofenden a los chilenos. Y si todos y cada uno de los miembros de la humanidad son ofendidos, ¿dónde están los tribunales supranacionales (y no ya internacionales), universales y humanos, capaces de juzgar y condenar? ¿Para cuándo unos tribunales ajenos a la lógica de la soberanía nacional y las razones de Estado que actúen de factor disuasivo contra nuevos crímenes contra la humanidad?

Para ver la nota completa, clická aquí DIARIO PERFIL
(en la foto, el general, el implacable, el inmortal, con su amigo, Henry Kissinger)

viernes, 15 de diciembre de 2006


Esta nota no logré publicarla en ningún lado. Así que la pongo completa y en exclusiva para el blog.
La vaca roja es la de Gauguin, y no fui yo quien la decapitó.

fernando

NACIONALISMO ZOMBIE EN EL PAÍS DE LAS CARNES

Pocas cosas como el problema de la carne para mostrar el nacionalismo zombie que gobierna el país de las carnes en todo su esplendor. Cuando el partido hiperdevaluador de Duhalde, Alfonsín y Remes Lenicov llevó a cabo la mayor redistribución negativa de la riqueza de la historia argentina al grito de ¡Pesificación o muerte! y bajo los acordes de la marcha al Primer Trabajador, los fenicientos economistas del vivir con lo muestro juraron y perjuraron que pasar de cobrar en dólares a cobrar en pesos hiperdevaluados no iba afectar el salario de los argentinos. “Los argentinos consumen en Argentina y en pesos”, apuntaron con su habitual perspicacia. Así, por obra y magia del neodesarrollismo alucinado, la globalización quedaba abolida y los estados nacionales, reducidos a impotente colador en todas partes, recobraban aquí las propiedades aislacionistas de las que habían gozado en los viejos buenos tiempos nacional-industriales.
El tiempo pasó. El kirchnerismo confirmó la visión devaluatoria mediante la elevación de la Convertibilidad 3 a 1 a única política económica real, y los resultados no se hicieron esperar: hoy, a pesar de que el país creció un 18,2% respecto a su anterior pico productivo de 1998, el ingreso medio de los ocupados ha caído un 23,8% y está 10% por debajo de lo que necesita un hogar para dejar de ser pobre, cuando en 1998 estaba 34% por encima de esa cifra. Así, tenemos desde entonces más de cuatro millones de nuevos pobres, ninguno de los cuales puede, previsiblemente, comer carne en el país de las carnes, en el cual su precio es aproximadamente la quinta parte que en el resto del mercado mundial. Curioso nacionalismo es éste, por otra parte, que toca la campanita en Wall Street aspirando a seducir al capitalismo globalizado en tanto acusa a los productores agropecuarios argentinos de “pícaros y avaros” por querer extraer de su trabajo y sus inversiones el máximo rendimiento posible, conducta demoníaca que por supuesto no se estila en Wall Street...


Como en aquellas falacias del pensamiento que enseñaban en la escuela argentina cuando éste era un país con elevados índices de cultura y no uno condenado al éxito, el neopopulismo desarrollista extrae de su análisis de la realidad lo que su visión con anteojeras puso antes en ella. El proceso comienza por adjudicar a los productores agropecuarios una categoría zombie y extinguida: oligarquía ganadera; sigue mediante el señalamiento y la satanización de “un mercado monopólico controlado por 2.000 productores” (ésta, la del “mercado monopólico de 2.000 productores” es una verdadera exclusividad argentina); continúa con el reclamo de que los luciferinos países centrales abran sus mercados a la producción de los países en desarrollo, y termina por... ¡prohibir las exportaciones de carne! con el objeto de adecuar la realidad mundial a la nacional, entendida ésta como lo que al señor Moreno y al Presidente se les pasa por la cabeza.
La historia termina cuando el consumo de carne en Argentina se dispara porque está exageradamente barata respecto a otros precios de la economía, la oferta disminuye porque deja de ser rentable frente a otras opciones, como la soja, y el aumento de la demanda unido a la disminución de la oferta provocan lo mismo que provocarían en cualquier punto de este globalizado planeta, Wall Street incluido: tensiones en los precios y peligros de desabastecimiento. Momento en que el nacionalismo zombie confirma sus sospecha de que existe un complot golpista de la oligarquía ganadera que planea restituir a Martínez de Hoz, si no a Videla.
Por si fuera poco, el previsible pasaje del ganado a la soja provocará que Argentina exporte menos carne y más granos, en vez de transformarlos en alimento del ganado y darle trabajo a los productores de carne, los peones del campo y los obreros de los frigoríficos argentinos, con una pérdida de porciones del mercado mundial causada por incumplimiento de contratos. Todos ellos, inesperados contratiempos antidesarrollistas que el nacionalismo zombie enfrentará apelando a su estrategia preferida: la denuncia de un complot mundial contra la Argentina capitaneado por los aliados internos del imperialismo, organización con sede en Chascomús.

¿Exageración? Ya se escuchan las voces la Patria: “No hicieron nada en los ’90, cuando el campo expiraba con el 1 a 1, y se quejan ahora, que ganan más que nunca”, claman. “Los ganaderos son unos pícaros y malentretenidos a los que lo único que les importa es su bolsillo”, denuncian; sin sospechar siquiera que ambas afirmaciones están en flagrante contradicción. Y después, prosiguen con su cantilena preferida, el himno “Sin industria no hay Nación”, lo que en términos de políticas públicas quiere decir aquí que los productores agropecuarios que invirtieron en modernizarse buena parte de sus ganancias, que elevaron su productividad usando semillas transgénicas y tractores guiados por GPS y aplicando a su cadena de valor modernas técnicas de management, deben seguir subsidiando a los heroicos industriales que producen diseños del año ’63 con tecnologías del ’48, que pagan salarios miserables y son los reyes del trabajo en negro y la evasión, que invirtieron sus ganancias en departamentos de Mar del Plata, primero, y en Punta del Este después, si les tocó un gobierno proteccionista-neodesarrolista-industrialista y les fue muy pero muy bien, en tanto sus empresas quebraron y piden ahora un nuevo Banade que desvalijar.

Mientras sube las retenciones al agro en nombre de la justa redistribución de la riqueza, el Gobierno se prepara a subsidiar con 51.700 millones de pesos (51% del gasto de la Administración Nacional ) a la sagrada burguesía nacional, con los generosos patrones de colectivos y los caritativos concesionarios de trenes en primera fila. Mientras clama por la añorada Patria Grande, erige barreras proteccionistas frente a los demoníacos empresarios paulistas, que pagan salarios en blanco y hasta impuestos, que deben transportar lo que producen hasta los centros de consumo argentinos y enfrentan un cambio desventajoso de 1,5 pesos por real, porque de otra manera la patriótica industria del zapato no puede competir...


