DISCURSO EN LA CAMARA DE DIPUTADOS
PROYECTO DE REFORMA DE JUBILACION PRIVADA
Taquigrafico 6 de noviembre de 2008
Señora. Presidenta (Vaca Narvaja).- Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.
Sr. Iglesias.- Señora presidenta: me causa cierta perplejidad que en una sesión definida como histórica por el diputado que habló por la mayoría, una sesión que va a cambiar la historia del país, en el momento en que hablan los representantes de los bloques opositores los integrantes del bloque de la mayoría presentes en el recinto no llegan a diez.
Voy a empezar por la palabra ideología, porque muchos despistados creen que pertenece a la tradición conservadora. Me refiero a la crítica de la ideología como un fantasma destinado no a descubrir la realidad sino a ocultarla. Esta idea de ideología no como un conjunto de ideas sino como un velo que cubre la realidad pertenece a la tradición de la izquierda. Fue Karl Marx, en “La ideología alemana”, quien afirmó que las ideas dominantes son las de la clase dominante. ¿Y qué clase dominante tiene hoy la Argentina si no la que está organizada alrededor del pejotismo, cuyo centro y matriz es el saqueo, un día con la privatización y otro día con la estatización? Esta es la verdadera oligarquía que se ha llevado puesto el presente del país y con esta ley inicua quiere hoy llevarse puesto también el futuro.
El punto a discutir no es el sistema estatal o el privado, no es sobre un régimen previsional sino sobre si vamos a habilitar el acceso a treinta mil millones de dólares que pertenecen a los jubilados argentinos, y no a las AFJP, a un gobierno basado en la corrupción estructural. No hablo en vano; hablo de Skanska, de los fondos de Santa Cruz, del baño de Felisa Micheli, de las tierras de El Calafate compradas sin licitación a precio vil y vendidas por una fortuna, de una campaña electoral pagada por traficantes de efedrina, por donantes que no habían donado nada, por valijazos en aviones estatales que nadie pudo ni puede explicar. Hablo de un gobierno irresponsable que hace un mes hablabla del desacople y se burlaba de las desgracias ajenas mencionando el efecto “jazz” y que hoy dice que tiene las cuentas en orden pero quiere pegar un tremendo manotazo fiscal.
Señora presidenta, la discusión entre estatal y privado no tiene sentido cuando la regla en el país es que el privado roba en complicidad con el Estado y el gobierno se quiere llevar todo después.
Daré algunas cifras para que tengamos idea de la magnitud de esta operación. Estamos hablando de treinta mil millones de dólares, el 9 por ciento del PBI argentino. La famosa maniobra con la que el gobierno de Bush pretendía rescatar la economía mundial era el 4 por ciento del PBI de los Estados Unidos. Acá estamos hablando comparativamente de más del doble, en una sesión histórica en la que los diputados de la bancada oficialista brillan por su ausencia. Se trata de una suma enorme, escandalosa, que pertenece a los jubilados argentinos no sólo por las leyes de la década del ‘90 sino porque el año pasado el Parlamento argentino les dio la libertad de optar.
Señora presidenta: No se gobierna un país con la mentira ni tampoco con un ojo en las encuestas y el otro en los titulares de los diarios. Los problemas que se patean hacia delante tarde o temprano llegan. Y ya que estamos en tiempo de discursos religiosos –como los que hicieron algunos diputados preopinantes‑ quisiera que en el momento de votar todos pensáramos en esa frase bíblica que dice: “Cosecharás tu siembra”, porque vamos a cosechar lo que hoy sembremos.
Tiene razón la señora presidenta, Cristina Kirchner, cuando dice que no quieren estatizar. Es cierto, no quieren estatizar; quieren kirchnerizar. Conciben al Estado como propiedad del gobierno y al gobierno como un bien ganancial del matrimonio K. Por lo tanto, el problema no es si el sistema estatal o si el privado sino el iceberg corporativo del cual el Pejota es simplemente la parte emergente. Es un iceberg que se está llevando puesta a la Argentina y que tiene clientelismo para arriba y para abajo. Para arriba, el clientelismo es capitalismo de amigos y subsidios. Para abajo, es dependencia de los punteros para sobrevivir, los que condicionan el voto y hacen lo que hicieron en la última elección.
