DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

viernes, 9 de mayo de 2008

Ver Editorial de Horacio Verbitsky

EL INOXIDABLE VERBITSKY
Publicado en "CONTRAEDITORIAL" 1 DE MAYO DE 2008

Cuando se leen las arbitrariedades que escribe Horacio Verbitsky se entienden inmediatamente los errores garrafales que sigue cometiendo el Gobierno. Y no aludo aquí a las capacidades de monje negro del kirchnerismo que tantos le adjudican, sino a algo más simple: si un individuo culto e informado como él es capaz de enunciar tamañas provisoriedades, ¿qué puede esperarse de un Gobierno dirigido desde las sombras por Néstor Kirchner?
Verbitsky ataca de entrada con su habitual tendenciosidad brillante: “… el gobierno les regaló un impensado baño de multitudes a Carrió y la Sociedad Rural. Pero la comparación entre diciembre de 2001 y marzo de 2008 es sólo una expresión de deseos de quienes fantasean con tumbar a CFK”, escribe. Magistral. Con un solo golpe, nuestro Emile Zola de ferretería adopta un tono falsamente crítico para decir enseguida lo que en verdad quiere decir: que Carrió es la Rural y que desea tumbar a Cristina Kirchner. Ahora bien: ¿el paro agropecuario y los piquetes en las rutas los organizaron los aristócratas sucesores de Martínez de Hoz o más bien los chacareros de la Federación Agraria, que ayer nomás el buen Horacio contaba indubitablemente dentro del “campo nacional y popular”? ¿No es algo contradictorio decir que el cacerolazo fue un evento organizado por señoras paquetas de Recoleta, esas desagradables vecinas de los Kirchner, y salir después a sostener que son capaces de desestabilizar al Gobierno? ¿No era el kirchnerismo además, hace apenas cinco meses, el único conglomerado político ungido de gobernabilidad invencible? Más allá de la presencia de la trasnochada Cecilia Pando y de cinco de sus impresentables primas en la Plaza: ¿hay alguna razón para pensar que esté en marcha un golpe militar? Y si lo que se teme es un golpe cívico, ¿no haría mejor Cristina en mirar dentro de su propio partido y controlar a ciertos pilotos de tormenta que ya se están probando de nuevo el casco y el buzo antiflama, digo: a esos camaradas de ruta del kirchnerismo de ayer, humildes salvadores de la patria pasados de un día para otro (desacuerdo en la repartija de cargos mediante) a formar en las filas de Al Capone?
Sigue Verbistsky: “… el gobierno que impulsó el castigo a los responsables de aquella dictadura”. ¿Se ha olvidado ya de los años aciagos en que la doctora Carrió (y Alfredo Bravo, y Patricia Walsh) insistían solitariamente en la derogación del Punto Final y la Obediencia Debida, mientras Cristina Kirchner y los legisladores y funcionarios pejotistas que hoy la asisten no bajaban a las cámaras para no dar quorum? En cuanto a “fijar la redistribución del ingreso como una meta central”, el Gobierno de Cristina bien puede darse de nuevo el lujo ya que nada se ha avanzado en este campo en los cuatro años de gestión de su marido. Hasta las estadísticas del INDEK muestran que la relación entre el ingreso del 10% más rico de la población y el 10% más pobre sigue fluctuando alrededor del 28 a 1, a pesar de los cinco años de crecimiento. Así, debido a las limitaciones del modelo K, los sectores más vulnerables de la población han mejorado su situación solamente gracias al crecimiento macroeconómico; fenómeno que hace quince años se describía como “efecto derrame”. Hoy, lejos de ser una “alternativa superadora”, el kirchnerismo ha logrado pasar del derrame a la sequía: durante el último año el país siguió creciendo al 9% en tanto la probreza y la indigencia también crecieron debido a una inflación superior al 20%. Pero decirlo, por supuesto, es hacerle el juego al neoliberalismo, y sostener que para los pobres del país sería mucho mejor que la economía creciera al 5% con una inflación de un dígito es ser partidario de enfriar la economía, es decir: estar a favor del hambre de los niños.
Las aporías de don Horacio siguen con la descripción de la hecatombe de la Alianza, hábil comodín utilizado para sugerir la idea: Alianza = Coalición Cívica. Ahora bien: ¿quiénes eran los sectores decisivos de la Alianza si no el aparato radical que en las pasadas elecciones se dividió entre los radicales K y el voto a Lavagna, más el Frepaso pasado hoy masivamente a las filas kirchneristas, empezando por su indiscutible líder, el Chacho Álvarez? También la idea de “demonizar a D’Elía” es curiosa. Lamento tener que insistir con lo que le he dicho personalmente: D’Elía se demoniza solo cuando golpea a ciudadanos que tienen el mismo derecho que él a manifestarse y cuando dice lo que piensa con palabras cargadas de odio e indignas de un maestro. Los trecientos camioneros enviados por Moyano a romper los cortes tampoco son –en efecto- la Triple A, y es por eso que desobedecieron a su jefe que los mandó a hacer de rompehuelgas; un jefe de quien mucho nos gustaría conocer los transcursos por el CNU, que Verbitisky podría investigar con esa capacidad de sabueso policial que lo caracteriza. Sería interesante también que los diputados oficialistas bajaran al recinto la próxima vez que la Coalición Cívica proponga la ley que sanciona como crímenes de lesa humanidad los de la Triple A, de manera que puedan ser juzgados y no haya impunidad para nadie, como prometieron hace años los Kirchner. En cuanto a la frase “creer que la ciudadanía se evidencia en el color de la piel o la calidad del vestuario son demasías autodescalificatorias” me parece la única decente del inoxidable artículo del inoxidable Verbitsky, pero presenta un pequeño inconveniente: habría que hacerle comprender su contenido a D’Elía, así no dice barbaridades la próxima vez que se le “suelte la cadena” (sic).