Si el turismo extranjero invade el país con divisas, ello se debe a los incomparables paisajes argentinos, los más bellos del mundo. Si los turistas compran departamentos y activan la demanda inmobiliaria y disminuye la desocupación se utiliza el tema para ponderar la virtudes de la Convertibilidad 3 a 1. Pero si el precio de las propiedades sube, por las mismas causas, y los asalariados nacionales ven que la casa propia se aleja de sus pesificados bolsillos, se trata de una evidente conspiración internacional. Si la demanda mundial de alimentos se eleva y permite al país dejar atrás lo peor de la crisis y al Gobierno manejar una caja con la que disciplinar gobernadores y empresas, ello se debe a la previsora gestión de Kirchner-Miceli-Moreno. Pero si los precios internos de la carne tienden a la suba debido a esas mismas razones, es la satánica globalización, que todo lo arrasa.

Ante tanta desinformación, digamos lo evidente: el récord mundial de más de 66 kilos de consumo de carne por año/por habitante es una garantía de pésima salud. No los comen los niños pobres de la Patria sino esa clase media a cuyo egoísmo apela permanentemente el Gobierno como herramienta electoral, como bien se ve en los precios diferenciales del gas domiciliario y en garrafa, otra vergüenza nacional. Si éste fuera un gobierno progresista, negociaría un abastecimiento del mercado interno con cortes baratos, a precios razonables pero crecientes que disminuyan el consumo irracional de carne que es marca característica de la identidad nacional, y dejaría las manos libres a los productores para abastecer el mercado mundial generando cadenas de valor y empleo. Y con las abundantes recaudaciones de las retenciones agropecuarias financiaría un plan de salud que garantizase el derecho de los argentinos pobres a una dieta balanceada y campañas educativas que refuercen la tendencia a la baja del sacrosanto churrasco nacional, en las que el único ministro realmente existente de este Gobierno, doctor Ginés García, tendría bastante para aportar. En cambio, mientras la recuperación sigue basándose en sectores, como el de la construcción para el segmento medio-alto o la industria automotor, que venden en dólares y pagan en pesos, los argentinos vivimos en medio de un pandemonio de acciones zombie que causan lo contrario de lo que se proponen, en tanto nuestro intrépido Gobierno se propone integrar el derecho al bife de lomo al Preámbulo de la Constitución Nacional. Así trabaja el nacionalismo zombie en el país de las carnes. Y así estamos...

Fernando A. Iglesias

martes, 5 de diciembre de 2006


PIEDRAS, PAPELES Y TIJERAS

Menudo problema para el nacionalismo populista travestido de izquierda, siempre dispuesto a adjudicar la responsabilidad de toda guerra a las fatídicas derechas y el demoníaco imperialismo, es explicar ahora cómo es que dos países cuya historia es una sola y que son gobernados por quienes se dicen de centroizquierda estén llegando a semejantes extremos. Para variar, el colmo del despropósito ha estado a cargo del presidente argentino, quien sostuvo que con el crédito otorgado por el Banco Mundial "ganaron los intereses de los países centrales" que, como se sabe, "vienen a contaminar con industrias que no podrían radicarse en el centro". ¿Se refería el Presidente a la República Oriental del Uruguay, país sureño cuyos habitantes son 11 veces menos que los argentinos, habitan un espacio 21 veces menor y disponen de un PBI 16 veces inferior al nacional? ¿O acaso hablaba de Finlandia, una nación colgada del Polo Norte en la que sus escasos 5 millones de habitantes se han apenas liberado de la miseria stalisnista gracias a los cientos de pasteras y papeleras que saturan su territorio, primero en el mundo, en el respeto de los estándares ecológicos?
Aquel discurso del Presidente decía más de lo que él mismo se propuso. Inadvertidamente, pocos días después de haber invocado la mediación del rey de España y mientras descalificaba al colega uruguayo de cuya campaña electoral participó activamente, Kirchner pasó de las alarmadas denuncias de "catástrofe ambiental en curso" a una mucho más modesta justificación de tanta beligerancia patriotera: "Le rogamos al intransigente presidente uruguayo que por favor discutiéramos de qué forma podíamos correr de allí a Botnia para que no contamine visualmente y no nos genere la duda de una futura contaminación", dijo. Repito: las causas de un conflicto explosivo al que para degenerar sólo le falta el irresponsable que encienda la mecha son la contaminación visual y las dudas generadas sobre una futura contaminación...


para ver la nota completa, entrar a esta página de la Revista Noticias

lunes, 27 de noviembre de 2006


Los milagros de la economía K
por Fernando A. Iglesias

En las últimas semanas, el Gobierno se ha preocupado de anunciar con bombos y platillos tres buenas noticias: el crecimiento a ritmos chinos continúa (+8,7% en los últimos 12 meses), la desocupación sigue cayendo (10,2% en el tercer trimestre 2006) y las reservas del Banco Central superaron los 30.000 millones de dólares.
Son, qué duda cabe, buenas nuevas, que se tornan espectaculares cuando –como no se cansan de hacer los panegiristas oficiales- se compara el escenario actual con el abismo de 2002. Ante cifras tan contundentes, no parecen quedar motivos de escepticismo frente a los milagros de la economía K. Y sin embargo...


Para ver la nota completa en Revista NOTICIAS
www.revista-noticias.com.ar/ed_1561/notatesis.html


domingo, 26 de noviembre de 2006

El peligroso despertar del dragón dormido
¿Cómo hará China para desarrollarse en el futuro, en un mundo cada vez más postnacional y globalizado con un sistema político representante de las peores calamidades de la era nacional-industrial? ¿Qué sucederá cuando se agoten los beneficios del pasaje de la China agraria de Mao a la industrial de Den Xiao Ping, y el más populoso país del mundo se enfrente a la incompatibilidad entre el sistema de generación de riqueza de la sociedad del conocimiento y una estructura política en que no son posibles la circulación de ideas, la libertad académica, ni el desarrollo de la sociedad civil? ¿Prevalecerá la burocracia, y China quedará detenida en la etapa industrial, condenada a ser la fábrica del mundo, produciendo zapatillas a 20 dólares que después se venden en el mercado mundial a 200 gracias a la incorporación de marketing, publicidad y comunicación provistos por economías de la información? ¿Sucederá como con la URSS, exitosa en el período industrial pero dramáticamente fracasada cuando la inteligencia humana se convirtió en el centro vital de la economía y la sociedad? ¿Tendrá lugar una revolución similar a la que acabó con el imperio soviético, en la que los dinámicos actores sociales que están surgiendo en el antiquísimo caldero chino cuelguen simbólicamente a los herederos de Mao? ¿No fue la revuelta de Plaza Tiananmen, en 1989, una anticipación?

