DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

miércoles, 5 de octubre de 2011

ARTÍCULOS PUBLICADOS

Otro delirio de unanimidad
Publicado en diario "La Nación" del martes 4 de octubre de 2011

"¡La buena gente vota a Cristina!", me grita un señor en bicicleta con el que me cruzo en la Reserva Ecológica. Alcanzo a observarle que Cristina no lo puede escuchar desde París y a decirle que allí, en la Reserva y en bicicleta, estamos él y yo, representante de la sojoligarquía, las corpos y el monopolio. Pero es inútil. El 50% del país que se considera "buena gente" propone un nuevo delirio de unanimidad en el que toda voz discordante es escuchada con fastidio. Hay que reconocerlo, no es tan grave como el delirio de 1973, en el que indudablemente se aproximaba la patria socialista; ni como el de 1976, cuando resultaba evidente que algo malo habrían hecho aquellos terroristas; ni como el de 1982 del "Manden al principito".

En todo caso, se parece bastante al delirio consumista de la plata dulce mundialista del 78 y al de la convertibilidad menemista del 95, que gozó del 80% del consenso encuestológico hasta poco antes de que se nos desplomara el país en la cabeza. Es que la realidad argentina, ya se sabe, es un relato. Un relato triunfal que no garantiza, sin embargo, que "Cristina" alcance el más de 60% que obtuvo Perón en 1973, cuando, anciano y enfermo, nos dejó como legado a Isabelita y el Rodrigazo.

4 comentarios:

Adrián dijo...

Hace 2 meses Iglesias escribía por qué el oficialismo no iba a ganar y la Coalición Cívica iba a ser la sorpresa de las elecciones.
Ahora escribe por qué Cristina va a ganar, sobre lo poco importante que es ganar y sobre el riesgo de la hegemonía.
Eso sí: nunca deja de escribir y explicarnos la realidad al resto de los mortales no tan iluminados como él.
Mientras tanto (por suerte por poco tiempo), él y sus 8 asesores siguen viviendo de todos los idiotas que los financiamos, para que veamos lo brillante que es y las respuestas contundentes que da a los que lo putean por la calle.

PD: ¿por qué a Iglesias le molesta que la Presidenta viaje a Paris en cumplimiento de sus funciones y no le molesta que su jefa, Elisa Carrió, se pase la mitad del año de vacaciones en Punta del Este, sin explicar de qué modo puede afrontar semejante gasto?

Anónimo dijo...

USD NI LA UCR NI EL SOCIALISMO EXSITEN VAN A SER OPOSITORES TODA SU VIDA

Julián dijo...

Fernando: yo creo que mucha gente está en un estado de negación, del mismo modo en que lo estuvo con la bonanza económica de los 90.
Ahora la corrupción sistémica, la arbitrariedad, el abuso de poder, etc., no cuentan.
Es la misma sociedad que el día de mañana, cuando llegue la inevitable decepción, se sentirá estafada y traicionada. Es el eterno juego de no ser responsable. Devoción por el líder, y cuando el líder falla, toda la culpa es de él.

Antonino dijo...

Hablando de sojaoligarquía, por casa como andamos? Con el sr Llambías, multimillonario, asustado porque le están tocando el bolsillo. Yo siempre voté a la CC, pero si es LLambías el que me va a representar voy a votar a otro. No se dieron cuenta que es un piantavotos? Con alianzas como ésta, no van a ningún lado. En la capital federal, la forma en que se presentan, me parece pedante y me recuerda a los superespecializados del desarrollismo, que nunca ganaron nada por si mismos. Creo que la CC está errando por mucho el camino, y perdiendo rápidamente la confianza del electorado, que los veíamos como aptos para ejercer cierto control del oficialismo. Su lugar ha sido reemplazado por Binner, y se entiende la estrategia de la CC para desacreditarlo, vinculándolo con el gobierno. Vuelvan al comienzo moral, que es lo que necesitamos.