Decir que “desde que cerró el escrutinio, Carrió se propuso desmerecer el resultado” es, sí, una demasía. “Escrutados el 45 por ciento de las mesas y el 33 por ciento de los votantes del país, la tendencia confirma como presidente a Cristina Fernández y felicitamos y reconocemos su victoria", sostuvo la doctora Carrió con impecable reponsabilidad cívica a la 1.30 hs. de aquella noche. Cualquiera puede comprobarlo mediante un rápido googleo. Yo estaba en ese palco. Había sido un pesado día marcado por el robo de boletas y el fraude patriótico en el conurbano. Desafío a Verbitsky y a cualquiera a que encuentren ejemplos parecidos de reconocimiento del triunfo ajeno con el 45% de las mesas escrutadas, el 33% de los votantes y un margen de seguridad del 3% (a esa hora, daban a Cristina con 43% sobre el 40% necesario para evitar el ballotage). Pero si lo que quiere Verbitsky es que Carrió y la Coalición Cívica dejen de criticar al Gobierno por el simple hecho de que el mandato de Cristina Kirchner es legítimo, cosa que nadie duda, puede ya abandonar sus esperanzas. Aquí y en cualquier lugar del mundo la obligación de la oposición es controlar y criticar al Gobierno cuando no está de acuerdo con sus medidas. Cuatro millones y medio de ciudadanos nos han votado para eso y no nos vamos a bajar de ahí aunque nos aporreen y amenacen los batatas…. Perdón… Batatas eran –según Pagina12- los de Menem y Pierri. Decírselo ahora a D’Elía es discriminatorio… Perdonen.
La denominación “Coalición Cívica Libertadora” es una infamia que dice poco de quienes, equivocados o no, soñamos con un país regido por la ética, la república y la distribución del ingreso. En cambio, la pretensión de poner en una misma bolsa a Elisa Carrió y al Almirante Rojas describe implacablemente los métodos calumniosos del inoxidable Verbitsky. Por lo que se refiere a las críticas a Prat-Gay y la derechización de Carrió puedo sólo señalar que la distribución del ingreso es uno de los tres principios fundantes de la Coalición Cívica, recordar que el ingreso ciudadano a la niñez y la ancianidad (es decir: planes universales y no clientelares de asistencia) forman parte de nuestro compromiso de gobierno, y opinar que la práctica económica que propone Prat-Gay no se disocia de lo que haría un ministro de Lula, Bachellet, Tabaré Vázquez o Rodríguez Zapatero. Aquí no. Aquí no hay centroizquierda ni progresismo que valgan sino el populismo nacionalista de los Verbitsky y los Kirchner, capaz de desaprovechar una de las mejores oportunidades históricas del país, de propiciar el caos en una situación externamente favorable como nunca y de, si las cosas estallan por la inflación, la crisis energética o la deuda creciente como en 1989, harán como Alfonsín: no dirán “nos equivocamos” sino “ha habido un golpe de estado comandado por la patria financiera”. Así tendremos, como entonces, no a un socialdemócrata estilo Prat-Gay sino otros diez años de neocavallismo a manos del ministro que inventen Macri, Duhalde o Scioli, tres pejotistas de corazón.
Quisiera también mencionar las cuatro afirmaciones que hizo Alfonso Prat-Gay en la conferencia en que la Coalición Cívica propuso su plan alternativo para el campo: el modelo no es redistributivo, la retenciones no son un mecanismo de redistribución bajo el esquema K, la inflación es el problema más grave (y el gobierno no lo quiere ver), y el modelo se agota (ya que mientras el país sigue creciendo la probreza ha empezado también a crecer). He hecho llegar a la redacción de Contraeditorial los gráficos -basados en datos oficiales- que prueban todas estas afirmaciones, para que los publiquen o los pongan a disposición de Verbitisky y de todos los interesados, inoxidables o no.
Qué curioso resulta que Verbitsky y su amada Presidenta sigan enumerando los desastres del país, su inicuo sistema fiscal, sus trenes de carga destartalados, sus peones agrarios que trabajan (¡el 70%!) en negro, su IVA al 21%, su sojización, sus niños con hambre en medio de un océano de alimentos, como si fueran culpa de la oposición y no de un Gobierno que controla todos los resortes del estado desde hace cinco años. Un Gobierno que en el camino hacia su decadencia se olvidó de la reforma fiscal, del nuevo régimen de coparticipación federal, de la restructuración de los ferrocarriles… para no hablar de la nueva política, la redistribución de la riqueza y el país en serio.
Para qué seguir… El óxido de la duda y el arrepenetimiento jamás corroerá a inoxidables como Horacio Verbitsky, que se pasó haciendo macanas en los Setenta y ahora vive de escribir sobre las que hicieron los demás. Quisiera aprovechar mis últimas líneas para responder a su chantaje, el preferido por el pejotismo que ha gobernado este país dieciséis de los últimos dieciocho años con resultados que no hace falta mencionar: la acusación de gorila a todo aquel que no se pliega a su lógica corporativa. Lo haré dirigiéndome a todos los que desde el peronismo o la centroizquierda votaron a Cristina Kirchner para preguntarles una sola cosa: ¿se sienten representados por la última Plaza de la Presidenta, la Plaza de los cincuenta pesos y los choripanes, la Plaza de los intendentes, los Moyano y los D’Elía? Si eso es el progresismo y la centroizquierda mucho me alegro de no pertenecer, como sí pertenece Verbitsky.