SI QUIEREN ENTERARSE DE MI OPINIÓN, VAYAN A LA PÁGINA DE LA VOZ DEL INTERIOR
www.lavoz.com.ar/suplementos/temas/06/11/26/nota.asp?nota_id=21522
¡Ah!, el dibujo de los dragones es de Leonardo.
(
Da Vinci, quiero decir...)
fernando


jueves, 23 de noviembre de 2006

PIEDRA, PAPEL y TIJERA


Supongamos que mañana BOTNIA o ENCE anuncian que quieren instalar en Argentina una planta igual a las de Fray Bentos: ¿Qué sucedería? Tratándose de Argentina, nadie puede saberlo. Pero si este fuera el país en serio de la publicidad del Gobierno, no existiría manera de que nadie lo impidiese, ya que las famosas y demoníacas pasteras respetan todos los estándares fijados por la ley argentina y hasta los mucho más exigentes de Norteamérica y Europa.
A esta altura la pregunta se hace sola: ¿cómo puede la Argentina oponerse a que Uruguay instale en territorio uruguayo unas plantas que la legislación argentina permite en el propio territorio? La respuesta la han dado ya la infernal Corte de la Haya y el luciferino Banco Mundial, esos conspiradores...
De manera que el Presidente argentino haría bien en parar de agitar el remanido tema del complot mundial contra un país condenado al éxito, y los paisanos de Gualeguaychú conformarse con establecer estrictos controles ambientales, y nuestra clase política, oposición incluida, dejar de rasgarse las vestiduras con la inefable unión latinoamericana y arremangarse para crear verdaderas instituciones políticas continentales, como un Parlamento Sudamericano capaz de legislar una regulación ambiental a escala continental, en vez de seguir sosteniendo que la globalización de la democracia es una utopía. No lo es. Es una necesidad urgente de estos tiempos cuya consumación es capaz de impedir que naciones hermanadas por la historia y gobiernos ideológicamente afines se agarren de los pelos.
¿Que exagero? Miren el "chiste" publicado por el irresponsable de REP en el oficialista Pagina12 y me cuentan...


Por si no se lee bien. Dice: PIEDRA (muro en ruta), TIJERA (cortar puente) y PAPEL (¡VOLAR la PAPELERA!) No tengo palabras (ni hacen falta)...

Finalmente, dado que los argentinos vamos perdiendo con Uruguay 37 a 2, acaso sea tiempo de que pensemos por qué nos pasan a los argentinos las cosas que nos pasan a los argentinos, para usar el distinguido vocabulario de nuestro Presidente. Con la intención de ayudar a la reflexión (vana presunción) y no para sostener antipáticamente "yo les avisé", copio abajo mi artículo "Papeleras y papelones", publicado en Noticias allá por febrero...

fernando

PAPELERAS y PAPELONES

Es cierto que el compromiso entre industrialismo y ecología dista de ser una cuestión resuelta aún en los países mejor organizados del planeta. Sin embargo, los comportamientos de los ciudadanos nacionales en torno de las papeleras merece un ranking de papelones. ¿Cómo asombrarnos del escaso aprecio que se nos tiene en todas partes cuando los finlandeses observan en los diarios que se los acusa de “terroristas” y los gobernantes de un pequeño país asociado al nuestro creen necesario salir a aclarar que no aceptan “ser patoteados”?
A los chilenos les cortamos el gas. A los brasileños, a quienes acusábamos de deslealtad por haber devaluado el real antes que nosotros el peso, les ponemos ahora cuotas máximas. A los bolivianos les compramos el gas a un tercio del precio internacional (¡si lo hiciesen los Estados Unidos!). Después, tenemos relaciones carnales con Chávez y nos vamos con él, rezando por el gasoducto y entonando bagualas a la Patria Grande. Para cualquiera que nos observe, los argentinos somos impresentables. Y el lugar que ocupamos en esta historia lo dice todo: los finlandeses y españoles hicieron buenos negocios, los uruguayos captaron inversiones y los chilenos se quedaron con un tercio de la provisión de insumos a pesar de tener que cruzar la cordillera. En tanto, los argentinos proclamamos al mundo nuestra condición de víctimas, ya no del imperialismo yanqui, sino de los civilísimos uruguayos...

El segundo papelón es el de nuestra clase política. Ministros que dormían la siesta hasta que fueron despertados por el vandolerismo piquetero, gobernadores que se subieron al caballo de la protesta y no saben cómo bajarse, legisladores cuya acción se destaca por su ausencia, confirman el panorama de una dirigencia cuyas especialidades son la imprevisión sistemática y el aprovechamiento del río revuelto.
Que un líder político adopte modelos de acción divergentes a los de las minorías dispuestas a tomar rehenes no cabe en la cabeza de nuestra clase política, que con el cuento de ponerse al frente de la sociedad sólo sabe vivir de su decadencia. Nada mal les vendría releer las entrevistas en las que Felipe González ha explicado cómo logró convencer a los españoles de la necesidad de entrar en la Unión Europea, a pesar de la oposición de los franquistas y de cierta “izquierda”.
Si aplicáramos los estándares europeos que respetarán las papeleras uruguayas buena parte de la industria argentina debería cerrar hoy mismo. ¿Con qué cara se oponen a su instalación quienes permiten que tecnologías más atrasadas sean empleadas en nuestro territorio? ¿Qué duda cabe de que si Botnia y Ence hubieran elegido la ribera argentina y el gobierno uruguayo hubiera protestado se estarían escuchando hoy dramáticos llamados a defender la soberanía territorial frente a la prepotencia de nuestros vecinos, acaso comandados (ahora que andan en busca de acuerdos bilaterales) directamente desde Washington?
Durante la Cumbre de Mar del Plata, nuestro Presidente le espetó en la cara a Mr. Bush que el modelo económico del ALCA no satisfacía a los miembros del Mercosur, quienes preferían el modelo europeo de integración política. Sabias palabras; algo distantes de los hechos cuando se considera que el Mercosur (basta leer su nombre) es una unión comercial, y una unión comercial fracasada. La simple amenaza de recurrir a La Haya deja su “integración política” al descubierto: a veinte años de su lanzamiento, carecemos de instancias en las cuales laudar las diferencias entre sus gobiernos, para no hablar de un Parlamento capaz de sancionar una legislación ecológica de aceptación obligatoria para tirios y troyanos.
Mientras la Argentina amenaza recurrir a La Haya, ¿a quién deben quejarse sus millones de ciudadanos que habitan a orillas del Matanza-Riachuelo y cuyas asociaciones denuncian la existencia de más de cien basurales, 67 barcos abandonados, 17 hundidos, 4.000.000 de metros cúbicos de barro contaminado y sostienen que sólo el 3% de las industrias en sus márgenes poseen plantas depuradoras? ¿Acaso a las instituciones nacionales que permiten esa vergüenza a pocos metros de Puerto Madero o a los políticos que se escandalizan de las andanzas de María Julia pero poco hacen para mejorar su performance?

