DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

sábado, 28 de noviembre de 2009

Intervención en el Recinto.-


Tratamiento del proyecto del ley sobre la creación del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo. Miércoles 25 de Noviembre de 2009.


Sra. Presidenta (Vaca Narvaja).- Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.

Sr. Iglesias.- Señora presidenta: parece que el último es un mes particularmente difícil para mí, en el cual tengo la ardua tarea de, con la mayor honestidad, en la función que me comprende como diputado nacional y con el compromiso de defender los intereses de todos los ciudadanos argentinos, oponerme a proyectos de ley que, como deportista, como entrenador y como parte del movimiento deportivo argentino, especialmente en su dimensión de alto rendimiento, he esperado desde hace décadas.
Voy a solicitar paciencia a los señores diputados para hacer un breve racconto.
Soy profesor de educación física, entrenador nacional e internacional de voleibol y me he dedicado veinte años a entrenar equipos profesionales de voleibol en la Argentina, en España y en Italia. Además, soy licenciado en Alto Rendimiento Deportivo. Fui el abanderado del Comité Olímpico Argentino en la primera promoción egresada de la licenciatura en Alto Rendimiento Deportivo que organizan la Universidad de Lomas de Zamora, la Secretaría de Deportes y el Comité Olímpico Argentino. Durante cinco años trabajé como profesor universitario de la que quizá es la materia más importante en la licenciatura, que es Metodología del Entrenamiento, cargo que dejé para empezar la campaña política en el año 2007.

Digo que es muy difícil oponerme a esta iniciativa porque quienes hemos participado en el alto rendimiento deportivo argentino la esperamos desde hace décadas. En el año 1982 yo era el entrenador de la selección juvenil de voleibol, y en el Cenard no solo no teníamos aire acondicionado sino tampoco ventiladores, por lo que estuvimos tres meses prácticamente calcinados –en los dormitorios hacía cuarenta grados‑ y así nos preparamos para un campeonato sudamericano que se celebró en Paraguay.
Muchos de los deportistas que están aquí presentes en las galerías me conocen desde hace veinte o treinta años, y saben que pocas personas están más convencidas que yo de la necesidad de contar con una ley de este tipo. Necesitamos esta ley, este es un compromiso político que tienen todos los bloques que integran esta Cámara, no solo del oficialismo sino también del bloque de la Coalición Cívica, y yo lo vengo a reafirmar aquí. Es un compromiso de la oposición que se sancione una ley en la materia, pero lamentablemente tengo que decir que esta es una ley muy mala, hecha a las apuradas, que no contempla muchísimos aspectos que debería contemplar una norma de estas características.
Todas las intenciones que hemos puesto de manifiesto en la comisión para sugerir reformas o modificaciones fueron rechazadas en forma unánime, sin que nos fuera posible cambiar ni una coma al proyecto presentado, el cual contiene una serie de errores muy importantes que paso a detallar.

En primer término, esta es una ley que está directamente relacionada con la designación del señor Werthein al frente del Comité Olímpico Argentino. Yo he asistido a su asunción, lo he saludado en persona y le deseo lo mejor como presidente de dicho comité. Sin embargo, considero que desde las instituciones de la República tenemos un compromiso con todos los ciudadanos argentinos, y dicho compromiso se vincula con algunas cuestiones. Una primera cuestión tiene que ver con la forma de financiación, y otra no menor se vincula con la carencia de un proyecto estructural que fundamente esta norma, que no existe en ningún lado.
Por otro lado, hay un aspecto que no me parece menor, y es el caso de las federaciones deportivas. En este sentido, les recuerdo que la federación deportiva más importante de este país, la Asociación del Fútbol Argentino, tiene un presidente vitalicio que se llama Julio Grondona. Yo no tengo por qué desconfiar del señor Werthein ni tampoco estoy en contra de que el Comité Olímpico sea la principal autoridad. Pero si ese comité le pide a la Cámara de Diputados de la Nación y, en consecuencia, al pueblo argentino, que aporte una cifra que en la comisión de Deportes se estimó en 200 millones de pesos, lo menos que tiene que hacer es impedir la reelección permanente del cargo de presidente. Ya tenemos un Grondona y no queremos tener dos. Le dimos 600 millones de pesos a Grondona y, después de lo que ha pasado, no me parece apropiado darle ahora 200 millones de pesos al señor Werthein, ni a ninguna otra persona.
La otra irregularidad severa del tema de la financiación es de dónde surgen los fondos. Los fondos surgen de la telefonía celular, que ya sea en forma de abono o en la forma en que sea, hoy es un insumo básico para muchos trabajadores. Hablo del plomero, del gasista, de infinidad de personas que viven en barrios carenciados donde no llegan las líneas telefónicas y que necesitan tener teléfono celular para trabajar y comunicarse. Y la forma más barata de tener telefonía celular es a través del abono y no mediante la tarjeta. De manera que otra vez le estamos metiendo la mano en el bolsillo al sector más desprotegido de la población y directamente se lo damos a una persona, que merece todos mis respetos pero que permanece activa en el sector privado y que es además un empresario propietario de una de las firmas que serán agentes de retención de este sistema.
No debemos olvidar que quienes van a recoger este dinero son las empresas telefónicas. Por la ley la van a tener que devolver al estado después de un mes, lo que en la Argentina no quiere decir nada porque en medio de un cambio de tarifas, de una devaluación o de cualquier otro evento ineperado, el deporte olímpico argentino se queda de nuevo sin financiación.
Nosotros proponemos otras formas de financiar este proyecto, que me parece importante, a través de otros medios, como por ejemplo, el juego. En la Argentina el juego es uno de los sectores que menos impuestos paga. Entonces, saquémosle al juego y no a las personas que necesitan el teléfono celular para trabajar y empecemos a rediscutir este aspecto de la ley.
Quiero decir además que si el presidente del Comité Olímpico Argentino –quien, como está diseñada esta ley va a ser el presidente del ENARD‑ es además un socio importante de una compañía telefónica que opera como agente de retención, allí existe una irregularidad muy grande y evidente. De manera tal que si este proyecto sigue adelante vamos a denunciarlo ante los órganos pertinentes.