Este iceberg se hizo presente en las plazas, en esas plazas que todos los peronistas que se acuerdan con nostalgia del 17 de octubre de 1.945 habrán mirado con vergüenza: las plazas de los intendentes del conurbano, las plazas de las patotas, las plazas de las burocracias sindicales. Ese es el Pejota hoy, el pejotismo del que hablaba hasta ayer Néstor Kirchner; ese es el Pejota que ayer era privatizador y hoy es estatizador. Es el Pejota que ha gobernado diecisiete de los últimos diecinueve años en la Argentina con consecuencias que no hace falta mencionar.
Cuando hay robo y saqueo no hay Estado ni hay privado, Señora Presidenta. El gobierno dice que las AFJP roban y timbean con la plata de los jubilados. Me pregunto: si es así, ¿quién los ha dejado robar y timbear en los últimos cinco años? También me pregunto, como en el caso de Aerolíneas, cómo es que un gobierno que no supo siquiera controlar y fue cómplice del saqueo se propone hoy como garantía de gestión. Y me pregunto dónde van a poner la plata. ¿En el Banco Nación, que tiene su propia AFJP y cuyos fondos están afectados por los DNU? ¿En el Banco Central, que no puede siquiera defender las reservas del país? ¿En la ANSES, que compra Letras al Tesoro al 9 por ciento en pesos –para ser más precisos: siete mil millones de pesos‑ mientras el gobierno le pide prestado a Chávez al 15 por ciento en dólares? Imagínese el agradecimiento de tantos compañeros bolivarianos y los aviones que vuelan entre Caracas y Aeroparque llenos de agradecimiento.
Señora Presidenta, si pagar 9 por ciento en pesos a los jubilados argentinos y 15 por ciento en dólares a Chávez no es la timba financiera, ¿la timba financiera dónde está?
Al gobierno le gusta hablar de la memoria, y por eso yo voy a hacer algo de historia, historia de la estafa y del saqueo. El saqueo arranca con un combo legislativo del que formaban parte tres aspectos: la privatización de YPF, las regalías a las provincias petroleras y la creación de las AFJP. El artículo 163 de la ley de privatización de una compañía petrolera –caso único en el mundo‑ habla de jubilaciones. Y el artículo 163 de la ley de creación de las AFJP –caso único en el mundo‑ habla casualmente de la privatización de YPF. Y están los discursos que no me dejan mentir. Está el discurso de Cristina Kirchner en la Legislatura de Santa Cruz, instando a los legisladores a aprobar rápidamente la privatización de YPF porque así llegaban los fondos frescos de las regalías supuestamente mal pagadas a las provincias. Seiscientos millones de dólares, por nombrar una provincia cualquiera, a Santa Cruz. Y ahí está Parrilli, hoy Secretario General de la Presidencia y entonces miembro informante en esta misma Cámara a favor de la creación de las AFJP. Y ahí estaba Kirchner también haciendo lobby por las provincias petroleras, porque le venían seiscientos millones de dólares de supuestas regalías mal pagadas. Y de ahí salen los famosos fondos de Santa Cruz que como Troilo siempre están volviendo, pero que nunca se sabe dónde están.
Sigue la historia del saqueo cuando se obliga a las AFJP a invertir el 55 por ciento de los fondos de los jubilados privados argentinos en bonos de la deuda del Estado, para financiarlo. Fue una maniobra iniciada por Cavallo y convalidada por Duhalde y por Kirchner. Y fueron esos bonos en poder de los jubilados los que el gobierno de Kirchner y Lavagna defaultearon en el año 2005. Fueron esos bonos en poder de los jubilados los que cambiaron por papelitos de colores ajustables por CER. Y fueron esos bonos los que volvieron a defaultear con el INDEC de Moreno, cuando en vez de pagarles a los jubilados la verdadera inflación, superior al 25 por ciento, les pagaron el 8 por ciento que decía el INDEC de Moreno y el valor de los bonos se pulverizó.