La crisis de las papeleras expresa la creciente deslegitimación de la civilidad industrial tan cara al actual Gobierno. El síndrome NIMBY (no-en-mi-patio-trasero) se expande, acelerado por el desgaste del paradigma industrialista y la incapacidad de las naciones para impulsar el autosacrificio en nombre de la Patria. A estos problemas universales se suman aquí el déficit institucional del Mercosur, el seguidismo de la clase política y la prepotencia de los ciudadanos. Quienes quieren una Argentina mejor harán bien en preguntarse por qué las inversiones fluyen hacia otros países a pesar de tres años de crecimiento a ritmos chinos y qué hace que Finlandia exporte su antigua especialidad, las fábricas de papel, y no las de teléfonos celulares, su nueva riqueza basada en las tecnologías de punta. ¿Utopías postindustriales? El rubro importaciones muestra a los celulares al tope de la lista. Los pagamos exportando commodities, mientras nos indignamos por una distribución de la riqueza poco sensible a los discursos presidenciales.
No sólo papelones muestra la crisis de las papeleras. También deja en claro por qué la creación y distribución de riqueza está estrechamente ligada al reemplazo de la xenofóbica y patotera Argentina nacional-industrial por una sociedad abierta al mundo y basada en la información, la innovación y el conocimiento.

Fernando A. Iglesias

miércoles, 8 de noviembre de 2006

El ensayista Fernando Iglesias ofrece un decálogo para entender el fenómeno. El achicamiento del espacio y la reconfiguración del tiempo.
Optimismo ingenuo y lado oscuro.

11 de Septiembre de 2001

DIEZ LEYES GLOBALES
SOBRE LA GLOBALIZACIÓN

Uno de los mayores inconvenientes en la comprensión del fenómeno que llamamos “Globalización” se desprende de su carácter revolucionario, que no sólo supone un cambio radical en la forma en que se estructuran los más importantes procesos sociales de la Modernidad avanzada sino que modifica las mismas premisas epistemológicas con las cuales intentamos aprehenderlos. A casi dos décadas de la caída del Muro de Berlín que significó la apertura optimista del universo global, y a cinco años de la luctuosa tragedia de Manhattan, que puso en evidencia sus aspectos más atemorizantes, parece posible intentar un balance que exceda el maniqueísmo globalidolátrico/globalifóbico y que considere tanto las promesas como las amenazas de un futuro humano que se avizora irreversiblemente global. En este sentido, tomaré el 11 de septiembre y los eventos que lo siguieron para intentar mostrar los nuevos paradigmas del mundo global operando con máxima visibilidad en un escenario mundializado por la revolución tecnológica y determinado por una economía progresivamente basada en la inteligencia y la información.

* Las últimas barreras de una Historia determinada por la Geografía fueron pulverizadas junto con las Torres Gemelas. Con ellas se deshizo la ilusoria percepción de seguridad que los habitantes del Primer Mundo obtenían de la existencia de distancias y fronteras.
La Globalización se demuestra así, en primer término, un proceso de RECONFIGURACION DEL CONTEXTO ESPACIAL en el que transcurre la experiencia humana. En efecto, el 11 de septiembre ha mostrado el impresionante achicamiento del espacio y la caída de fronteras derivados del uso de tecnologías de alcance global y del aprovechamiento de las incrementadas libertades de circulación que, aún con grandes dificultades, la globalización paulatinamente impone. Que una secta islámica de ciudadanos de países árabes cuya base estaba en Afganistán pudiera poner en jaque los sistemas de seguridad de la potencia nacional más avanzada, ubicada a miles de kilómetros de distancia y separada por enormes barreras geográficas y políticas, era impensable pocos años atrás, cuando no existían los teléfonos celulares, el correo electrónico, los flujos de capital por los paraísos fiscales, los aeropuertos atestados de vuelos comerciales, los centros de adiestramiento de aviadores al alcance del público, ni la inmigración masiva hacia los países desarrollados.


* La Globalización es, en segundo término, un formidable proceso de RECONFIGURACION DEL CONTEXTO TEMPORAL. En el universo que produce la aceleración del cambio, las categorías temporales adquieren centralidad frente a las espaciales, cuya importancia caduca junto con el desvanecimiento paulatino del espacio. Consecuentemente, el 11 de septiembre ha desencadenado una serie de reacciones que han cambiado la faz del mundo con una velocidad aún mayor que la producida por la caída del imperio soviético. Hoy, apenas cinco años después del martes negro de Manhattan, cualquier habitante del mundo que tomase un diario del 10 de septiembre de 2001 tendría la sensación de asistir a un desfile de fantasmas, desde De la Rúa y Cavallo en el gobierno de la Argentina a un Bush incomparablemente más moderado que el actual.
En un mundo en el que el cambio histórico se acelera al mismo ritmo que la vida privada, el desvanecimiento del espacio originado en los costos decrecientes de los transportes y comunicaciones lleva a la perdida de centralidad de las categorías espaciales y a su reemplazo por las temporales (progresista-conservador, moderno-antimoderno) como fuentes de valor y significado. Así, todo intento de comprender lo sucedido en términos espaciales conlleva a una pérdida de sentido. En la “Era global” o “Modernidad mundial”, el término que expresa el componente espacial (las palabras “global” y “mundial”) es minúsculo y adjetivo, mientras que lo temporal (“Modernidad”, “Era”) es mayúsculo y sustantivo. Lejos de la afirmación de Fernand Braudel, quien sostuvo que la Historia es básicamente Geografía, en una Era global o Modernidad mundial la Historia reina sobre la Geografía. Por eso, toda discusión sobre los orígenes de los procesos globales resulta impertinente: la Globalización comenzó cuando una tribu de homínidos abandonó las sabanas africanas y se esparció por el planeta, conquistándolo. La historia de la humanidad es la historia de su globalización. Sin embargo, la era en que vivimos es completamente original y merece ser mencionada como Era global porque en ella la Globalización se ha acelerado hasta devenir el fenómeno central y definitorio.

