DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

sábado, 29 de septiembre de 2012


El miércoles 3 comenzará el 1º Forum por la Integración Regional- 4º Simposio Spinelli y XVII Conosur- que organizan Democracia Global (Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial), la Cátedra de Integración Regional
 Altiero Spinelli del CUIA (Consorcio Universitario Italiano para la Argentina) y la Federación Nacional de Estudiantes de Relaciones Exteriores de Brasil (FENERI). 


Este llamado al debate y a la organización de una red académico-política-civil por la integración regional se hace bajo la convocatoria “Desafíos y estrategias en el marco de la crisis del Mercosur y la Unión Europea”. Es precisamente la actual crisis de los procesos de integración regional la que hace que la discusión de sus supuestos y su desarrollo sea hoy más necesaria que nunca. Por eso, para debatir el presente y el futuro de una Europa y una Sudamérica unidas e integradas, hemos reunido a prestigiosos estudiosos, políticos y líderes de la sociedad civil de varios países sudamericanos y europeos especializados en el tema.

Las conferencias, con posterior debate, se desarrollarán miércoles, jueves y viernes por la tarde en el Centro Cultural General San Martín (Sarmiento 1551, 1º piso, Sala C) y el jueves por la mañana en el CUIA (Consorcio Universitario Italiano para la Argentina, Libertad 1173, 1º A). 
La concurrencia es libre pero rogamos (especialmente, a quienes deseen que se les entregue un diploma de asistencia) inscribirse en info@democraciaglobal.org.ar 


Ya hay más de sesenta participantes (mayoría brasileña, por ahora,) inscriptos.

Tanto Democracia Global como la Cátedra Spinelli, el CUIA y la FENERI hemos hecho un gran esfuerzo para organizar el Forum y ampliar la convocatoria a otros países. Por eso les solicitamos que den la mayor difusión posible al evento. 

Gracias.
Los esperamos.

Fernando A. Iglesias
Direttore Cattedra Spinelli (CUIA)
Vicepresidente Democracia Global - Argentina
World Federalist Movement council chairman

jueves, 27 de septiembre de 2012





Se armó el debate sobre mi caracterización del kirchnerismo como stalinismo-débil, así que publico de nuevo aquí el artículo que escribí originalmente en 2008 para Crítica de la Argentina, el diario de Lanata, y que republiqué como parte de "Qué significa ser progresista en la Argentina del siglo XXI - Ideas y propuestas para un progresismo con progreso" (Sudamericana, 2009). 
Espero que les guste. 







El kirchnerismo como estalinismo débil
(se corrieron a la derecha)

Buena parte de los miembros de mi familia, antiguos militantes del Partido Comunista Argentino, se han transformado en kirchneristas. Kirchneristas furiosos, quiero decir, de esos que creen que está en marcha un gran proyecto de transformación nacional -lo que es cierto- y piensan que esa transformación lleva a la Argentina a ser un país más solidario, igualitario y desarrollado, lo que no lo es. 

No es que tenga particular estima por el olfato político de mi familia, ni del PCA, ni de sus ex militantes, especialmente después del apoyo oficial brindado por el PC al camarada Videla en ocasión de ser éste acosado por sectores fascistas (sic). Y sin embargo, debo confesar que este pasaje casi unánime del estalinismo al kirchnerismo me ha tenido sin dormir algunos días. Esto, hasta que un día tomé lápiz y papel, puse por escrito los fundamentos políticos que sostuvieron la más terrible pesadilla de la historia de la humanidad justificada en ideales admirables, y grité ¡Eureka! 
He aquí lo que escribí:



PRINCIPIOS DE LA PRÁCTICA POLÍTICA ESTALINISTA
Liderazgo carismático / Discurso anticapitalista / Populismo demagógico / Culto a la personalidad / Partido único / Estatizaciones masivas / Nacionalismo paranoico / Alianzas oportunistas (un año con Hitler, el siguiente con Churchill) / Industrialización forzada basada en la exacción de las actividades agropecuarias / Descalificación de los adversarios políticos y persecución de la prensa independiente / Uso de los órganos parlamentarios (soviets) en el modo de la unanimidad / Marxismo mal digerido / Craso positivismo disfrazado de hegelianismo