Esa es la historia del saqueo. Lavagna lo hizo. Kirchner lo hizo. Y lo hicieron hablando de antiimperialismo y de un progresismo muy curioso que consiste en defaultear los bonos y pagarles con 60 por ciento de quita a los jubilados argentinos, y pagarle por adelantado, sin quita y en dólares, al FMI.
Señora Presidenta, con la excusa de la intervención del Estado el Gobierno dinamita las bases de legitimidad del Estado, porque el Estado es Estado de Derecho o no es nada, o es una amenaza, o es Alí Babá…
¿Cuáles son las bases jurídicas y legales de un régimen jubilatorio que queremos sancionar hoy y que borra con el codo lo que escribió esta misma Cámara hace un año con la mano? ¿Sobre qué bases legales se va a asentar esta ley? ¿Qué va a impedir nuevamente que el próximo gobierno, sea del color político que sea, vuelva a cambiar la ley jubilatoria como se le antoje? ¿Estas son las famosas políticas de Estado de las que habla el Gobierno? ¿Vamos a tener un régimen jubilatorio cada cuatro años según sea quien gobierne? Una ley para treinta años discutida y sancionada en 30 días, y los fondos ahorrados durante catorce años dilapidados en una sola campaña electoral. ¿Estas son las políticas de Estado?
Señora presidenta: los argentinos ya tuvimos demasiado Estado sin Estado de Derecho y sabemos a dónde lleva eso. Los argentinos ya tuvimos suficientes presidentes de facto militares como para que hoy tengamos que soportar un presidente de facto civil.
- Varios señores diputados hablan a la vez.
Sr. Iglesias.- Las leyes no se sancionan en abstracto sino en un marco jurídico y legal. ¿Cuál es ese marco jurídico y legal…
- Varios señores diputados hablan a la vez.
Sr. Iglesias.- ¿Cuál es el marco jurídico y legal desde donde se pretende sancionar hoy esta norma? Ese marco es el de los decretos de necesidad y urgencia de una presidenta que antes los criticaba y decía que nunca los iba a firmar. Ese marco es el de una ley de emergencia económica que todavía está vigente. Ese marco es el de los superpoderes que la Constitución argentina sanciona como infame traición a la Patria.
¿Quieren hablar de reforma previsional en serio, en un país en serio? Entonces, eliminen los superpoderes, deroguen la ley de emergencia económica y supriman los decretos de necesidad y urgencia, y a partir de ahí empecemos a hablar en serio.
Hablan modificar algunos artículos del proyecto. ¿Qué artículo le va a impedir mañana a la presidenta de la Nación pararse en sus famosos atriles y decir que llegó el efecto jazz, que ya tiene preparado el plan “B”, y gastarse el dinero de los jubilados argentinos para lo que se le ocurra? ¿Qué artículo de una ley puede impedir algo en el marco de los decretos de necesidad y urgencia, de la ley de emergencia económica y de los superpoderes? ¿Qué garantías puede dar una ANSES que hace las cuentas de lo que perdieron las AFJP y no presenta nunca las propias cuentas para que los jubilados estatales puedan ver dónde está su dinero y cuánto perdió la ANSES también? ¿Qué garantías puede dar una ANSES que hoy dice ser superavitaria y le paga al 70 por ciento de los jubilados estatales argentinos la vergüenza de 690 pesos? ¿Qué garantías hay de control de estos fondos cuando la Comisión de Seguimiento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que fue creada hace más de un año nunca se reunió y no hay noticias de que se vaya a reunir?