* El tercer rasgo original de estos tiempos estriba en la EMERGENCIA DE SISTEMAS GLOBALES, los primeros verdaderamente planetarios por estructura y/o alcances en la Historia. Si la década del noventa fue pródiga en mostrar procesos de unificación global en el campo económico, en el milenio inaugurado por el 11 de septiembre ningún campo está excluido del proceso, como la aparición de la primer red terrorista global ha demostrado. Con sus finanzas basadas en paraísos fiscales desterritorializados, su ejército multinacional, su red planetaria de comunicaciones y sus células dormidas de inmigrantes en los países avanzados, al-Qaeda ha hecho propias las estrategias de organización del sistema financiero y las corporaciones económicas globales: desterritorialización, organización en red, cosmopolitismo, manipulación de las divisiones nacionales en beneficio propio, uso intensivo de las tecnologías avanzadas. Procesos globales originan, inevitablemente, estructuras globales que intentan controlarlos o manipularlos en su favor. La cuestión decisiva del milenio que apenas comienza es pues la forma (elitista o democrática, cooperativa o competitiva, pacífica o determinada por el poder militar) que adoptará el manejo de las grandes redes globales de las que depende el futuro de la humanidad.

* En cuarto término, el 11 de septiembre ha demostrado que la diferenciación del orden social en sistemas relativamente autónomos señalada por Weber se transforma en ASINCRONIA en un contexto acelerado. Vivimos ya en un mundo más temporal que espacial, en el cual cada subsistema moderno (el tecnológico, el económico, el político, el cultural) evoluciona a una diferente velocidad de acuerdo a su capacidad de adaptarse a un universo intrínsecamente innovador. En él, la tecnología avanza a la velocidad de la luz, escondida en las redes digitales y en las ondas de los mass-media globales; la economía viaja a la velocidad del sonido, bien resguardada en los maletines de los managers que cruzan el globo en aviones. En tanto, la política y la cultura siguen viajando en tren, emblemático artefacto de los tiempos nacional-industriales, el único de los mencionados capaz de retroceder. El resultado de estas velocidades de evolución divergentes es una enorme asincronía que sobredetermina el universo global, en el que una secta cuyas concepciones políticas son quasi medievales puede disponer de financiación global y tecnologías de última generación y alcances mundiales.


* En quinto lugar, el 11 de Septiembre ha demostrado el enorme PODER DE LAS ESCALAS AMPLIADAS. Si los noventa habían sido pródigos en demostraciones acerca de cómo el sistema financiero global se tornaba determinante sobre economías nacionales cuantitativamente mucho más significativas, la tragedia de Nueva York demostró el inesperado poder que adquiría una red desterritorializada y desanclada sobre el aparato militar más poderoso de la Historia, capaz de destruir el mundo pero ineficiente para proteger el corazón de Manhattan y el Pentágono. Gracias al poder de la escala global de su organización, la minúscula al-Qaeda pudo desafiar a sistemas infinitamente más grandes y poderosos pero atados a una lógica territorial obsoleta.
En un mundo global, lo global determina el centro y lo territorial determina la periferia. En un mundo global, todo poder territorial y nacional es frágil aun cuando sea masivamente infinito, y tan impotente como el poder militar de los Estados Unidos para evitar que una red global armada con cuchillos le vuele medio Pentágono, su propio centro de seguridad.

* En sexto término, la Globalización marca el eclipse de los conflictos territoriales, caracterizados, durante una Modernidad nacional-industrial, por guerras entre naciones-estado de similar estructura y poderío. Esta DECADENCIA DE LOS CONFLICTOS TERRITORIALES Y SU REEMPLAZO POR CONFLICTOS DESTERRITORIALIZADOS Y GLOBALES, implica que tensiones y disputas de tipo asincrónico (mundo subdesarrollado vs. mundo avanzado), sistémico (economía vs. cultura, política vs. economía) y/o asimétrico (estados nacionales vs. redes globales privadas).
Desde la Segunda Guerra Mundial, pasando por la Guerra Fría, los principales conflictos armados se han definido bajo el modelo de “guerra civil” al interno de una Modernidad mundializada, esquema repetido hoy por el modelo “choque de civilizaciones”. Su esencia no es la disputa por un territorio sino la tensión entre dos sistemas de valores (fascismo-democracia, comunismo-capitalismo, modernidad laica-integralismo fundamentalista). Y lo que está en disputa no es una posesión espacial localizada y defendida mediante trincheras, sino un modelo de organización del mundo.

* En séptimo lugar, el 11 de septiembre expresó la VIRTUALIZACION Y DESMATERIALIZACION de las producciones y, por lo tanto, de los factores de poder en la Modernidad globalizada. La masividad, el volumen y la cantidad, viejos paradigmas del poder en los tiempos nacional-industriales, se rindieron allí ante el poder de las organizaciones que adoptan el modelo de red virtual. Pequeños David virtuales y globales pueden así triunfar sobre cualquier desmesurado Goliath material.
La capacidad destructiva de al-Qaeda dependió de su capacidad de anidar y operar en los espacios virtuales. En cambio, su radicación en algún lugar del mundo (Afganistán) y el apoyo de un estado nacional, el talibán, constituyeron sus puntos débiles, que hicieron posible la represalia norteamericana. Una banda de forajidos armados con cuchillitos de cocina conmovió las bases de la política mundial. Al mismo tiempo, como Saddam Hussein puede testimoniar, para atacar al gigante estadounidense los masivos ejércitos nacionales no sólo son impotentes sino contraproducentes. Cuando la economía y la sociedad se basan en el conocimiento, la innovación, la información y la comunicación, lo nacional y lo material se desvanecen en el aire con su cortejo de osificadas creencias. Así, en un mundo finalmente mundial, lo pequeño, si no hermoso, puede ser poderoso, a condición de que se organice virtual y globalmente.

