Discurso dado en la Sesión Extraordinaria del día 12 de Agosto en la Cámara de Diputados sobre las FACULTADES DELEGADAS.
Sr. Presidente (Fellner).- Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.
Sr. Iglesias.- Señor presidente: van seis años de gobierno kirchnerista y quisiera recordar cuál fue la promesa esencial que Néstor Kirchner hizo al pueblo argentino cuando llegó a la Presidencia de la Nación. Esa promesa fue: “Déjenme concentrar el poder, que yo voy a redistribuir la riqueza”. Esa fue la gran promesa kirchnerista.
Hoy, luego de seis años, es tiempo de hacer un balance. La redistribución de la riqueza en la Argentina es de 28 a 1. El 10 por ciento más rico del país gana 28 veces más que el 10 por ciento más pobre. En el terrible 2001 esta proporción era 27 a 1. El nivel de pobreza oscila entre el 30 y el 40 por ciento, mientras que el de la indigencia es de más del 12 por ciento. Estos son casi los mismos valores que teníamos en 2001. Y no es casualidad, porque no hay redistribución de la riqueza si no hay República.
El programa kirchnerista lo enunció alguien que conozco personalmente y que hoy parece ser el filósofo oficial del kirchnerismo, José Pablo Feinmann, quien lo dijo en una frase típica: “A mí no me importa si Kirchner respeta las instituciones. A mí me interesa si le da de comer a la gente.”
Seis años después esta frase resulta tan inteligente como si yo dijera “No se preocupen. No me interesa si este avión tiene alas; me interesa que vuele”. Quisiera saber si alguno de ustedes se subiría a ese avión porque el comandante les dijo que no importa que no tenga alas, porque lo importante es que vuele. Porque exactamente esto es lo que hicieron cuando pensaron que era posible redistribuir la riqueza concentrando el poder.
Sr. Iglesias.- Señor presidente: van seis años de gobierno kirchnerista y quisiera recordar cuál fue la promesa esencial que Néstor Kirchner hizo al pueblo argentino cuando llegó a la Presidencia de la Nación. Esa promesa fue: “Déjenme concentrar el poder, que yo voy a redistribuir la riqueza”. Esa fue la gran promesa kirchnerista.
Hoy, luego de seis años, es tiempo de hacer un balance. La redistribución de la riqueza en la Argentina es de 28 a 1. El 10 por ciento más rico del país gana 28 veces más que el 10 por ciento más pobre. En el terrible 2001 esta proporción era 27 a 1. El nivel de pobreza oscila entre el 30 y el 40 por ciento, mientras que el de la indigencia es de más del 12 por ciento. Estos son casi los mismos valores que teníamos en 2001. Y no es casualidad, porque no hay redistribución de la riqueza si no hay República.
El programa kirchnerista lo enunció alguien que conozco personalmente y que hoy parece ser el filósofo oficial del kirchnerismo, José Pablo Feinmann, quien lo dijo en una frase típica: “A mí no me importa si Kirchner respeta las instituciones. A mí me interesa si le da de comer a la gente.”
Seis años después esta frase resulta tan inteligente como si yo dijera “No se preocupen. No me interesa si este avión tiene alas; me interesa que vuele”. Quisiera saber si alguno de ustedes se subiría a ese avión porque el comandante les dijo que no importa que no tenga alas, porque lo importante es que vuele. Porque exactamente esto es lo que hicieron cuando pensaron que era posible redistribuir la riqueza concentrando el poder.
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- La República no es una palabra linda para señoras gordas que toman té con scones. La República es un formidable sistema de redistribución del poder, que en vez de residir en una sola persona –el monarca‑, se distribuye en los ministros y en todo el Poder Ejecutivo, que tiene que contar con verdaderos ministros que se junten en reuniones de Gabinete y no mandaderos. Y me gustaría que alguna vez me explicaran qué clase de diálogo puede haber con un ministro que no tiene reuniones de Gabinete.