¿Hablan en serio los que dicen que van a votar esto por las reformas que se introdujeron? ¿Qué seguridad puede dar una presidenta que hoy dice que el Estado nunca abandona cuando en el año 2001, cuando se venía la crisis, esa presidenta y su marido tomaron sus fondos personales que estaban en la Argentina y los depositaron en una cuenta en dólares en el Deustche Bank, como figura en la declaración jurada de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner? El mayor crecimiento patrimonial de la pareja se produjo entre el 2001 y el 2002, poniendo los ahorros en dólares y trayéndolos después de la devaluación.
¿Qué garantías puede dar un gobierno cuyo verdadero presidente fue el que se encargó de poner los fondos de la provincia de Santa Cruz en Suiza, de que los fondos de los jubilados argentinos no terminen –como dijo alguien- en las Islas Caimán?
Señora presidenta: dicen que la Coalición Cívica hace una oposición cerril. El año pasado los diputados que hoy forman parte de la Coalición Cívica votaron en este mismo recinto una ley que reconocía a los jubilados el derecho a optar. ¿Con qué cara le van a decir ahora al que eligió quedarse donde estaba que esa ley no rige más y que se ha decidido una cosa diferente? ¿Dónde están los derechos adquiridos? ¿Y qué derechos adquiridos se crean para los próximos jubilados cuando con esta nueva norma estamos violando los derechos adquiridos creados por la anterior?
Hace un año, más del 80 por ciento de los consultados prefirieron quedarse en las AFJP, y no porque les tengan cariño. Seguramente desconfían de ellas, y con muy buenas razones, pero creen que es todavía peor ir de las AFJP a la AFJK. Señora Presidenta: Cuando el gobierno habla del Estado lo hace como si hablara de Robin Hood pero los ciudadanos argentinos, que tienen una larga experiencia, saben muy bien que no es Robin Hood sino que ha actuado, sobre todo con estos gobiernos, como Alí Babá, el jefe de los cuarenta ladrones.
Si estaban preocupados por la crisis internacional y por el futuro de los jubilados privados lo razonable hubiese sido discutir la reapertura, para que quien quisiera pasarse de las AFJP al Estado lo pudiese hacer. Eso era razonable, pero no daba caja. Era razonable bajar las comisiones para que las AFJP cobraran menos, pero no daba caja. Era razonable que las AFJP cobraran comisiones sólo si los fondos daban ganancia, pero no daba caja. Todo esto estábamos dispuestos a discutirlo, pero no daba caja. Por eso nada se hizo y en cambio se elaboró esta ley vergonzosa. Lo que se busca con ella y con este apuro no es hacer cosas razonables en beneficio de los jubilados sino permitir un manotazo a la caja. Esto es lo que estamos discutiendo hoy.
Señora Presidenta, dado que he escrito algunos libros sobre el significado de la palabra “izquierda”, me voy a permitir reproducir lo que ha dicho el fundador del Partido Socialista de la Argentina, presidente de ese partido hasta su muerte, fundador del periódico “La Vanguardia” y de la Cooperativa “El Hogar Obrero”. Dijo este hombre: “Negamos que las empresas deba hacerlas el Estado; ya vendrán ellas si el Estado sabe cumplir sus funciones esenciales que consisten simplemente en la aplicación del Código Civil y del Código Penal, para establecer el respeto por la propiedad y por las personas.” Quien dijo esto se llamaba Juan B. Justo y hubo en Buenos Aires una avenida de veredas rojas en su honor. Espero que cuando voten todos los señores diputados también le rindan honor.
Señora Presidenta, la subejecución de la obra pública es alarmante. Lo digo porque el ministro Tomada y muchos diputados oficialistas hablan desvergonzadamente de usar los ahorros de los jubilados para pagar obra pública. Lo que desde siempre ha sido saquear la plata de los jubilados para financiar al Estado ahora parece que se trata de una hazaña progresista. La mayor parte de los sectores de la obra pública tienen una subejecución monstruosa. Por ejemplo, la ejecución tiene un nivel del 15 o 20 por ciento en la vivienda popular desde el año 2005. Y los sobreprecios de la obra pública son todavía más alarmantes: más del ciento por ciento en el caso Skanska. El presupuesto para la obra pública de la que se habla sigue creciendo verticalmente desde 2003. ¿Dónde están las autopistas, los puentes, los puertos, los ferrocarriles y los subtes, Señora Presidenta? Ya sabemos lo que significa todo esto: caja para De Vido, cuyo ministerio tiene un plan de obras públicas cuyo principal objetivo es el tren bala.