* En octavo término, un mundo post-industrial y post-nacional determinado por el acceso a los flujos globales de conocimientos, capital e innovación, y por la necesidad de organizarse planetariamente, la CONECTIVIDAD se convierte en un paradigma definidor del éxito y la desesperación. Conexiones globales proveyeron a al-Qaeda de militantes, información, células dormidas y financiación. Sin conexiones globales, el estado nacional más poderoso de la Tierra se hubiera quedado sin aliados y sin red de logística, informaciones y suministros.
Que al-Qaeda haya elegido para organizar su base territorial a uno de los países más aislados del planeta, Afganistán, y que en el mismo rigiera un régimen totalitario, tampoco son hechos casuales. En un mundo basado en la conectividad, en el que los territorios más ricos y avanzados son los más intensamente interconectados, toda conexión, cualquiera sea, se vuelve preferible a una completa desconexión.

*
En noveno lugar, la Globalización supone la pérdida de dinamismo y centralidad de las oposiciones y clivajes nacionales y su reconfiguración como nuevas POLARIDADES GLOBALES. Las teorías sobre “el fin de” se refieren al fin de la política, de la Historia, de la Democracia y de la Modernidad nacionalmente organizadas. En cuanto a la diferenciación derecha-izquierda, sólo en la escala nacional en que se torna paulatinamente indiscernible en virtud de su simétrica impotencia tienen estas jeremiadas algún sentido. En cambio, la escala global muestra una explosión de clivajes y tensiones nunca antes vista, en la que diferentes concepciones de la sociedad y del hombre se expresan con un vigor inusitado. El 11 de Septiembre ha mostrado que los asuntos globales, ayer un parágrafo de segunda importancia en las agendas nacionales, ocupan hoy el centro de la escena, reestructuran el espacio político local y determinan las elecciones nacionales con un poder que puede tornarse devastador. El tema de Iraq, un país de relativa importancia en el concierto internacional, fue decisivo en las elecciones de países como Alemania, España y los Estados Unidos. Así, lo global irrumpe en lo nacional, que adquiere un carácter provinciano, en tanto la reconfiguración política global hace pedazos las distinciones cerradamente nacionales.

* Décimo y último, el 11 de Septiembre ha puesto también en evidencia el CARÁCTER ZOMBIE DEL NACIONALISMO EN UN CONTEXTO GLOBALIZADO. Los ataques terroristas, que intentaban ser legitimados en la autonomía y unidad del mundo árabe y en la defensa de los intereses de los pueblos de las naciones subdesarrolladas, han dejado como saldo dos protectorados occidentales en Afganistán e Iraq, miles de muertos entre sus habitantes, un Islam cada vez más escindido entre sus fracciones democrática e integralista, la huida de capitales de los mercados emergentes y una oleada de racismo contra los emigrantes en el mudo avanzado. La respuesta norteamericana, supuestamente dirigida a garantizar la seguridad de los Estados Unidos y sus aliados, ha causado una ola de indignación global que es la mejor garantía de futuros ataques terroristas y ha extendido la zona de conflicto a todo el mundo, especialmente: hacia España e Inglaterra, principales aliados de los Estados Unidos en la invasión a Iraq.
El mundo se escinde en dos fracciones aparentemente enemigas, el tercermundismo victimista y el primermundista chauvinismo del bienestar, cuyas coincidencias son profundas “a pesar” de sus destructivas disputas. No por nada, ambos coinciden en una visión territorialista, nacionalista y autoritaria del mundo, y en el uso de métodos violentos y militares para imponerla. No por nada, tercermundistas y primermundistas muestran un común desprecio por toda forma de organización que supere el angosto margen de la nación-estado, de manera que su método de intervención consiste en acciones globales llevadas a cabo por organizaciones nacionales cuya consecuencia habitual es la destructividad de sus resultados. La penosa actuación de la administración Bush, acaso la más retrógrada de la historia estadounidense, no ha hecho más que reflejar la decadencia de los estados nacionales en un contexto globalizado. Lo que caracteriza esta época transicional no es la impotencia absoluta ni la desaparición de las naciones, sino su creciente incapacidad para cumplir con las funciones para las que han sido fundadas y en las que están legitimadas (digamos: la protección de las vidas de los habitantes de Manhattan o los inundados de Nueva Orleans) unida a una creciente potencia destructiva, capaz de arrasar con la vida humana en pocas horas de holocausto atómico. El 11 de septiembre constituyó un hito histórico porque concluyó una etapa de la Globalización injustificadamente optimista y naive, y mostró el potencial lado oscuro de los procesos globales: en un mundo en el que la humanidad alcanza capacidades planetarias, la destrucción adquiere una escala global de actuación. Por eso, como ha sostenido con agudeza Ulrich Beck, la crítica de los conceptos zombies -territorialistas y nacionalistas- con los cuales pensamos y actuamos, se ha convertido en una cuestión de supervivencia para la entera humanidad.

Fernando A. Iglesias

autor de
“Globalizar la Democracia- por un Parlamento mundial”

viernes, 29 de septiembre de 2006




Con mucho público y las exposiciones brillantes de Elisa Carrió y Juan José Sebreli se llevó a cabo ayer la presentación de "
GLOBALIZAR LA DEMOCRACIA - por un Parlamento Mundial" (Buenos Aires, 268 pág., Manantial, 2006) en la librería Cúspide del Village-Recoleta. Gracias a todos los que vinieron y muy especialmente a Elisa, Juan José, la gente de Cúspide y los editores del libro: Daniela Gutiérrez y Carlos de Santos. Para los que no fueron, les copio algunas fotos.

lunes, 28 de agosto de 2006




Después de bastante trabajo....

YA ESTÁ EN LAS LIBRERÍAS MI NUEVO LIBRO

"GLOBALIZAR LA DEMOCRACIA
Por un Parlamento Mundial"


No tengo aún la fecha de presentación, pero sí sé que se hará en Buenos Aires, Rosario y Córdoba durante el mes de septiembre. Por ahora, la gente de ENFOQUES, suplemento dominical de La Nación dirigido por Carolina Arenes, ha publicado un anticipo con algunos textos seleccionados por ellos. Lo pueden encontrar en http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/enfoques/Nota.asp?nota_id=834816 o leer el texto aquí abajo.
Espero que les interese.
fernando


Hacia un nuevo paradigma mundial

En Globalizar la democracia (Ediciones Manantial) el periodista Fernando A. Iglesias sostiene que la unificación política del mundo hace necesaria la creación de una institución parlamentaria internacional

[...] Ante el avance indetenible de la globalización tecnoeconómica, la unificación política del mundo comienza, nolens volens, a ocupar un lugar en la agenda. La administración Bush, que parece salida de los sueños de Carl Schmith y Leo Strauss y es la expresión embrionaria más temible de algún tipo de unificación mundial por mano militar, se aproxima al ocaso. Su previsible fracaso en Iraq y su incapacidad general, bien evidenciada en el terreno económico y en Nueva Orleans, hacen probable que desaparezca para siempre de escena, llevándose consigo buena parte de un modo nacionalista y militarista de intervenciones políticas globales.