Otro punto que está muy mal en la ley es el predominio que tiene el Comité Olímpico Argentino sobre la Secretaría de Deportes. Quienes tanto critican al neoliberalismo deberían pensar si es o no neoliberal sacarle 200 millones a los ciudadanos argentinos más pobres para dárselos a un empresario privado que se acaba de hacer cargo del Comité Olímpico Argentino.
Por otra parte, a través de esta ley vamos a permitir que un Comité Olímpico con reelección indefinida sea la autoridad de aplicación de la ley. En verdad, para hacer discursos contra el neoliberalismo y hablar del predominio del Estado ciertos sectores son muy buenos, pero cuando redactan las leyes sería bueno que respetaran los principios que dicen defender.
Otro punto fundamental de la ley es que no tiene una fundamentación ni en su gasto ni en su estructura. La pregunta entonces es en qué se va a gastar el dinero, porque hay una enumeración: becas para atletas, subsidios a la Secretaría de Deportes, honorarios de entrenadores, apoyo económico general, es decir, hay una serie de ítems, pero la pregunta es en cuáles se va a gastar, bajo qué límites y qué cantidad de dinero total se necesita. Y esa parte fundamental del proyecto no existe en ningún lado.

Nuestro país vive hoy una situación muy difícil, con enormes deficiencias en planos prioritarios como salud y educación. El deporte de alto rendimiento tiene que ser atendido pero para que ello ocurra y sean destinados recursos tiene que haber un proyecto. La Secretaría de Deportes junto con el Comité Olímpico Argentino tienen que presentar un proyecto de cuáles serán las estructuras, cuántos cargos se van a designar, cómo será el método de designación de los profesionales a cargo. Nada de eso tenemos. Tenemos un impuesto regresivo del uno por ciento, que podría ser del 10 por ciento o cualquier otro porcentaje. Podrían ser 200 millones, 50 millones o 400 millones, porque al oficialismo le da lo mismo, porque en definitiva paga la gran caja, el gran bolsillo agujereado de los ciudadanos argentinos más pobres.

Este proyecto necesita volver a la comisión para que el Comité Olímpico Argentino y la Secretaría de Deportes presenten la fundamentación de cuánto piensan gastar y en qué piensan hacerlo. No tenemos ningún proyecto y sólo se dice: le damos 200 millones de pesos al señor Werthein, cruzamos los dedos y esperemos que sea una persona honesta y capaz.
Puede ser que sea así, pero hacer esto desde la Cámara de Diputados de la Nación es una gran irresponsabilidad.