Sr. Iglesias.- La República no es una palabra linda para señoras gordas que toman té con scones. La República es un formidable sistema de redistribución del poder, que en vez de residir en una sola persona –el monarca‑, se distribuye en los ministros y en todo el Poder Ejecutivo, que tiene que contar con verdaderos ministros que se junten en reuniones de Gabinete y no mandaderos. Y me gustaría que alguna vez me explicaran qué clase de diálogo puede haber con un ministro que no tiene reuniones de Gabinete.
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- Como decía, la República es un sistema de redistribución del poder político que da poder a las Cortes, al Parlamento, a los gobernadores y a los intendentes. Es de esta redistribución del poder político que se genera a su vez la redistribución de la riqueza. Por eso no existe país en el mundo que sea socialmente justo, en el que los más pobres tengan derecho a la salud, a la educación y a una vida digna sin un verdadero funcionamiento de las instituciones republicanas. Si me equivoco, por favor, nómbrenme uno.
Sr. Iglesias.- Como decía, la República es un sistema de redistribución del poder político que da poder a las Cortes, al Parlamento, a los gobernadores y a los intendentes. Es de esta redistribución del poder político que se genera a su vez la redistribución de la riqueza. Por eso no existe país en el mundo que sea socialmente justo, en el que los más pobres tengan derecho a la salud, a la educación y a una vida digna sin un verdadero funcionamiento de las instituciones republicanas. Si me equivoco, por favor, nómbrenme uno.
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- Concentrar el poder es concentrar la riqueza, como bien podemos observar en ciertas declaraciones juradas. La República es distribución del poder y de la riqueza. Se tiene los dos o no se tiene ninguno.
Por lo tanto, no vamos a caer en la trampa de quienes dicen “Déjennos seguir concentrando el poder que ya vamos a distribuir la riqueza. No lo hicimos en los seis años que tuvimos superávit; no lo hicimos cuando teníamos viento de cola; pero lo vamos a hacer ahora, en momentos de crisis”. ¡No les cree más nadie! ¡Es hora de que se den cuenta de que nadie le cree ya a este Gobierno!
Sr. Iglesias.- Concentrar el poder es concentrar la riqueza, como bien podemos observar en ciertas declaraciones juradas. La República es distribución del poder y de la riqueza. Se tiene los dos o no se tiene ninguno.
Por lo tanto, no vamos a caer en la trampa de quienes dicen “Déjennos seguir concentrando el poder que ya vamos a distribuir la riqueza. No lo hicimos en los seis años que tuvimos superávit; no lo hicimos cuando teníamos viento de cola; pero lo vamos a hacer ahora, en momentos de crisis”. ¡No les cree más nadie! ¡Es hora de que se den cuenta de que nadie le cree ya a este Gobierno!
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- Soy un diputado nuevo; llevo un año y medio de ejercicio de mi mandato. La verdad es que hoy escuché cosas que me escandalizaron. Personalmente me niego a convalidar los errores del presente con los errores del pasado. ¿Qué país se construye diciendo “Ya que ayer cometimos errores, sigamos cometiendo errores hoy”? La respuesta es el triste país que tenemos.
Sr. Iglesias.- Soy un diputado nuevo; llevo un año y medio de ejercicio de mi mandato. La verdad es que hoy escuché cosas que me escandalizaron. Personalmente me niego a convalidar los errores del presente con los errores del pasado. ¿Qué país se construye diciendo “Ya que ayer cometimos errores, sigamos cometiendo errores hoy”? La respuesta es el triste país que tenemos.
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- ¿Para que sirve la memoria entonces? Se lo digo especialmente al diputado que trajo una lista para justificar que como se habían cometido errores en el pasado debemos seguir cometiéndolos en el presente. Yo creía que el concepto de memoria histórica implicaba aprender de los errores del pasado para no volver a cometerlos en el futuro. Pero parece que no es así y que hay que tomar los errores del pasado para seguir cometiéndolos.
Sr. Iglesias.- ¿Para que sirve la memoria entonces? Se lo digo especialmente al diputado que trajo una lista para justificar que como se habían cometido errores en el pasado debemos seguir cometiéndolos en el presente. Yo creía que el concepto de memoria histórica implicaba aprender de los errores del pasado para no volver a cometerlos en el futuro. Pero parece que no es así y que hay que tomar los errores del pasado para seguir cometiéndolos.