[...] Sin embargo, el tiempo que necesitará la sociedad mundial para superar su actual negativismo y elaborar una estrategia democrática y racional que le permita abordar con posibilidades de éxito sus actuales crisis y conflictos resulta una cuestión bien diferente.

[...] Digámoslo así: ya que las decisiones principales de las que depende el destino de la humanidad se toman hoy en ámbitos en los cuales no existe la Democracia, ser democrático significa hoy trabajar políticamente para hacer llegar la Democracia a los ámbitos en los que se toman esas decisiones principales.

[...] El paradigma particularista de la independencia nacional debe ser reemplazado por el universalista de la globalización de la Democracia, el de la autodeterminación de los pueblos por el de la autodeterminación de los individuos, y el de la soberanía nacional por el de la soberanía de los ciudadanos. La anarquía internacional, la tiranía de las grandes potencias y las diplomacias nacionales deben dar paso a la institucionalización de un estado de derecho global. El escenario nacional-internacional que acumula cinco décadas de fracasos debe dar lugar a un orden global democrático. Los programas tercermundistas de un populismo que tiende a confundir la defensa de los pobres con la defensa de la pobreza, y que consisten en la africanización y cubanización del Tercer Mundo, deben ser evitados a toda costa. La idea de un Occidente que se salva solo, o que salva a todo el mundo gracias a sus ejércitos, conduce a la catástrofe. [...]

Nadie puede saber a priori si un orden democrático global será alguna vez establecido. [...] Menos predecible aún es la vía por la que una Democracia Global puede establecerse. Sin embargo, en el estado presente de la situación parece racional afirmar que la constitución de un Parlamento Mundial, aún embrionario, podría significar un salto cualitativo hacia este paradigma. Es probable que su mera existencia opere como catalizador de las muchas y muy variadas formas que está adoptando la tendencia hacia la unidad política democrática del planeta, entre ellas: la extensión de la Unión Europea, la aparición de embriones de organización unitaria continental en Nortemérica, Sudamérica, Asia y África, los reclamos de reforma democrática de la ONU, el crecimiento exponencial de las ONG globales, el surgimiento del movimiento social mundial y del Forum Social Mundial y el establecimiento de la Corte Penal Internacional, por mencionar sólo las más importantes y recientes.

La creación de una Asamblea Parlamentaria de la ONU (UNPA) combina da con la extensión de la Unión Europea a través de acuerdos con otros continentes democráticamente institucionalizados, que desemboque luego en una Asamblea Mundial Constituyente y en un Parlamento Mundial munido de plenas funciones legislativas me parece la vía más factible, aunque ésta es sólo una opinión entre muchas igualmente válidas.

La idea de un Parlamento Mundial es, en mi opinión, el núcleo de todo el problema. Constituye el centro básico de la apertura de lo que Troy Davis ha caracterizado como "imprescindible debate global sobre la creación de instituciones democráticas mundiales". En lo inmediato, su potencial propagandístico es enorme. Lucio Levi lo ha escrito con belleza y concisión: "¡Por un Parlamento Mundial! es la simple y poderosa consigna que denota la más profunda contradicción de nuestros tiempos: el desequilibrio entre la Globalización y la ausencia de toda institución democrática internacional y global".

Por primera vez en la Historia, los temas de la unidad política mundial, el federalismo mundial, la ciudadanía mundial, la Corte de Justicia Mundial y el Parlamento Mundial se hacen presentes en un mundo verdaderamente mundial, esto es, en un escenario económica y tecnológicamente maduro para su realización. También es evidente que las iniciativas y las actividades relacionadas con su desarrollo no han alcanzado, ni de cerca, la masa crítica que permita la creación inmediata de instituciones democráticas mundiales. Sin embargo, la enorme expansión ocurrida en los últimos años parece indicar que ese momento se acerca.

miércoles, 16 de agosto de 2006


La gente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), que me habían entrevistado para su programa de radio "APERTURA LATINOAMERICANA", ha transcripto el reportaje en su página de Internet: http://www.cadal.org/entrevistas/nota.asp?id_nota=1324
El tema era "¿Qué significa ser hoy de izquierda en América Latina?", por lo que tuve que opinar bastante sobre personas tan gratas como Castro y Chávez, imagínense.
¡Ah! También pueden encontrar la entrevista en el muy buen blog de Alejandro Rozithchner, http://www.100volando.net
hasta pronto
fernando

jueves, 8 de junio de 2006

DEMOCRACIA GLOBAL
MOVIMIENTO POR LA UNIÓN SUDAMERICANA Y EL PARLAMENTO MUNDIAL

Después de algunos meses de trabajo y discusiones, algunos compañeros y amigos preocupados por el déficit democrático del orden global e interesados en la construcción de instituciones, democracia y ciudadanía por encima del nivel nacional hemos fundado un grupo destinado a trabajar con estos objetivos. Nuestra idea es crear una organización no gubernamental e independiente lo más amplia y pluralista que sea posible, que organice el apoyo de los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil, argentinos o no, dispuestos a trabajar con estos objetivos.
Ayer se firmó la Declaración de Principios, que puede leerse debajo, entre cuyos firmantes más conocidos se encuentran Juan José Sebreli, Isay Klasse y Rubén Zorrilla. Todos los interesados en apoyar la iniciativa y participar de su construcción pueden hacer llegar su adhesión a democraciaglobal@ciudad.com.ar o participar de alguna de las dos reuniones informativas que se desarrollarán el martes 20 y el miércoles 21 de junio en lugares y horarios a confirmar en el sitio del grupo:
http://democraciaglobal.blogspot.com
fernando

DEMOCRACIA GLOBAL
MOVIMIENTO POR LA UNIÓN SUDAMERICANA Y EL PARLAMENTO MUNDIAL

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

1. Considerando que la humanidad enfrenta desafíos de alcance mundial que afectan las condiciones de vida de todos y cada uno de los habitantes del planeta; y vista la existencia de una crisis que se expresa en múltiples dimensiones, ya sea como crisis ecológica, económica y demográfica, ya sea como pérdida de control de la tecnología y del monopolio de la violencia por parte de los estados nacionales

2. Considerando que la revolución científico-tecnológica y la globalización de los procesos económicos han implicado profundos cambios sociales; y visto que generan un manifiesto desequilibrio de poder entre las organizaciones económicas globales y las instituciones políticas nacionales

