DATOS PERSONALES
- Fernando A. Iglesias
- * Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires
miércoles, 30 de marzo de 2011
PROGRAMAS DE TV
lunes, 28 de marzo de 2011
ACTIVIDAD LEGISLATIVA - REUNIÓN DE DIPUTADOS DE LIBERTAD DE EXPRESION
Pedirle a los Presidentes de las comisiones de Libertad de Expresión, Justicia y Asuntos Constitucionales la urgente citación a la Ministra de Seguridad Dra. Nilda Garre a hacerse presente el miércoles 30 de marzo a las 10 hrs. a explicar las razones por las cuales su cartera no tomo medidas frente a una orden judicial vigente que impide el Bloqueo a las plantas distribuidoras de medios de comunicación. A la vez los diputados reunidos firmaron una denuncia para ser presentada a la relatora especial para la libertad de expresión dependiente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos frente a los gravísimos sucesos que restringen la libertad de expresión en la Argentina y que se expresaron de manera brutal con los hechos acaecidos el 27 de marzo que impidieron el derecho del ciudadano a elegir de que manera informarse.
Por la UCR se encontraban presentes Ricardo Gil Lavedra, Silvana Giudici, Ricardo Alfonsín, Gustavo Cusinato y Elsa Álvarez.
Por el Peronismo Federal: Gustavo Ferrari, Eduardo Amadeo, Marcelo López Arias y Graciela Camaño.
Por la Coalición Cívica: Patricia Bullrich, Fernando Iglesias y Elsa Quiroz.
Por el PRO: Federico Pinedo y Paula Bertol.
Por el Socialismo: Roy Cortina.
Por el GEN: Margarita Stolbizer y Gerardo Milman.
También se presentaron las Senadoras María Eugenia Estenssoro y Norma Morandini, ambas integrantes de la comisión de libertad de expresión del Senado de la Nación
domingo, 27 de marzo de 2011
PROGRAMAS DE TV
sábado, 26 de marzo de 2011
NOTA DE LA SEMANA
Debido a mi cobardía no sé, lamentablemente, qué sucedía en la Plaza en los Setenta. Pero durante los tempranos años ochenta uno de los espectáculos habituales de los jueves era el de Hebe echando a patadas a los trotskistas que acudían a la ronda de las Madres con sus banderas partidarias. Sostenía entonces, Hebe, que la lucha por los Derechos Humanos debía ser la lucha de todos los argentinos porque si no, no sería nada. Es una larga historia la que ha llevado de estos episodios de pluralismo fundacional al acto de ofrecerles el palco del Día de la Memoria a Boudou, Mariotto y Moreno para que digan barbaridades, y a proclamar “Estamos orgullosas de ser kirchneristas” y “Sin Cristina no hay Patria”; dos frases que son la confesión de una abdicación. Es una larga historia y es una triste contabilidad la de la cooptación de los organismos de Derechos Humanos por este gobierno; pero sería tan poco inteligente pensar que todo es gratitud por el acto indudablemente justiciero de haber puesto de nuevo sobre el tapete la agenda de Derechos Humanos abandonada por el alfonsinismo en ciertas Pascuas y olímpicamente ignorada por la Alianza como creer que todo se reduce a prebendas y cargos.
Lo que se esconde detrás de Boudou, Mariotto y Moreno en el palco, y lo que enuncian las declaraciones de Hebe, es una concepción populista de la Historia que dista mucho de la que se confiesa desde el Poder. Según ella, para los argentinos los Derechos Humanos no son lo mismo que para noruegos, congoleños o brasileños, sino un instrumento retórico a ser usado en la larga batalla que desde 1930 vienen librando los dos grupos políticos que han construido el fracaso argentino: el elitista partido militar y el partido populista-nacionalista. Dejando acto por la presente de que no hay nada peor que una dictadura ni comparable a un genocidio, las huestes llegadas conjuntamente al poder con Uriburu (unos en la butaca del auto, otros en el estribo) y cuya paulatina separación llevaría a las figuras emblemáticas de Perón, por un lado, y Videla, por el otro, han gobernado la decadencia argentina con las breves interrupciones de Frondizi, Illia, Alfonsín y De la Rúa que sumaron quince años sobre ochenta, menos de una quinta parte del total. Basta recordar el común desprecio que han despertado todos estos gobiernos –algunos excelentes y otros indefendibles- en las dos grandes constelaciones políticas nacidas del golpe uriburista, y repasar la larga lista de sus rechazos comunes (a la democracia formal, el parlamentarismo, lo anglosajón, el liberalismo, la libertad de prensa, la oposición, las instituciones republicanas, los métodos pacíficos de resolución de conflictos y los derechos humanos) para encontrar la misma raíz ideológica surgida en la crisis mundial de los Treinta y para advertir que detrás de su enemistad se esconde una complementariedad mal disimulada.