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- Mi colega de bancada, el diputado “Pancho” Ferro, pronunció ayer una frase ingeniosa que me gustó mucho. Como Ferro es un diputado campero, dijo que el gobierno era como el tero, porque chillaba por izquierda y ponía los huevos por derecha.
Sr. Iglesias.- Mi colega de bancada, el diputado “Pancho” Ferro, pronunció ayer una frase ingeniosa que me gustó mucho. Como Ferro es un diputado campero, dijo que el gobierno era como el tero, porque chillaba por izquierda y ponía los huevos por derecha.
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- Por eso, hoy quiero defender las palabras “izquierda”, “centroizquierda”, “progresismo” y la expresión “redistribución de la riqueza”, que este gobierno ha gastado sistemáticamente en los últimos seis años.
La izquierda nace en la Asamblea Francesa, que probablemente haya sido el primer organismo republicano y democrático de la historia mundial. En esa Asamblea, a una parte de los diputados se los denominaba de izquierda, y a los otros, de derecha, según el lugar que ocupaban en el recinto. Por eso, se es de izquierda, primero, si existe el Parlamento; se es de izquierda si existen las instituciones de la República. Cuando no hay Parlamento y cuando no hay República no existe la derecha ni la izquierda; lo que hay es concentración del poder y de la riqueza. Y corrupción.
Sr. Iglesias.- Por eso, hoy quiero defender las palabras “izquierda”, “centroizquierda”, “progresismo” y la expresión “redistribución de la riqueza”, que este gobierno ha gastado sistemáticamente en los últimos seis años.
La izquierda nace en la Asamblea Francesa, que probablemente haya sido el primer organismo republicano y democrático de la historia mundial. En esa Asamblea, a una parte de los diputados se los denominaba de izquierda, y a los otros, de derecha, según el lugar que ocupaban en el recinto. Por eso, se es de izquierda, primero, si existe el Parlamento; se es de izquierda si existen las instituciones de la República. Cuando no hay Parlamento y cuando no hay República no existe la derecha ni la izquierda; lo que hay es concentración del poder y de la riqueza. Y corrupción.
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- En los países donde existe verdaderamente la República y donde gobiernan sectores de izquierda y centroizquierda, se tasa el rédito mediante impuestos a las ganancias, que son tributos coparticipables que llegan a todos los sectores del país y no quedan concentrados en una gran caja unitaria.
Sr. Iglesias.- En los países donde existe verdaderamente la República y donde gobiernan sectores de izquierda y centroizquierda, se tasa el rédito mediante impuestos a las ganancias, que son tributos coparticipables que llegan a todos los sectores del país y no quedan concentrados en una gran caja unitaria.
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- En los países donde hay Parlamento, instituciones republicanas e izquierda, se distribuye la riqueza con ingresos ciudadanos para todos, sin clientelismo. Por eso, apenas nos den la oportunidad los diputados oficialistas, vamos a defender el ingreso ciudadano a la niñez; un proyecto original de las señoras diputadas Elisa Carca y Elisa Carrió, del año 1996; y que estamos muy orgullosos de que otros bloques lo hayan tomado como propio.
Quiero aclarar que yo no soy peronista. Pero aunque siempre he sido muy crítico del peronismo –y no me voy a esconder‑, debo reconocer que me gustaban algunas cosas, aunque quizás no las compartía en un ciento por ciento. Creo que en el peronismo había valores que eran interesantes. Por ejemplo, hablaban del federalismo, del país productivo y de la burguesía nacional. Y yo me pregunto: ¿qué es una burguesía nacional? Los invito a todos a reflexionar sobre este tema.
- Manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Una burguesía nacional es un sector productivo de propietarios –si no, no serían burgueses‑ que hacen dinero produciendo y no especulando, que invierten en el país…
Sr. Iglesias.- En los países donde hay Parlamento, instituciones republicanas e izquierda, se distribuye la riqueza con ingresos ciudadanos para todos, sin clientelismo. Por eso, apenas nos den la oportunidad los diputados oficialistas, vamos a defender el ingreso ciudadano a la niñez; un proyecto original de las señoras diputadas Elisa Carca y Elisa Carrió, del año 1996; y que estamos muy orgullosos de que otros bloques lo hayan tomado como propio.