Las designaciones también son un tema delicado, porque aquí estamos hablando de designaciones públicas y hay puntos del proyecto que son confusos en cuanto a la determinación de las obligaciones y potestades de este nuevo ente por parte de la Secretaría de Deporte. Por ejemplo, entre los conceptos se mencionan los honorarios de entrenadores y técnicos nacionales y extranjeros afectados al alto rendimiento. ¿De qué estamos hablando? ¿De los entrenadores de las selecciones? ¿Ahora desde el Comité Olímpico Argentino se va a designar los entrenadores de las selecciones nacionales? Esto no está claro en el proyecto, porque está hecho a las apuradas y con un gran desconocimiento del tema. Normalmente, los entrenadores de las selecciones nacionales son designados por las propias federaciones. Entonces, ¿qué entrenadores va a designar el Comité Olímpico Argentino? ¿Para qué federaciones? ¿Qué parte le compete a las federaciones y qué parte al comité? Nada de esto está claro.
Asimismo, el proyecto habla de la contratación de especialistas en ciencias aplicadas al deporte para apoyo de los atletas. Esto estaría bien, pero tendría que haber un método de designación. Estos son cargos públicos, y por lo tanto no pueden quedar a discreción del señor Werthein, ni del Comité Olímpico Argentino, ni de nadie. Son cargos que se van a financiar con impuestos restados al Tesoro de la Nación. Por eso tiene que haber un mecanismo de designación que evite nombramientos a dedo y haga que éstos se realicen mediante concursos de antecedentes, como sucede en todos los cargos del Estado. Este artículo va en contra de la legislación general, y en su momento lo haremos notar ante las autoridades judiciales correspondientes.
En otra parte del proyecto se hace referencia a la adquisición de elementos necesarios para el procedimiento del control antidoping. Hoy este control está en manos de la Secretaría de Deporte. ¿Quién se va a ocupar del control antidoping de aquí en adelante, entonces? ¿Este nuevo ente o la Secretaría? Esta es otra desprolijidad en un tema central, específico y muy delicado. ¿Vamos a permitir que el control antidoping de todos los deportes, incluido el fútbol porfesional, queden a cargo de un ente privado dirigido por un gran empresario? Me parece que quienes lo apoyan deberían primero leer el proyecto.

Y hay muchas otras cuestiones de este tipo, por ejemplo, las atribuciones de la asamblea general ordinaria. Uno de los puntos de la ley se refiere a la aprobación y modificación de reglamentos internos de la institución. O sea que todo lo que nosotros votemos es válido hasta que se reúna la asamblea general ordinaria del ENARD y diga que lo que hoy votemos no les gusta y cambien los reglamentos de la institución. Estamos delegando esta potestad legislativa al Comité Olímpico Argentino, le damos el dinero y después le permitimos que cambie completamente los reglamentos internos de la institución por una simple asamblea general ordinaria. Este es otro mamarracho que no tiene ninguna justificación.

Me decían en la comisión de Deportes que desde la Cámara de Diputados no podíamos pedir que no hubiera reelección indefinida porque eso implicaría inmiscuirse en las potestades propias del Comité Olímpico Argentino. Sin embargo, esta ley dice que el presidente y el secretario general del Comité Olímpico Argentino serán las únicas autoridades que podrán desempeñar los cargos de presidente, vicepresidente, secretario y tesorero del ENARD. ¿Esto no es intromisión? Es decir, no podemos impedir que haya reelección indefinida en el Comité Olímpico pero sí podemos decirle: “Tenés que elegir a uno de estos dos”. Realmente, el proyecto es inconsistente por donde se lo mire.

Insisto, señora presidenta: ratifico desde el bloque de la Coalición Cívica –y creo hablar en nombre de toda la oposición- la intención de que este proyecto de ley se apruebe lo antes posible. Pero para que sea un buen proyecto no tenemos que hacer esto a las apuradas; y si es así, que no les quepa duda alguna de que la próximo legislatura lo va a cambiar. Seamos prolijos y pidamos la vuelta a comisión del proyecto. Me comprometo a dar el apoyo de mi bloque, y creo que del mismo modo actuará el resto de la oposición. Están aquí presentes los deportistas olímpicos; nadie quiere estar en contra de este proyecto, pero queremos que sea una buena iniciativa, que dure para siempre, y no una iniciativa aprobada porque hoy está determinada persona al frente del Comité Olímpico Argentino y mañana se tenga que ir, porque todos sus fundamentos son improcedentes y contarios a la legislación general.
En particular, es inaceptable la forma de financiación; es inaceptable que el propio presidente del Comité Olímpico sea uno de los empresarios más importantes del negocio encargado de la retención y distribución de los fondos. Por ello, solicitamos que el proyecto vuelva a comisión y también pedimos que la votación se realice en forma nominal y artículo por artículo, y que cuando se realice la votación en particular, que el artículo 26 se apruebe por mayoría calificada por referirse a un tema impositivo. Muchas gracias señora Presidente.

2 comentarios:

joaquin benito camela dijo...

Che cara e´loco la bomba tucumana, es la voz de conciencia?.....por que ayer, justo ayer, la bomba (conciencia cara e`loco?)te hace esa pregunta.......y ahora ...oh casualidad saliste con este post.....Muy, pero muy berreta lo tuyo....DIPUTADO NACIONAL...dijera el negro topu de rial (sin mayuscula)....Argentina que país generoso....juajauajuajauj

Anónimo dijo...

Muy buena exposicion. Espero que no tengamos otro Grondona.