15 comentarios:

Unknown dijo...

Buenisimo Fernando, hay que ver si tipos como Verbitsky pueden mirar a sus hijos a los ojos despues de defender ante millones las cosas que estan haciendo con nuestro país...

haciendo marcas dijo...

pborrelli123
Verbitsky no tiene hijos.
Tiene batracios.

Pablo dijo...

Hola Fernando,
Supongo que mencionar el tema en la nota hubiera significado irse a otro tema, pero, ¿no crees que Verbitsky fue responsable de los asesinatos cometidos por Montoneros y que esos crimenes deberían ser considerados imprescriptbles por tratarse en muchos casos de vícitmas "inocentes"?es decir, "daños colaterales", o fuera del ámbito del combate, incluso ni siquiera "blancos militares"? Me gustaría pensar que opinás vos al respecto y si la CC tiene auna postura definida frente a este tema. Gracias. Te mando un abrazo.

Fernando A. Iglesias dijo...

Hola. Por favor, no insulten a nadie en mi blog. Se da además la casualidad de que conozco a uno de los hijos de Verbitsky de la milonga y es un chico muy correcto y agradable. No imitemos lo peor.
Pablo: no, no creo que corresponda aplicar la categoría "crimenes contra la humnaidad" a los excecrables crímenes cometidos por los Montoneros. No soy un jurista pero creo que no alcanzaron la masividad ni tuvieron un apoyo aunque fuera indirecto del Estado. Mucho menos me parecen igualables a los cometidos por la dictadura militar.
saludos

Fernando A. Iglesias dijo...

execrables (y no excecrables), disculpen ;0)

John Galt dijo...