Hecha la lista, la conclusión es descontada: lo que explica la fascinación de buena parte de mi familia y de la izquierda argentina por los Kirchner es que el kirchnerismo es una encarnación débil del estalinismo, con su tradicional carga de populismo, nacionalismo e industrialismo. De allí su confusión entre socialización y estatización y entre propiedad estatal y propiedad de los miembros del bureau político, su pérdida de los límites entre estado y gobierno y entre gobierno y partido, su concentración de poder en una sola cabeza, su deseo totalitario de unanimidad y sus periódicas purgas internas, su idea delirante de que se combate la pobreza combatiendo la generación de riqueza y su delirio industrialista-nacionalista en pleno desarrollo de la sociedad global del conocimiento y la información. De allí el desprecio por la oposición, por la independencia de la prensa y los mecanismos republicanos, descalificados otra vez como formales. De allí también, de la idea del “socialismo en un solo país” y de la concepción de la economía industrial como única economía “real”, la sorpresa inmensa por la existencia del mundo y por la consecuencias de la economía “irreal” en la realidad económica. De allí los privilegios de la Nomenklatura, la dacha en Calafate, la cooptación de una casta de intelectuales orgánicos amigos del régimen y la edificación de una leyenda en torno al líder que tiene el modesto inconveniente de contradecir su biografía. De allí también, finalmente, la extraordinariamente simétrica descalificación del estalinismo a la socialdemocracia y del kirchnerismo a la oposición progresista: se vendieron al sistema, se hicieron capitalistas, son aliados de nuestros enemigos, les paga la Embajada. Se corrieron, en suma, a la derecha, ilusión espacial sólo comprensible si se piensa que el estalinismo es la izquierda. 


Vista desde el estalinismo, fuerte o débil, cualquier posición racional, progresista y socialdemócrata es parte de la traición revisionista y de la nueva derecha. Por eso tampoco es causal la súbita empatía entre los K y el régimen autoritario, antidemocrático, militarista y nacionalista del gran heredero del maridaje entre la KGB y la Nomenklatura, el nuevo zar de Rusia, Vladimir Putin, concretado en la reciente visita de nuestra Presidenta. Que el acuerdo entre dos de los regímenes más corruptos del mundo, desarrollados al interno de gobiernos nacionales que hicieron su fortuna durante la furia neoliberal de los noventa y generadores de las formas más avanzadas del capitalismo de amigos se haya concretado en el terreno de la petropolítica es igualmente significativo. Y que haya tenido lugar en momentos de gran expansión de la mafia rusa y en medio del más escandaloso intento de hacer de Argentina un paraíso para el lavado de dinero es cualquier cosa menos casualidad.

martes, 18 de septiembre de 2012

Roberto Esposito ha escrito una nota sobre el Manifiesto por una Democracia Global en el principal diario italiano, la Repubblica, que el Parttito Democratico ha reproducido en su página WEB (en italiano). Les paso el link. 

http://www.partitodemocratico.it/doc/242956/cos-nato-il-manifesto-per-la-democrazia-globale.htm

saludos

(en la foto: Roberto Esposito, Lucio Levi, Giacomo Marramao, Heikki Patomaki, Raffaele Marchetti y Fernando Iglesias en el lanzamiento del Manifiesto por una Democracia Global, en el Senado de Italia)

El texto, en http://globaldemocracymanifesto.wordpress.com/espanol/

martes, 11 de septiembre de 2012



DEMOCRACIA GLOBAL EN EL SENADO DE ITALIA



Con una conferencia de prensa convocada bajo el título “Los intelectuales llaman a los líderes políticos y ciudadanos del mundo a construir una democracia global”, realizada hoy (11 de septiembre) en dependencias del Senado itlaiano, fue presentado en Roma el MANIFIESTO POR UNA DEMOCRACIA GLOBAL.




Esposito, Marramao, Levi, Patomaki, Marchetti e Iglesias. 

Ante una concurrencia que colmó las instalaciones, los profesores Roberto ESPOSITO (Istituto Italiano di Scienze Umane), Fernando IGLESIAS (Cattedra Spinelli-CUIA), Lucio LEVI (Università di Torino), Raffaele MARCHETTI (Libera Università Internazionale), Giacomo MARRAMAO (Università di Roma Tre) y Heikki PATOMAKI (Università di Helsinki) ofrecieron su visión de la situación global y explicaron las propuestas contenidas en el manifiesto que han firmado junto con otros intelectuales especializados en el estudio de ls polEiticas y tendencias globales, como Ulrich Beck, David Held, Beatriz Sarlo, Noam Chomsky, Bertrand Badie, Juan José Sebreli, Zygmunt Bauman, Saskia Sassen y Toni Negri. La reconocida editorialista de La Repubblica Concita DE GREGORIO coordinó la mesa y las preguntas de los periodistas y el numeroso público presente.