Quiero aclarar que yo no soy peronista. Pero aunque siempre he sido muy crítico del peronismo –y no me voy a esconder‑, debo reconocer que me gustaban algunas cosas, aunque quizás no las compartía en un ciento por ciento. Creo que en el peronismo había valores que eran interesantes. Por ejemplo, hablaban del federalismo, del país productivo y de la burguesía nacional. Y yo me pregunto: ¿qué es una burguesía nacional? Los invito a todos a reflexionar sobre este tema.
- Manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Una burguesía nacional es un sector productivo de propietarios –si no, no serían burgueses‑ que hacen dinero produciendo y no especulando, que invierten en el país…
- Manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- A los que me gritan desde las galerías les pregunto: si todavía no he dicho de qué sector estoy hablando, ¿cómo saben que me refiero al campo?
Yo hablaba de la burguesía nacional. Hablaba de un sector productivo que era una verdadera burguesía nacional, que invertía en el país y no afuera, que no compraba departamentos en Punta del Este, que no tenía empresas quebradas mientras los propietarios eran ricos, que distribuía federal y socialmente la riqueza en el país, con sus sectores pequeños, medianos y grandes.
Algunas cosas realmente me llaman la atención. Hablan de la concentración del sector agropecuario como si fuera un escándalo. Dicen que el 50 por ciento de la producción agropecuaria está en un monopolio de 2.500 productores. Yo les pregunto: ¿escuchan lo que dicen? Un monopolio de 2.500 productores es una gran originalidad argentina, porque los monopolios en el mundo son de uno; en todo caso, habrá oligopolios de cuatro o cinco, pero: ¿un monopolio de 2.500?
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Yo me pregunto, señor presidente: ¿cuántos productores son el 50 por ciento de la producción automotriz, o el 50 por ciento de la producción metalúrgica? ¿En manos de cuántos está el 50 por ciento del capital financiero en la Argentina? Me parece que no son 2.500.
Si vamos a estar en serio en contra de la concentración de la riqueza y el poder, empecemos a ponerles impuestos a los sectores que concentran la riqueza y el poder y no a los otros.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Por otro lado, señor presidente, me llama mucho la atención dos argumentos que esgrime hoy el oficialismo; se trata de dos argumentos realmente curiosos. Parece que ahora ser progresista es ponerle tasas al sector productivo y no ponérselas ni al sector financiero, ni al juego, ni a la minería.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Parece que hoy ser progresista en la Argentina es cuidar el superávit fiscal en plena recesión. Sin embargo me parece recordar que a algunos gobiernos que ensayaron esta receta no les fue bien; por el contrario, les fue muy mal, porque no hay solución al problema fiscal si no salimos de la recesión, si no ponemos en marcha el país, si no apoyamos a los sectores productivos. No hay superávit fiscal ni sustentabilidad fiscal si el país sigue parado, como lo está desde hace un año por capricho de este gobierno.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- También quiero referirme al vaciamiento del Parlamento, porque esto es lo que estamos discutiendo hoy: si vamos a vivir en una República en la que funcionan todos sus poderes o en una monarquía donde solamente gobierna el Poder Ejecutivo.
Se vacía el Parlamento, señor presidente, cuando teniendo el Gobierno mayoría en las dos cámaras gobierna a fuerza de decretos de necesidad y urgencia, de superpoderes y de facultades delegadas. Y así es como han gobernado por seis años. Y también se vacía el Parlamento cuando en febrero, en vez de llamar a extraordinarias, por primera vez en la historia de la democracia este Parlamento estuvo vacío. Se vacía el Parlamento cuando en seis meses tuvimos sólo tres sesiones, y algunas de ellas realmente vergonzosas por las leyes que se trataron. Se vacía el Parlamento porque las comisiones están congeladas. Se vacía el Parlamento porque en la Comisión de Agricultura y Ganadería hubo 175 proyectos de ley y se trataron y aprobaron en el recinto solamente seis, todos del oficialismo, mientras la totalidad de los proyectos de la oposición están cajoneados muriéndose de risa…
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- …mientras el oficialismo dice que no tenemos propuestas.