3. Considerando la progresiva dificultad de los estados nacionales para desempeñar las funciones para los que fueron creados y promover un mundo regido por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, y vistas las consecuencias de la erosión de sus capacidades en términos de pérdida de legitimidad de la democracia representativa

4. Considerando que las acciones de las instituciones internacionales desconocen los principios democráticos que proclaman respetar; y vista su ineficacia para preservar la paz mundial, combatir el terrorismo global, evitar los abusos de poder de los estados más poderosos, liderar un proceso mundial de desarme, asegurar la vigencia planetaria de los derechos humanos, castigar imparcialmente los crímenes contra la humanidad, hacer respetar el estado de derecho y la ley internacional, desterrar la pobreza e impulsar la educación, la cultura y la ciencia mundiales en el contexto de la sociedad de la información y el conocimiento

5. Considerando que en un mundo global no habrá espacio para las democracias nacionales sin construir democracia por encima de las naciones-estado en cada uno de los niveles en que es urgente adoptar decisiones políticas a la altura de los desafíos de la globalización; y visto que el encogimiento del espacio, el auge de la conectividad y el aumento de la interdependencia de todos con todos están configurando a la humanidad como unidad social fundamental y verdadera comunidad de destino...

los miembros de Democracia Global (Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial) sostenemos que no habrá solución a los problemas y crisis globales sino a través de la construcción de una red de decisiones políticas globales basada en:

- el principio democrático, que proclama que todos los seres humanos tienen derecho a participar de las decisiones que afectan su propia vida

- el principio igualitario, que considera que esta participación debe basarse en el valor “un hombre = un voto” sin distinción alguna de “raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”, según lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU, 1948)

- el principio institucional, que advierte que no hay democracia sin instituciones democráticas ni verdaderos derechos humanos sin instituciones universales responsables de su protección y promoción

- el principio representativo, que establece que todos los seres humanos tienen derecho a ser elegidos representantes y a elegir sus propios representantes

- el principio parlamentario, que sugiere que el Parlamento es el corazón del sistema democrático y un modelo irremplazable de comunicación intercultural capaz de convertir el pretendido choque de civilizaciones en un diálogo civilizado

- el principio federal, que asegura la división del poder en diferentes niveles (municipal, provincial, nacional, continental, internacional y mundial), cada uno dedicado a la deliberación y resolución de cuestiones relativas a la propia dimensión y escala

- el principio de subsidiariedad, por el cual toda cuestión debe ser considerada en el nivel de decisión más reducido y local que sea capaz de asegurar la representación de todos los afectados y de proveer racionalmente a su resolución

- el principio de responsabilidad, que determina que las instituciones y los representantes deben rendir cuentas ante los ciudadanos y que los ciudadanos tienen obligaciones, y no sólo derechos

- el principio civil liberal, que exige el pleno respeto de la libertad de expresión, las libertades individuales y los derechos humanos como base de la convivencia política y social

- el principio de la transparencia, que exige que las deliberaciones de las instituciones sean abiertas y sujetas al público conocimiento

- el principio de la paz, que señala que ésta es condición necesaria para la plena vigencia de los principios anteriormente enunciados

Por todo ello, nos pronunciamos a favor de:

* La creación de una Unión Sudamericana dotada de instituciones políticas y económicas continentales, desde el mercado común a la moneda única, desde una Constitución federal hasta un Parlamento y una Corte de Justicia, que concrete los sueños de unidad de los libertadores de sus naciones y las aspiraciones de sus habitantes a la paz, el desarrollo, la democracia y el progreso social

* La democratización de las instituciones internacionales, cuya estructura actual es producto del mundo de postguerra y cuyas limitaciones actuales favorecen a los estados más poderosos, las someten a su voluntad y las sumergen en la impotencia y el descrédito

* La creación de instituciones democráticas mundiales, comenzando por un Parlamento Mundial elegido directamente por los ciudadanos que sea capaz de legislar a favor de los intereses comunes de la humanidad, de proteger y generar bienes públicos mundiales, de promover la validez universal de los derechos humanos y de institucionalizar una ciudadanía mundial complementaria de las nacionales y basada en un profundo sentimiento de pertenencia a la comunidad humana universal

* La complementariedad y mutua dependencia de estos tres objetivos, y su carácter de aspectos interdependientes de la construcción de democracia y ciudadanía en todos los niveles, del municipal al mundial

El concepto de Democracia Global no debe ser entendido como desaparición de los estados nacionales en beneficio de la concentración de poder en instituciones mundiales burocráticas y centralizadas, sino como creación de una red subsidiaria de instituciones federales capaces de aplicar a escala supranacional los mismos principios que son hoy reconocidos como legítimos y efectivos en el nivel nacional.
La unidad política y la igualdad de derechos no deben ser confundidas con la uniformidad lingüística, religiosa o cultural. La protección de todas las diversidades compatibles con el respeto de las minorías y de los derechos humanos, y la promoción del derecho individual y universal a ser diferente forman parte de los objetivos principales de un orden democrático global.

Así como las amenazas a la vida y la civilización son enormes y crecientes, también lo son las posibilidades y promesas creadas por la revolución tecnológico-económica. Su desarrollo es ya suficiente para que todos y cada uno de los seres humanos tenga una vida digna y a salvo de la miseria, el miedo y la opresión. Si esto no es así, la mayor responsabilidad recae en el deficiente sistema político-institucional, que pretende regular el mundo de los medios de comunicación digitales, de los mercados financieros globales, de la sociedad de la información, de las redes mundiales y de la revolución biogenética con métodos, instituciones y prácticas similares a las que eran efectivas en los tiempos del telégrafo y el tren a vapor.
Globalizar la Democracia es democratizar la Globalización. Ante la aparición de instituciones dotadas de poderes de alcance mundial como la Organización Mundial del Comercio, el Consejo de Seguridad de la ONU, la OTAN, el Fondo Monetario Internacional y el G8, la verdadera cuestión no reside ya en si un orden político global puede o debe ser creado, sino en si su carácter ha de ser elitista, opaco y centralizado como en el presente, o democrático, transparente y federal.

Para evitar todo riesgo de concentración y abuso de poder, las instituciones que regulen un orden democrático global deben ser constituidas por medios pacíficos y a través de un debate abierto del que participen todos los ciudadanos del mundo y todas las organizaciones democráticas de la sociedad civil mundial. Democracia Global (Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial) convoca a todos ellos a unir sus esfuerzos a los nuestros a favor de su impulso y organización.
Democracia Global