Fernando Iglesias  abrió el panel recordando que once años atrás, otro once de septiembre había sido la ejemplificación más espectacular de lo que Samuel Huntington preidjo como el choque de civilizaciones. “Esperemos que este once de septiembre sea todo lo contrario, y que con nuestras reflexiones podamos ofrecer una pequeña contribución a la paz, el pluralismo y la democracia en el mundo. Pero no habrá paz en el mundo si no hay justicia, y no habrá justicia en el mundo si no somos capaces de construir instituciones democráticas mundiales que tomen las decisiones que hoy están en manos del mecado financiero, de agencias internacionales no democráticas y de las grandes potencias”.

Lo siguió Giacomo Marramao, quien señaló: “Las protestas que se extienden por el planeta muestran el malestar con las formas de representación existentes y con la escasa capacidad del sistema político para proteger los bienes comunes. Los indignados, la Primavera Árabe, los chicos de Occupy y las protestas globales expresan una exigencia de más y mejor democracia no sólo a nivel nacional, sino global”.

Por su parte, el estudioso finlandés Heikki Patomaki agregó “Las crisis globales requieren soluciones globales. Las cumbres ocasionales, los acuerdos inter-gubernamentales y la cooperación inter-nacional no bastan. La globalización de las finanzas y las cadenas productivas exigen instituciones regionales democráticas en todos los continentes, una Corte Penal Internacional más poderosa y equitativa, y una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas, embrión de un futuro Parlamento Mundial”.

Roberto Espósito concluyó la reunión afirmando “Compartimos con los movimientos sociales mundiales el reclamo de unirnos por un cambio global y por una democracia real. No queremos seguir siendo gobernados por poderes sobre los cuales no tenemos influencia. La autodeterminación no sólo es válida a nivel nacional, sino regional y mundial. Queremos ser ciudadanos del mundo y no solo sus habitantes. Exigimos una democracia global y nos comprometemos a trabajar por su desarrollo con todos los líderes políticos, intelectuales y civiles, con todas las organizaciones, partidos y movimientos democráticos del planeta”.

Todos los panelistas respondieron luego a las preguntas del periodismo, concordando en que le cumbre sobre Democracia Global programada para el 7 de octubre en la Asamblea Parlamentaria del consejo de Europa, y en la que participará el secreatario general de la ONU Ban-ki-moon, constituye una clara demostración de la actualidad y urgencia de un orden global más pacífico, justo y democrático.

En la foto, Espósito, Marramao, Levi, Patomaki, Marchetti e Iglesias

Para más informaciones sobre el Manifiesto por una Democracia Global:  

http://globaldemocracymanifesto.wordpress.com

lunes, 3 de septiembre de 2012

Parece que tampoco esta vez La Nación va a publicar mi artículo de agosto en agosto. Así que se los dejo aquí. Que lo "disfruten"....
Fernando A. Iglesias



El sueño de la verdad engendra monstruos

Resulta difícil establecer cuál de las dos grandes afirmaciones de la cultura tanguera describe mejor la política nacional. Cierto es que las disputas por el control del subte parecieron regidas por el “Mentira, mentira…”, de Gardel y Lepera. Sin embargo, no es justo olvidar que las recientes elecciones de octubre fueron determinadas por el anónimo “Mentime, que me gusta”. Sabrán ustedes disculpar reflexiones tan desperdigadas en momentos en que el stalinismo-débil incumbe, pero no es usual que las publicidades gubernamentales se llenen de cartelones que cruzan la pantalla con la palabra MENTIRA; ni que cada crítica deba ser respondida por el Gobierno mediante un ataque directo contra la credibilidad de su enunciador y el envío de la AFIP. En efecto, a pesar de su ostensible derrumbe frente a las magnificencias de la Argentina K, en los países civiles los debates sobre la pobreza suelen empezar por el análisis de la información de los institutos estatales. Aquí, no. Aquí, en la Argentina de la reconstrucción del estado, lo reglamentario es emplear la primera media hora discutiendo si los datos del INDEC son certeros, falsos, o simplemente surrealistas.
De manera que la cuestión de la verdad y la mentira, siempre presente en la política de todas partes, se ha instalado aquí en el lugar central del debate: ¿quién lo dice?, ¿a quién ayuda o perjudica lo que dice?, ¿de qué vive?, ¿quién le paga? se han transformado en las cuestiones centrales, quedando la veracidad de lo que se afirma –es decir: su ajuste a los hechos- relegada a un rol secundario; un tema para pueblos en decadencia como los suecos y alemanes. Semejante desapego por la realidad, semejante rechazo por la lógica, semejante vocación por el realismo mágico -aplicado siempre con entusiasmo a la política nacional y jamás a la decisión de comprar un lavarropas- no es casual. Los políticos argentinos nos prometieron que levantarían las persianas de las fábricas y acabarían con el pacto sindical-militar, y terminamos en la hiperinflación, la obediencia debida y con Alderete a cargo del Ministerio; dijeron que traerían la revolución productiva y batimos todos los récords de desocupación; llegaron al poder auspiciando más Convertibilidad y menos corrupción y nos dejaron la Convertibilidad implosionada en medio del escándalo de la Banelco; dijeron que quien había depositado dólares recibiría dólares, y recibieron pesos… etcétera y etcétera. Para no hablar del presente: una redistribución de la riqueza que ha ido a parar a los bolsillos de unos pocos; una nueva política que consiste en la combinación de la intolerancia de los Setenta, la obsolescencia tecnoeconómica de los Ochenta y la corrupción de los Noventa, y un país en serio cuyo gobierno se parece cada vez más a la murga carcelaria del Vatayon Militante, encabezada por el director del Servicio Penitenciario Nacional.