Entonces les pido que digan la verdad, porque si cuando el gobierno tiene la mayoría gobierna por decretos de necesidad y urgencia y el Congreso funciona como una escribanía, ¿para qué existe el Congreso? Y si cuando no tiene más la mayoría automática y ya no se quiere funcionar como escribanía y la realidad impone otra cosa, igual hay que votarles todas las leyes, como la de los superpoderes, porque si no dicen que el gobierno se cae. Entonces digamos la verdad: saquemos el Parlamento, cerrémoslo, devolvamos las dietas y dejemos de mentirle a la gente.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Antes, las facultades extraordinarias eran necesarias porque había crisis. Después eran necesarias porque no había más crisis. Ahora son necesarias de nuevo porque volvió la crisis. ¿Siempre son necesarias? Digamos la verdad: si la oposición no sirve para nada, si sólo sirve para hacer perder el tiempo y poner palos en la rueda, terminemos también con la oposición. ¿Por qué no dicen la verdad? Si quieren que el único poder real en este país sea el Ejecutivo y que los opositores nos vayamos, establezcamos una monarquía y volvamos a Luis XIV. Así van a estar contentos algunos que dicen ser de izquierda.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Finalmente llegamos, con un mes de atraso, al ámbito real de la discusión política, del diálogo, del consenso y el debate, que es el Parlamento. Esa es la verdad. Hoy está en juego quién es verdadera oposición y quién es oficialismo. Y en esto no puede haber ambigüedad: se respeta la Constitución y la República o se sigue consintiendo a un gobierno que es monárquico y concentrador del poder y que ha hecho de la distribución de la riqueza una frase hueca más.
Y quiero contestarle al senador Pichetto, que en nombre de la gobernabilidad parece que quiere que le votemos todo. Quiero decirle que no aceptamos el chantaje de hacernos sentir golpistas y destituyentes porque somos oposición. Desde que tengo memoria y desde que ha vuelto la democracia a la Argentina ha habido dos golpes destituyentes que se enmarcan en dos números y un nombre. Los dos golpes destituyentes contra un gobierno democrático fueron en 1989 y en 2001 y el golpista destituyente fue el Pejota. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Por eso hoy les pido…
- Manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Repito, señor presidente: dije “el Pejota” y no “el peronismo”, porque los peronistas de verdad se avergüenzan de estas cosas. (Aplausos y manifestaciones en las bancas y en las galerías.)
Por eso hoy tenemos niveles de pobreza e indigencia que son los de 2001. Por eso tenemos hoy un gobierno desprestigiado y fuga de capitales y sin embargo no hay golpe, porque no hay nadie de la oposición que esté organizando puebladas fuera de este Parlamento.
Sr. Presidente (Fellner).- Señor diputado: el señor diputado Heredia le solicita una interrupción. ¿Se la concede?
Sr. Iglesias.- Si me reconoce el tiempo, con mucho gusto, señor presidente.
Sr. Presidente (Fellner).- No le puedo reconocer el tiempo, señor diputado.
Sr. Iglesias.- Entonces no concedo la interrupción, señor presidente.
Hace veinticinco años que venimos de fracaso en fracaso de una democracia que no ha sabido consolidar la República.
Cuando yo era joven decíamos –y cuánto nos equivocábamos‑ que la democracia era formal. Tuvo que caer la democracia para que entendiéramos que la democracia no era formal ni era la máscara de los poderosos. La democracia era sustantiva y era la defensa de los más pobres. Cuando cayó la democracia los que más sufrieron fueron los más pobres, los trabajadores, los desaparecidos, y el pueblo argentino aprendió que la democracia no era formal sino sustantiva. Ahora lo que está planteado es dar un paso más y entender que la República no es formal sino sustantiva, porque sin República no hay país en serio, no hay nueva política ni distribución del ingreso.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Por eso digo que hoy es la hora de la República y no mañana. Hoy es la hora de la distribución del ingreso verdadero, que la vamos a hacer acá, junto a los diputados del oficialismo, si nos dan la oportunidad. Los invito a tratar el ingreso ciudadano a la niñez lo antes posible, para terminar con la pobreza, con la inseguridad y con el clientelismo. Y les pido a todos que antes de votar piensen bien lo que van a hacer, que voten según lo que nos dicen en los pasillos y no según las cosas que he escuchado en este recinto.