De allí la apropiación kirchnerista del Día de la Memoria y su transformación en un acto de repudio del partido populista al partido elitista; de allí el intento de reducir el asesinato de miles de argentinos a persecución exclusiva de militantes peronistas; de allí los carteles de periodistas con gorras militares; de allí la afirmación de la continuidad indistinguible entre Videla y Menem, Martínez de Hoz y Cavallo, episodios –todos- que niegan la que debería ser la base fundamental de la conmemoración del 24 de marzo: la distinción entre dictadura y democracia. De allí la yuxtaposición del antagonismo entre Derecha (partido elitista-militar) e Izquierda (partido populista) propuesto otra vez como clave interpretativa de la Historia por encima del eje dictadura-democracia; con lo cual Democracia y Derechos Humanos vuelven a ser reducidos –como en los Setenta- a meras categorías formales. Y es desde allí también que nace la principal descalificación del kirchnerismo a la oposición: la acusación de inexistencia; la sugerencia -administrada con capacidad de distorsión y persistencia goebbelianas- de que los partidos opositores (y los medios de comunicación, las agrupaciones empresarias, los intelectuales críticos, etc.) no son más que una máscara detrás de la que se esconde el viejo y añorado enemigo (al que “le son funcionales”, al que “le hacen el juego”), a cuya desaparición definitiva de la escena el populismo no logra resignarse.
Se trata, como se ha dicho, de los temas ideológicos de los Treinta que llevaron al drama de los Setenta, y la explicación de una configuración del escenario político nacional que hace que las cosas vayan de una manera en Chile, Brasil y Uruguay, y de muy otra en la Argentina; una Argentina cuya obsesión por la Historia esconde una nostalgia y el anhelo de una repetición. Al menos, como farsa.
lunes, 21 de marzo de 2011
VISITA A SALTA
domingo, 20 de marzo de 2011
PROGRAMAS DE TV
viernes, 18 de marzo de 2011
NOTA DE LA SEMANA
(Versión original)
Publicado en el diario Clarín del 18 de marzo de 2011
http://www.clarin.com/opinion/Militante-ultimo-modelo_0_446355471.html
Quien mejor entendió lo sucedido el viernes en el estadio de Huracán fue Carlos Marx, quien escribió: “La tradición de las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los seres humanos vivos. Y cuando éstos tratan de revolucionarse a sí mismos es precisamente cuando invocan temerosos la ayuda de los espíritus del pasado y toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra y sus vestimentas para con un lenguaje anticuado y artificial, tomado de prestado, representar en un nuevo escenario la historia mundial”. No parece casual que un libro escrito en 1851 como crítica del bonapartismo describa tan bien las actuales andanzas del peronismo. Y sin embrago, creer que todo ha sido militancia y peste emocional juvenil sería tan errado como insistir en atribuir todo a los 80$ por asistente y los 1.500$ por micro que costó la modesta repetición de la historia como farsa de Huracán.
El kirchnerismo, tan hijo legítimo del setentismo como del noventismo, ha inventado una nueva categoría “superadora” -para seguir con Hegel- de la antítesis entre el militante desinteresado y el operador rentado. Se trata de un híbrido militante-operador unánimemente rentado cuyo origen histórico son las elucubraciones leninistas sobre el revolucionario profesional. Lo que no hace más que revelar –otra vez- el carácter stalinista-débil del kirchnerismo: concentración del poder en una sola persona, culto de la personalidad pagado por el estado, propagandismo, purgas ideológicas, desprecio por la libertad de prensa, el parlamentarismo y la oposición, estatismo, populismo, nacionalismo e industrialismo exactor del campo. Si quedaran dudas, basta repasar la lista completa de las figuras del inglorioso Partido Comunista Argentino colaboradores del actual poder.
El ranking de los militantes-operadores-rentados, nuevo modelo de militante nac&pop, es amplio y va desde el soldado raso que concurrió genuinamente entusiasmado a Huracán y sumó unos pesos para el fin de semana, pasa por el bloggero K que capta unos 8.000$ mensuales para redactar un engendro destinado, según el modelo 6-7-8, a convencer a los convencidos, y termina en los líderes de esa agrupación devota de cierto odontólogo aparentemente carismático que se llevan, con similar entusiasmo, 30.000$ por mes por aportar desde sus escritorios y sus despachos a la revolución.
Curiosa nomenklatura menemista que posa para la foto en actitud de haber bajado ayer de Sierra Maestra, a ninguno se le ocurre que esos dineros del estado serían mejor aplicados a mejorar la salud y la educación del 30% de pobres que aún tiene el país, sino que los guía el convencimiento de que no hay mejor lugar para esos fondos pagados con el 21% de IVA a los alimentos que sus bolsillos. Después de todo es lógico que piensen que el modelo nac&pop requiere esos sacrificios militantes, similares a los hechos por sus líderes políticos durante toda una vida de acumular fortunas que no pueden explicar.