Fernando, el protocolo de roma considera crimenes de lesa humanidad a los cometidos por el estado, y a organizaciones ajenas a este, es decir, considera a los crienes cometidos por quienes se dicen representar al pueblo, como de lesa humanidad, (articulo 7º) pero tambien deja aclarado que dicho acuerdo no puede ser aplicado en forma retroactiva, es decir anterior a su aprobacion en 1985, o sea que ni los crimenes de la dictadura, ni la triple A ni los montoneros pueden estar juzgados con la aplicacion de dicho protocolo.
lo uqe sucede en este pais es que la corte surema considero crimenes de lesa humanidad a los cometidos por el estado dejando de lado lo que expresa nuestra carta magna, que considera como ley suprema de la nacion los tratados y acuerdos internacionales (articulo 31 de la constitucion nacional).
es decir una vez mas, nuestra constitucion paso a ser un mero libro...
saludos

Fernando A. Iglesias dijo...

Efectivamente. Por eso no se puede apelar al estatuto de Roma, y en los demás ódigos la exigencia de la participación del estado está siempre presente. Por eso es que los crímenes de la Triple A, desarrollados con apoyo del Ministerio de Bienestar Social de López Rega sí entran en la definición.

pau dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
pau dijo...

Aplaudo de pie!!
Concuerdo a pleno tanto en lo racional como en lo viceral. Y además me gusta cómo está puesto.

Carlos dijo...

Sr Fernando Iglesias:
Más allá de que su nota me parezca mediocre y falta de contendidos; quiero hacer incapié solo en una cuestión: derechos humanos.
Hay un parrafo en la nota, donde usted trata de hacer un llamado al recuerdo de cuando Elisa Carrió "pregonaba" la abolición de las leyes de la impunidad (obediencia debida y punto final).
Ahora bien, yo quisiera también hacer un llamado a los más "memoriosos" (sigue en otro com.)

Carlos dijo...

Porque yo viví esa época, y escapando de la gente que hoy al costado de la ruta dice representar a los humildes, terminé en el Chaco. Donde la gente no paraba de gritar a los 4 vientos; que ELISA CARRIO, CAJONEABA LOS HABEAS CORPUS DE LA GENTE QUE EL TERRORISMO DE ESTADO, ASESINABA,DESAPARECIA, VIOLABA, ETC.
¿SE ACORDARA DE ESO LA SEÑORA CARRIO?
¿O solo tenemos memoria para recordar ciertas cosas?
Mis más debidos respetos.
Carlos Polimentti.

Fernando A. Iglesias dijo...

Estimado Carlos,
gracias por lo de mediocre. Tratándose de la Argentina K no estar por debajo de la media universal es ya un logro. En cuanto a lo que escribe sobre la Dra Carrió: no puedo tener memoria de lo que no viví, ni presencié, ni nunca me dijeron. Si tiene usted alguna prueba de lo que dice la consideraré con mucha atención.
cordialmente

Pablo dijo...

Rolo, Fernando, una pregunta: si el protocolo de Roma no estaba en vigencia durante esa época, entonces ¿qué norma legal internacional regía?
Gracias.

Fernando A. Iglesias dijo...

Ninguna norma internacional o universal, en términos estrictos. La CPi es, justamente, el primer tribunal permanente para juzgar este tipo de crímenes, de ahí su valor. Todos los demás fueron creados ad hoc, al menos, hasta donde yo sé.

John Galt dijo...

pablo, como bien dice fernando iglesias, no existia ninguno, lo unico que se podria decir era aplicar las resoluciones de la convencion de ginebra, pero tampoco fue una guerra.
los famosos juicios de nuremberg, se basaron en esta convencion porque si hubo una guerra, pero solo entran en la categoria de prisioneros de guerra los judios encerrados en campos fuera de alemania.
por eso los crimenes cometidos durante la dictadura al no poder aplicarse una norma internacional no son juzgados por la corte internacional. por eso la justicia argentina considera lesa humanidad a los crimenes cometidos por el estado. pero si ahora surje algun grupo que dice representar al pueblo y comete crimenes, si pueden establecerce bajo el protocolo de roma.