- Varios señores diputados hablan a la vez.
Sr. Iglesias.- Les pido a todos que no tengan miedo, que juntos tomemos las responsabilidades que la Constitución puso en nuestras manos. Seamos dignos. Asumamos nuestras responsabilidades, porque lo vamos a hacer mucho mejor que lo que ha hecho el Poder Ejecutivo.
No tengan miedo. Evitemos una nueva 125, basada en los superpoderes, en las facultades delegadas y en los DNU. Recordemos que 1983 fue un momento histórico para la República Argentina. Establecimos un “nunca más” democrático que dijo “nunca más dictaduras”. Hoy es hora de que hagamos, más modestamente, un “nunca más” republicano y digamos “nunca más a la delegación de facultades, nunca más a los superpoderes, nunca más a los decretos de necesidad y urgencia”.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Lo digo con un genuino y verdadero espíritu de colaboración, porque nadie puede ayudar a quien no quiere que lo ayuden, y nadie puede ayudar a quien no quiere ayudarse. Gracias señor Presidente.
Sr. Iglesias.- A los que me gritan desde las galerías les pregunto: si todavía no he dicho de qué sector estoy hablando, ¿cómo saben que me refiero al campo?
Yo hablaba de la burguesía nacional. Hablaba de un sector productivo que era una verdadera burguesía nacional, que invertía en el país y no afuera, que no compraba departamentos en Punta del Este, que no tenía empresas quebradas mientras los propietarios eran ricos, que distribuía federal y socialmente la riqueza en el país, con sus sectores pequeños, medianos y grandes.
Algunas cosas realmente me llaman la atención. Hablan de la concentración del sector agropecuario como si fuera un escándalo. Dicen que el 50 por ciento de la producción agropecuaria está en un monopolio de 2.500 productores. Yo les pregunto: ¿escuchan lo que dicen? Un monopolio de 2.500 productores es una gran originalidad argentina, porque los monopolios en el mundo son de uno; en todo caso, habrá oligopolios de cuatro o cinco, pero: ¿un monopolio de 2.500?
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Yo me pregunto, señor presidente: ¿cuántos productores son el 50 por ciento de la producción automotriz, o el 50 por ciento de la producción metalúrgica? ¿En manos de cuántos está el 50 por ciento del capital financiero en la Argentina? Me parece que no son 2.500.
Si vamos a estar en serio en contra de la concentración de la riqueza y el poder, empecemos a ponerles impuestos a los sectores que concentran la riqueza y el poder y no a los otros.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Por otro lado, señor presidente, me llama mucho la atención dos argumentos que esgrime hoy el oficialismo; se trata de dos argumentos realmente curiosos. Parece que ahora ser progresista es ponerle tasas al sector productivo y no ponérselas ni al sector financiero, ni al juego, ni a la minería.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Parece que hoy ser progresista en la Argentina es cuidar el superávit fiscal en plena recesión. Sin embargo me parece recordar que a algunos gobiernos que ensayaron esta receta no les fue bien; por el contrario, les fue muy mal, porque no hay solución al problema fiscal si no salimos de la recesión, si no ponemos en marcha el país, si no apoyamos a los sectores productivos. No hay superávit fiscal ni sustentabilidad fiscal si el país sigue parado, como lo está desde hace un año por capricho de este gobierno.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- También quiero referirme al vaciamiento del Parlamento, porque esto es lo que estamos discutiendo hoy: si vamos a vivir en una República en la que funcionan todos sus poderes o en una monarquía donde solamente gobierna el Poder Ejecutivo.
