Acerca del brutal ataque de extremistas islámicos a Charlie Hebdo, en París.
Escribió Wystan H. Auden en 1939, en Nueva York, el día de la invasión nazi a Polonia, episodio que inició la repartición del centro y el este europeo entre la Alemania hitlerista y la Unión Soviética de Stalin, desencadenando la Segunda Guerra Mundial.
1ª de Septiembre de 1.939 (resumen)
Sentado en uno de los bares
de la calle Cincuenta y Dos,
incierto y temeroso
mientras mueren las mejores esperanzas
de una década mezquina y deshonesta:
Mareas de cólera y miedo
giran por los luminosos
y obscurecidos países de la Tierra
obsesionando muestras vidas privadas.
El innombrable olor de la muerte
ofende la noche de septiembre.
Tucídides el exiliado conocía
todo aquello que las palabras pueden decir
sobre la Democracia
y acerca de los actos de los dictadores,
la obsoleta basura de la que hablan
a una tumba impasible.
Todo lo analizó en su libro:
la luz de la razón expulsada,
el miedo convertido en costumbre,
en descontrol y fracaso.
Debemos sufrir todo esto otra vez.
Las caras a lo largo de la barra
se aferran a su mediocre jornada:
Las luces nunca deben apagarse.
La música debe siempre sonar.
Todas las convenciones conspiran
para que este regimiento militar simule
el mobiliario de una casa;
por miedo a que veamos dónde estamos:
perdidos en un bosque de fantasmas,
niños temerosos de la noche
que no han sido nunca felices ni buenos.
Indefenso bajo la noche
nuestro mundo yace en el sopor.
Y sin embargo, en todas partes,
irónicos puntos de luz
brillan donde sea que los Justos
se comunican sus mensajes.
Que pueda yo, compuesto como ellos
de Eros y de polvo,
y sitiado por la misma
ceguera y desesperación,
mostrar una llama que afirme.
Wystan. H. Auden.
VIVA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN!!!
TODA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN!!!
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