Pero quería hablarles yo de Víctor Hugo. No el de Los miserables. O sí, pero el otro. Y era para decirles que sí, que es cierto que los políticos argentinos, queriéndolo o no, nos han mentido, pero que tampoco es la política argentina la que está basada sobre la mentira sino la entera sociedad nacional. Lo de Víctor Hugo es una simple anécdota en la larga marcha hacia el desastre de un gobierno, el de los Kirchner, cuya principal capacidad simbólica ha sido la de permitir a la sociedad argentina olvidar sus responsabilidades en la Historia y adoptar su lugar preferido: el de víctima impoluta de una conspiración.  “Las cosas que nos pasaron a  los argentinos”, decía Néstor, y abría los brazos en señal de impotencia y resignación ante sucesos evidentemente relacionados con la conducta perversa de los aborígenes de Birmania. “Las cosas que nos pasaron a  los argentinos” decía, y nos habilitaba a la propia autocompasiva absolución. ¿Cómo podía resistir la tentación una sociedad que se había imaginado revolucionaria, dormido genocida y despertado defensora de los derechos humanos? ¿Y por qué habría de hacerlo si dos usureros que se hicieron ricos lucrando con la 1050 se presentaban ahora como héroes de la lucha contra la dictadura con la complicidad de los verdaderos héroes: las organizaciones de derechos humanos?
Ha sido éste el truco crucial del kirchnerismo, magistralmente concebido para la sociedad del “yo no lo voté”: desligar los hechos de sus causas, aliviarnos de las responsabilidades, otorgarnos la credibilidad de las almas bellas, facilitarnos el acceso a otra vuelta de tuerca de nuestra propia decadencia sin necesidad de ningún mea culpa.
No fueron sólo los commodities. Bajemos el cuadrito, y Videla no ha sido nunca presidente, ni nadie jamás lo ha apoyado. Incorporemos a todos los menemistas y duhaldistas disponibles al gobierno de la revolución nac&pop, y aquí no ha pasado nada. Estaticemos YPF y Ciccone, y tapemos con tierra la montaña de excrementos. Y, sobre todo, hablemos mucho de memoria, ya que carecemos completamente de ella.  Chi ha avuto, ha avuto. Chi ha dato, ha dato. Scurdámmoce o passato! Mentira sobre mentira, para tapar mentiras anteriores. Total, vamos ganando. Total, somos derechos y humanos. Total, hace años que los aguafiestas nos dicen que la Convertibilidad es insostenible en el largo plazo, y nunca pasa nada…
Pero yo quería hablarles de otra cosa. Yo quería decirles que es por todo esto que la denuncia de la miserabilidad de los miserables, -es decir: la puesta evidencia de una realidad de la cual todos somos responsables, y no sólo los militares y los políticos- no es anecdótica sino esencial para la construcción de una sociedad mejor, capaz de enfrentar la realidad y sus dilemas y responsabilidades. Para decirlo parafraseando autores prestigiosos, yo quería afirmar, de una vez y por todas, que en la Argentina y en cualquier lugar del mundo el sueño de la verdad engendra monstruos. Y los tenemos allí aunque no queramos verlos.
Aunque nos digamos –y nos digan cada día- que al fin de cuentas el diablo de la mentira no es tan malo, allí está de nuevo. Incólume, impune, prepotente. Decidido a ir por todo. Delante de nuestras narices.

Fernando A. Iglesias