"El oficialismo es un grupo político de características psicopáticas"
Publicado en la revista NCN del 19 de mayo de 2010
El diputado de la Coalición Cívica Fernando Iglesias es uno de los más acérrimos detractores del kirchnerismo. Asegura que "el desprecio de los Kirchner hacia el parlamento es infinito". Y que Cristina Fernández "se cree algo así como la reina de Francia". Con miras al 2011, dice que no es viable que el candidato de la oposición salga del justicialismo
¿Cuán grave es la corrupción del gobierno?
Es cada vez más grave. Desde la Coalición lo venimos advirtiendo desde hace mucho tiempo, cuando Néstor Kirchner tenía el 70% de imagen positiva. Hoy la situación se hace más evidente, los jueces tienen menos miedo y salen a la luz cosas muy claras, como que el célebre valijazo de Antonini Wilson no fue una excepción sino que era la regla.
Usted cita a Néstor Kirchner como el principal responsable, pero ¿qué rol le cabe a Cristina?
Néstor Kirchner ha sido denunciado como jefe de una asociación ilícita y por usurpación de cargo, ya que está ejerciendo como presidente de la Nación sin haber sido elegido para ello. Como es sabido, las principales decisiones de gobierno las toma Néstor, no la presidenta. Nuestra intención siempre ha sido preservar a Cristina Fernández porque es la presidenta de la Nación, y lo que queremos no es que culmine el mandato sino que lo empiece. La suya es una presidencia frustrada por la presencia de su marido. Por eso a quien denunciamos es a Néstor Kirchner, y la intención no es desestabilizadora sino todo lo contrario: queremos que la que fue elegida presidenta de la Nación tome las riendas del gobierno.
¿Lo ha visto a Néstor en la Cámara?
Su ausencia es un ejemplo de que el desprecio de los Kirchner hacia el parlamento es infinito. Se propone primero en la lista de diputados nacionales, decide no ser presidente de bloque, no integra comisiones y se lo vio sólo en una sesión. Otro ejemplo: pese a tener mayoría en las dos cámaras, el kirchnerismo batió el record de decretos de necesidad y urgencia, más por año incluso que su actual protector Carlos Menem.
¿Por qué dice que Menem es su protector?
Porque su ausencia en el Senado es uno de los muchos medios que tiene el gobierno para bloquear el funcionamiento del Congreso. Otro es judicializar todas las leyes que se aprueben, y otro es con el poder de veto. En la sesión en la que se modificó la ley de los DNU, primero (Agustín) Rossi cerró con un discurso dramático, en el que habló de un parlamento malvado que le pone palos en la rueda a la pobre presidenta, y diez minutos después (Jorge) Yoma dijo la verdad: hagan la ley como quieran, que estamos tomando nota para el veto. Esa capacidad del oficialismo para pasar de víctima a patotero es una habilidad típica del psicópata, de un tipo que a la mujer le pega y después le dice que la ama. El oficialismo es un grupo político de características psicopáticas.
Pero ¿no hay responsabilidad de la oposición en el mal funcionamiento del Congreso?
Ha habido un par de episodios, que hemos denunciado oportunamente. Una vez no se quiso dar quórum en una sesión especial, y en otra un grupo de diputados llegó tarde; en ambos casos la Coalición Cívica estuvo ahí completa.
¿No cree que pueda haber cierta connivencia con el gobierno?
No, tal vez algún caso aislado. Sucede que hay dos tipos de oposición: una que cree que el modelo del gobierno es el correcto, pero que los K no son los adecuados para llevarlo a cabo porque son corruptos y autoritarios, y se postulan para llevarlo adelante ellos que no son corruptos ni autoritarios; buena parte de la llamada centroizquierda cree eso. Y hay otro sector que cree que el modelo en sí mismo fracasó, y que es ese fracaso el que genera la corrupción y el autoritarismo.
