RECORDANDO A NÉSTOR
(o “La peor mentira
nac&pop”)
En otro de esos lamentables días en que la
necrofilia argentina nos recuerda aquella célebre frase de Marx sobre la
tradición de todas las generaciones muertas, que oprime como una pesadilla el
cerebro de los vivos, dos grandes grupos nos devuelven el rito
peronista del uso y el abuso político de la muerte y los muertos: los
nestoristas-cristinistas en el poder y los nestoristas puros, desplazados del
poder por el cristinismo.
Dedico el análisis y el gráfico de aquí abajo a
estos últimos, a quienes critican la presente gestión al grito de “Esto, con
Néstor no pasaba” como si Cristina y el gobierno de Cristina hubieran surgido
de una escisión del Partido Liberal Indochino, a quienes pretenden ignorar el
simple hecho de que las políticas cortoplacistas incansablemente aplicadas por
Néstor sólo empiezan a mostrar su efecto a largo plazo ahora, con el gobierno
de Cristina. Y se lo dedico también a quienes piensan y dicen “Roban
pero redistribuyen”, sin comprender lo elemental: los efectos
socialmente benéficos que la sociedad argentina experimentó entre 2003 y 2007
no fueron producto de las políticas del Gobierno sino de la mera recuperación
de la economía argentina después de una de sus devastadoras crisis, acaso la
peor en la Historia.
Demostrarlo es bien simple: basta tomar los
datos del INDEC sobre reducción de la pobreza entre 2003 y 2007 y compararlos
con los mismos datos en el anterior período de salida de una crisis
(1989-1993) para comprobar que si el crecimiento del PBI de ambos períodos es
casi igual, los efectos de reducción de la pobreza fueron mayores y más rápidos
con el neoliberal y socialmente injusto gobierno de Menem que con el
“progresista, nacional y popular” gobierno de Néstor Kirchner.
Paso pues, directamente a los datos, avalados
por el actual Ministerio de Economía, tomados por un organismo absolutamente
confiable entonces y cuyas mediciones jamás habían sido cuestionadas (lo fueron
mucho más tarde, en 2007). Y tomo datos para el Gran Buenos Aires, núcleo duro
de la pobreza nacional porque no existían datos nacionales en 1989-2003 y
porque el GBA es perfectamente representativo del total nacional (basta
correlacionar sus valores en períodos sucesivos con los del resto del país para
comprobarlo)[1], y porque sus resultados comparativos son
consistentes con todos los demás datos disponibles, de la Ciudad de Buenos
Aires. Lamentablemente, no es posible continuar analizando la serie
dado que la virtual intervención al INDEC ha hecho que los datos de evolución
de la pobreza no sean confiables desde inicios de 2007 (baste señalar que para
el INDEC no es pobre hoy en Argentina toda persona que tenga acceso a un
ingreso de 14$ diarios).
Los
resultados son concluyentes: en términos de la reducción de la riqueza, los
primeros cuatro años de la gestión kirchnerista posteriores a la salida de la
crisis trajeron una reducción de la pobreza aún menor que los primeros cuatro
años de gestión menemista después de la hiperinflación. El diferencial de
pobreza, que era de cinco puntos percentuales al inicio (52.3% contra 47.3%) se
amplió a casi ocho puntos (25.5% contra 17.7%). En términos sociales, al final
de los cuatro años posteriores a la hiperinflación más de la mitad de los pobres
habían dejado de serlo, mientras que con cuatro años de gestión nac&pop
casi dos tercios de los pobres de mayo de 2003 seguían siéndolo, a pesar de los
precios internacionales mucho más favorables.
Digámoslo
con propiedad: ¡Fue la
salidad de la crisis, estúpido!
De todas
las incongruencias del “modelo de desarrollo con inclusión social” K, la más
vergonzosa y menos difundida es el fracaso de su política de inclusión social,
que hoy mantiene a 22% de los argentinos en la pobreza y a un tercio de los trabajadores
en el mercado negro, cifras similares a la segunda parte de la década del
Noventa. Y no ha sido culpa de la “distorsión del modelo original”, como
pretenden Lavagna, Fernández, Moyano y sus socios nestoristas que sueñan
heredar estos 21 de 23 años de horrores peronistas, sino la prolongación
exacta del modelo inagurado en mayo de 2003, aún más regresivo socialmente que
el de la anterior etapa. Y casi con los mismos protagonistas….