¿Le vamos a dar a De Vido el ahorro de los jubilados? ¿Los señores diputados le prestarían a De Vido un mes de su propio sueldo? ¿Por qué le vamos a dar entonces el control de lo que pertenece a los jubilados argentinos? ¿Qué progresismo es este que le saca a los jubilados para pagar deuda, para el tren bala y para financiar campaña electoral?
Cuando en 1.993 el señor diputado Parrilli, hoy secretario general de la Presidencia, habló en este recinto, se refirió a una bomba de tiempo. Hoy estamos creando una nueva bomba de tiempo; la misma que crea un presupuesto que tiene cincuenta ítems en los que más del 70 por ciento del gasto se va a producir después de 2011. Por eso, no solamente hablamos en defensa de los jubilados privados sino también de los jubilados estatales, que cobran de una ANSES que va a estallar. Hoy se le paga 690 pesos a seis millones de personas que dependen de ella. Estamos hablando del 80 por ciento de los jubilados estatales. Y la ANSES que hoy los hambrea va a tener que incorporar alrededor de nueve millones más de personas, y repartir.
No solamente se está robando a los jubilados que están en el régimen privado sino que también se pone una bomba de tiempo en el régimen estatal, que nosotros queremos defender. Y lo tiene que defender toda esta Cámara. Y el futuro del próximo gobierno, cualquiera sea, lo tiene que defender también toda esta Cámara, tanto el oficialismo como la oposición.
¿Con qué van a pagar? ¿Quién va a pagar los juicios que van a hacer las AFJP y los propios jubilados? ¿Quién se va a hacer responsable del estallido de la caja de la ANSES cuando ocurra? ¿Van nuevamente a decir, como hoy, que diez o quince años atrás se equivocaron y que hay que hacer las cosas de nuevo?
Ya hemos visto esta película. La película de la bomba de tiempo argentina la vimos en 1998. La armó Menem con el endeudamiento. Ahora la arma Kirchner con el régimen de jubilación.
El saqueo comenzó en 1993, cuando el Pejota de Menem creó las AFJP y les dio el 30 por ciento en concepto de comisiones. El saqueo siguió cuando el Pejota de Duhalde y Kirchner consolidó que más de la mitad de la deuda fuera destinada a bonos del Estado que después Kirchner y Lavagna defaultearon. Saquean el presente todos los días cuando hablan de Estado y le pagan una miseria a los jubilados. Y saquean el futuro cuando preparan el estallido de la ANSES con esta ley.
El peronismo, que empezó su trayectoria creando las cajas jubilatorias, hoy quiere cerrar su parábola descendente votando una ley que va a provocar su explosión. El pejotismo del que hablaba despectivamente el doctor Kirchner hasta hace poco es hoy el gran partido conservador de la República Argentina. Es el partido del poder. Es el partido del statu quo. Y el kirchnerismo, que llegó prometiendo un país en serio, una nueva política y distribución de la riqueza, hoy quiere sancionar un mamarracho jurídico que es la expresión perfecta de una manera vieja y corrupta de hacer política, cuya distribución de la riqueza es siempre la misma: a favor de la caja K.
Señora Presidenta, durante este año se abrió una gran expectativa en la sociedad argentina: la de que el Parlamento ‑y en particular esta Cámara- dejaran de ser una escribanía, la de que se acabe la obediencia debida.
En esta sesión histórica –como dijo un diputado preopinante- quiero decirles a todos los legisladores que pensemos en lo que votamos para que no nos hagamos merecedores a un nuevo “¡Que se vayan todos!”
(Aplausos.)