Se vacía el Parlamento, señor presidente, cuando teniendo el Gobierno mayoría en las dos cámaras gobierna a fuerza de decretos de necesidad y urgencia, de superpoderes y de facultades delegadas. Y así es como han gobernado por seis años. Y también se vacía el Parlamento cuando en febrero, en vez de llamar a extraordinarias, por primera vez en la historia de la democracia este Parlamento estuvo vacío. Se vacía el Parlamento cuando en seis meses tuvimos sólo tres sesiones, y algunas de ellas realmente vergonzosas por las leyes que se trataron. Se vacía el Parlamento porque las comisiones están congeladas. Se vacía el Parlamento porque en la Comisión de Agricultura y Ganadería hubo 175 proyectos de ley y se trataron y aprobaron en el recinto solamente seis, todos del oficialismo, mientras la totalidad de los proyectos de la oposición están cajoneados muriéndose de risa…
- Aplausos en las galerías.
Sr. Iglesias.- …mientras el oficialismo dice que no tenemos propuestas.
Entonces les pido que digan la verdad, porque si cuando el gobierno tiene la mayoría gobierna por decretos de necesidad y urgencia y el Congreso funciona como una escribanía, ¿para qué existe el Congreso? Y si cuando no tiene más la mayoría automática y ya no se quiere funcionar como escribanía y la realidad impone otra cosa, igual hay que votarles todas las leyes, como la de los superpoderes, porque si no dicen que el gobierno se cae. Entonces digamos la verdad: saquemos el Parlamento, cerrémoslo, devolvamos las dietas y dejemos de mentirle a la gente.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Antes, las facultades extraordinarias eran necesarias porque había crisis. Después eran necesarias porque no había más crisis. Ahora son necesarias de nuevo porque volvió la crisis. ¿Siempre son necesarias? Digamos la verdad: si la oposición no sirve para nada, si sólo sirve para hacer perder el tiempo y poner palos en la rueda, terminemos también con la oposición. ¿Por qué no dicen la verdad? Si quieren que el único poder real en este país sea el Ejecutivo y que los opositores nos vayamos, establezcamos una monarquía y volvamos a Luis XIV. Así van a estar contentos algunos que dicen ser de izquierda.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Finalmente llegamos, con un mes de atraso, al ámbito real de la discusión política, del diálogo, del consenso y el debate, que es el Parlamento. Esa es la verdad. Hoy está en juego quién es verdadera oposición y quién es oficialismo. Y en esto no puede haber ambigüedad: se respeta la Constitución y la República o se sigue consintiendo a un gobierno que es monárquico y concentrador del poder y que ha hecho de la distribución de la riqueza una frase hueca más.
Y quiero contestarle al senador Pichetto, que en nombre de la gobernabilidad parece que quiere que le votemos todo. Quiero decirle que no aceptamos el chantaje de hacernos sentir golpistas y destituyentes porque somos oposición. Desde que tengo memoria y desde que ha vuelto la democracia a la Argentina ha habido dos golpes destituyentes que se enmarcan en dos números y un nombre. Los dos golpes destituyentes contra un gobierno democrático fueron en 1989 y en 2001 y el golpista destituyente fue el Pejota. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Por eso hoy les pido…
- Manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Repito, señor presidente: dije “el Pejota” y no “el peronismo”, porque los peronistas de verdad se avergüenzan de estas cosas. (Aplausos y manifestaciones en las bancas y en las galerías.)
Por eso hoy tenemos niveles de pobreza e indigencia que son los de 2001. Por eso tenemos hoy un gobierno desprestigiado y fuga de capitales y sin embargo no hay golpe, porque no hay nadie de la oposición que esté organizando puebladas fuera de este Parlamento.
Sr. Presidente (Fellner).- Señor diputado: el señor diputado Heredia le solicita una interrupción. ¿Se la concede?
Sr. Iglesias.- Si me reconoce el tiempo, con mucho gusto, señor presidente.
Sr. Presidente (Fellner).- No le puedo reconocer el tiempo, señor diputado.
Sr. Iglesias.- Entonces no concedo la interrupción, señor presidente.
Hace veinticinco años que venimos de fracaso en fracaso de una democracia que no ha sabido consolidar la República.