Lo que dicen los defensores de este modelo es que ese otro modelo es el de la derecha…
Decir que el otro es la derecha tiene una ventaja importante: inferir que el que dice eso está a la izquierda. Y además se utilizan las caracteristicas no como políticas, sino como morales: ser de izquierda es ser generoso, ser de derecha es ser malo y egoísta. La derecha se define en todo el mundo como los sectores conservadores, y a mí me parece que el partido conservador del siglo XXI es el PJ. Es el gobierno conservador de un orden de gobierno mafioso y corporativo, que articula lo peor de la sociedad argentina: los políticos de las provincias feudalizadas del norte y de las petroleras del sur, el conurbano, la patota de D'Elìa, la CGT de Moyano, los capitalistas amigos del gobierno. Todo eso se organiza alrededor del justicialismo, ese es el verdadero conservadurismo del siglo XXI, y su presidente se llama Néstor Kirchner.
Pero hoy hay muchos justicialistas en la oposición
Sí, sin duda.
¿Y cómo cuadra esa definición que usted hace?
Me parece que el PJ ha cumplido un ciclo. Hace 30 años que le viene prometiendo a la Argentina una renovación que nunca se produjo. Me parece que se vuelve a abrir esa perspectiva de renovación. Creo que lo mejor que le puede pasar al PJ en 2011 es una derrota, no para que desaparezca sino para que se renueve y reestructure.
¿Entonces no considera viable una opción opositora para 2011 que salga del justicialismo?
No, desde luego que no. Desde el '83 en adelante los argentinos han votado dos tipos de gobierno: pejotistas fuertes, o radicales débiles. Si queremos salir de las desgracias de estos años, hay que pensar en otra alternativa. Y en ese sentido tenemos que articular un gran frente por fuera del PJ, para aprovechar la gran posibilidad de cambio que habrá en 2011. Uno ve lo que ha votado la sociedad argentina y se agarra la cabeza: votaron a Cristian Kirchner, a Néstor, a los legisladores que pusieron ahí a Duhalde, a De la Rúa, a Menem. La única decisión más o menos acertada que tuvo la Argentina fue Alfonsín. La sociedad tiene que empezar a pensar qué es lo que vota, porque volver a caer en la alternativa entre el PJ y una UCR débil es repetir la historia.
¿Cómo analiza las últimas agresiones a periodistas?
Los escraches a periodistas no hacen más que poner en evidencia que éste es un gobierno absolutamente intolerante, una forma de stalinismo débil. Por muchas razones: la idea de que hay un solo partido que tiene la legitimidad y lo que hace el resto es contra el país; las agresiones a la prensa y a la oposición; la incapacidad de separar entre partido y gobierno; una concepción de la economía industrialista, que hoy es anticuada y absurda. Obviamente, Stalin llegó a un límite desusado de persecución, esta es la vertiente débil. La misma Diana Conti dijo que era stalinista (se refiere a declaraciones televisivas de la diputada durante una discusión con el periodista Pepe Eliaschev). Y está la idea del pensamiento único, y todo lo que se sale de ahí es traición a la patria. Esa no es la forma de construir una solución pluralista.
Su análisis del kirchnerismo es absolutamente negativo. ¿No le reconoce algún mérito, como haber hecho cosas a las que ningún gobierno se animó…
Sí, que el kirchnerismo ha hecho cosas a las que nadie se animó, es lamentablemente cierto…
Me refiero a medidas de gobierno positivas.
Bueno, sí. La Corte Suprema de Justicia es una. Retomar la agenda de los derechos humanos es otra. El problema que tiene el kirchnerismo es que todo lo que toca, lo ensucia. Es cierto que puso a la Corte Suprema, tan cierto como que cada vez que sacan un fallo quieren que se desconozca. Es cierto que retomó la agenda de derechos humanos, tan cierto como que cooptó a las organizaciones de derechos humanos.
¿La asignación universal a la niñez?