Cuando yo era joven decíamos –y cuánto nos equivocábamos‑ que la democracia era formal. Tuvo que caer la democracia para que entendiéramos que la democracia no era formal ni era la máscara de los poderosos. La democracia era sustantiva y era la defensa de los más pobres. Cuando cayó la democracia los que más sufrieron fueron los más pobres, los trabajadores, los desaparecidos, y el pueblo argentino aprendió que la democracia no era formal sino sustantiva. Ahora lo que está planteado es dar un paso más y entender que la República no es formal sino sustantiva, porque sin República no hay país en serio, no hay nueva política ni distribución del ingreso.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Por eso digo que hoy es la hora de la República y no mañana. Hoy es la hora de la distribución del ingreso verdadero, que la vamos a hacer acá, junto a los diputados del oficialismo, si nos dan la oportunidad. Los invito a tratar el ingreso ciudadano a la niñez lo antes posible, para terminar con la pobreza, con la inseguridad y con el clientelismo. Y les pido a todos que antes de votar piensen bien lo que van a hacer, que voten según lo que nos dicen en los pasillos y no según las cosas que he escuchado en este recinto.
- Varios señores diputados hablan a la vez.
Sr. Iglesias.- Les pido a todos que no tengan miedo, que juntos tomemos las responsabilidades que la Constitución puso en nuestras manos. Seamos dignos. Asumamos nuestras responsabilidades, porque lo vamos a hacer mucho mejor que lo que ha hecho el Poder Ejecutivo.
No tengan miedo. Evitemos una nueva 125, basada en los superpoderes, en las facultades delegadas y en los DNU. Recordemos que 1983 fue un momento histórico para la República Argentina. Establecimos un “nunca más” democrático que dijo “nunca más dictaduras”. Hoy es hora de que hagamos, más modestamente, un “nunca más” republicano y digamos “nunca más a la delegación de facultades, nunca más a los superpoderes, nunca más a los decretos de necesidad y urgencia”.
- Aplausos y manifestaciones en las galerías.
Sr. Iglesias.- Lo digo con un genuino y verdadero espíritu de colaboración, porque nadie puede ayudar a quien no quiere que lo ayuden, y nadie puede ayudar a quien no quiere ayudarse. Gracias señor Presidente.
(Aplausos y manifestaciones en las bancas y en las galerías.)
5 comentarios:
Fernando: Brillante exposición, con la claridad y la contundencia que se necesita. Muchas veces he dicho que UD, representa cabal e idóneamente a quienes lo hemos elegido y lucha cada día desde sus convicciones para promover el bien común. Es lamentable que por otro lado hay acciones totalmente deleznables como las del diputado Hugo Cuevas (fiel exponente de la tropa de los K)
Se encontraba cómodamente instalado en su domicilio roquense sin intención de ejercer la función para la que fue elegido; como lo ha hecho casi siempre porque su gestión legislativa casi no ha existido; cuando recibió un llamado de Saiz(orden de Parrili) para informarle que viajara a Bs. As y diera su voto a favor por supuesto del oficialismo. La urgencia ameritaba el uso de un avión privado para tal fin. Realmente es vergonzoso observar estos manejos, solo les interesa construir y acaparar poder, solo se ocultaron un poco desde el 28 de junio para volver a resurgir con más fuerzas. Lamentablemente el aire para recomponerse se lo dio la mayor parte de la oposición que creyó ilusamente encontrarse frente a un león herido, y fueron usados para sanar la herida y el león otra vez volvió a reinar.
Saludos
Grande Fernando! Excelente exposición!
Grande Fernando! Excelente exposición!
Gracias, señor diputado. Qué sólo se lo ve.
Estos discursos de un diputado decente, lúcido y aislado en un Parlamento de ladrones y títeres me recuerdan a De la Torre, Palacios, Orgaz (el que renunció a la Corte Suprema por "cansancio moral" -una dolencia a la que son inmunes las cucarachas que usan hoy las bancas-), Pinedo (padre), Alende y tantos otros que llegaron a la política para servir en lugar de servirse.
Entre los que escribimos en www.discepolin.com lo hemos adoptado, Iglesias, como amuleto: nos da esperanza para seguir escribiendo.
Gracias, si usted es Cruz, nosotros somos Fierro.
Publicar un comentario