No es universal, porque no es para todos. Transformaron un proyecto de las diputadas Carca y Carrió de hace más de dos años, en un sistema clientelista donde un puntero político decide a quién se le da y a quién no. Nosotros decimos que debe ser para todos, y no cuesta más. Un padre con altos ingresos a lo largo del año puede devengar de Ganancias entre 5.000 y 10.000 pesos por hijo, o sea que ese chico recibe más del doble de lo que recibe un pobre. Esa plata se tiene que redistribuir, y tiene que ir a todos los chicos argentinos.
Lo mismo pasa con un proyecto que presenté el año pasado para informatizar toda la escuela pública, con una cordinación desarrollada y un programa educativo que permita que las computadoras no aterricen en las escuelas como si fueran ovnis. Pero de repente sale la presidenta, dice que es la Sarmiento del siglo XXI y tira que van a regalar computadoras. Vamos a ver cómo se hace, y si han medido que esto tenga un impacto real y no se quede en mera declaración, porque este gobierno es especialista en anuncios.
¿Le contestan los pedidos de informes?
En general, no contestan nada. El nivel de información que recibe el Congreso es un escándalo. El caso de este espía Larosa lo denuncia. Un gobierno que acusa a una persona de robar información que debería ser pública es un verdadero mamarracho. Sólo en la Argentina un gobierno puede perseguir a una persona por vender información que en el resto del mundo es pública. Vivimos a oscuras, no tenemos información sobre la evolución económica, en el Indec encontramos los datos que puso Moreno... Además, al no dar información económica el gobierno favorece indirectamente la evasión fiscal. Porque el ciudadano tiene que pagar todos sus impuestos, pero también tiene derecho a saber qué se hace con ellos. Y cuando uno ve el incrementio de la fortuna de los Kirchner y del entorno que los rodea, la sospecha de que el dinero va a parar ahí es muy fuerte.
¿Qué cree que va a pasar con la modificación del impuesto al cheque?
Creemos que esta bien sancionada, pero la CC va a avanzar en una propuesta de reducción para las pymes. El impuesto al cheque es un impuesto distorsivo que debe desaparecer en el mediano plazo. No inmediatamente, porque significaría un golpe muy fuerte a la caja del gobierno. Como no somos golpistas ni desestabilizadores, no vamos a plantear eso. Pero el impuesto tiene enorme impacto en las pymes, por el manejo permanente de cheques, y eso termina acogotando a una de las principales fuentes productivas del país.
¿Y qué pasa si la presidenta veta cualquier modificación?
Bueno, deberá hacerse cargo. Me parece que Cristina Kirchner no se cree la presidenta de una república, sino algo así como la reina de Francia, y me permito recordarle que la reina de Francia terminó bastante mal. Esto no es una monarquía, es un régimen presidencial, y eso incluye el respeto a la Constitución. Y la Constitución en el artículo 75 inciso 7 dice que la deuda externa e interna de la Nación tiene que ser manejada por el Congreso. Esa atribución ha sido sistemáticamente violada con DNU, con facultades delegadas, y con un montón de trucos y aplicaciones de la excepcionalidad. Ese es uno de los grandes problemas de la Argentina: vivimos en estado de excepción. Si cuando la mayoría opositora, que no nació de una planta de almácigo sino del voto popular del 28 de junio, logra sancionar una ley, la presidenta la va a vetar sistemáticamente, se tendrán que hacer cargo de que el régimen que ellos sostienen no es uno presidencial, sino un régimen monárquico donde el Congreso está para ser disuelto. Y me permito recordar que la disolucion del parlamento ha sido la primera medida que han tomado todos los regímenes autoritarios. Desde la quema del Reichstag por el nazismo, hasta la disolución de las cámaras por las dictaduras militares. No digo que sea lo mismo el nazismo que el kirchnerismo, pero si la presidenta va a vaciar el parlamento, deberá hacerse cargo de haber transformado un régimen presidencial en una monarquía. Y a la monarquía los argentinos la echamos el 25 de mayo de 1810.