DATOS PERSONALES

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* Escritor y periodista especializado en los aspectos políticos de la globalización. * Presidente del Consejo del World Federalist Movement. * Director de la Cátedra de Integración Regional Altiero Spinelli del Consorzio Universitario Italiano per l’Argentina. * Profesor de Teoría de la Globalización y Bloques regionales de la UCES y de Gobernabilidad Internacional de la Universidad de Belgrano. * Miembro fundador de Democracia Global - Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial. * Diputado de la Nación MC por la C.A. de Buenos Aires

miércoles, 31 de diciembre de 2008


BALANCES Y AUGURIOS

Año difícil éste, en el que se ha hablado mucho de paz y de memoria precisamente porque son dos cosas que faltan por todos lados. Despidiéndolo mientras se difunden por todo el mundo las imágenes de la devastación, voy a tratar de ser pacífico y memorioso (y lo más breve y menos aburrido que pueda).

En 1947, las penínsulas de India y de Palestina fueron divididas en dos estados cada una. Uno hindú y otro musulmán, en India; uno judío y otro musulmán, en Palestina. La idea era la de siempre: para controlar y disminuir las inevitables tensiones que se generan en toda sociedad pluricultural y plurireligiosa, y para garantizar la paz y la seguridad de todos, lo mejor es dividir a los seres humanos en naciones definidas por sus orígenes étnicos, religiosos y culturales. Era una idea que venía de 1648, de la Paz de Westfalia, seguramente muy adecuada para el siglo XVII pero que acababa de producir notables efectos en la Europa de la primera mitad del siglo XX.

Precisamente en Europa, en 1947, pasaron otras cosas: Winston Churchill lanzó el Movimiento por una Europa Unida, se anunció la creación de un "utópico" programa de ayuda internacional que prontó tomó el nombre de Plan Marshall y el Movimiento Federalista Europeo tuvo su primer gran congreso en Montreaux. Para 1948 la Organización Europea de la Cooperación Económica era un hecho y para 1951 nacía la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (Alemania, Francia, Italia, Benelux), antecedente de la Comunidad Económica y de la Unión Europea.
La creación de la CECA, estaba destinada a dividir el siglo XX europeo exactamente en dos mitades iguales por la dimensión y opuestas por el contenido: la primera, regida por los mismos principios aplicados ciegamente en India y Palestina en 1947, se caracterizó por la miseria, las guerras y el genocidio; la segunda, regida por el principio opuesto -la idea de que la unidad política moderna implica inevitablemente el carácter plurireligioso, pluricultural y pluriétnico de la organización estatal- llevó al continente europeo de ser el peor del mundo para vivir en él en la primera mitad del siglo a ser probablemente el mejor en la segunda mitad.
Ahora bien, despojémonos por un momento de nuestras pertenencias y de nuestras muy comprensibles simpatías por judíos, palestinos, hindúes o paquistaníes, y veamos con la mayor objetividad posible los efectos de dos maneras opuestas de organizar el mundo: seis décadas de inéditas paz y prosperidad en Europa e interminables conflictos en las penínsulas india y palestina, que se han convertido desde hace años en los principales focos de tensión internacional y son las mayores candidatos a ser escenario de las primeras guerras de la historia en que ambos contendientes dispongan de armas atómicas...

Cierro: a menos que creamos que los hombres de una particular cultura y religión son intrínsecamente perversos (y la historia de Alemania nos dice algo sobre cuán rápidamente puede cambiar la "esencia inalterabla del alma nacional" cuando mudan las circunstancias institucionales e históricas), y si mirado en una perspectiva de largo plazo, lo que está pasando hoy en Gaza guarda fundamentales lecciones para la organización política del orden mundial, al que -considerando la explosión de la crsiis financiera, del recalentamiento climático y de la proliferación nuclear- no le vendrían nada mal las enseñanzas brindadas por la Europa del siglo XX, tanto en su primera y desgraciada primera mitad como en su feliz segunda parte.

Perdón por la perorata, pero es triste ver lo rápido que olvidamos lo evidente en medio de nuestra atávica tendencia tribal a ver la vida como si se tratara de un permanente Ríver-Boca....

En fin, que les copio abajo el link para mi canción favorita de fin de año (Tonight we'll fly), espero que vuelen bien ;o), les mando mis mejores augurios para el 2009, les(nos) deseo que tengamos un año no muy malo ni para el país ni para el mundo, les agradezco su comprensión para conmigo en este año tan tensionante y difícil que he tenido y espero también que sigan formando parte de mi vida de la mejor manera que puedan.
UN GRAN ABRAZO A TODOS

viernes, 26 de diciembre de 2008


CORRERSE A LA DERECHA

Publicado en el Diario "CRITICA" 26 de diciembre de 2008

Buena parte de los miembros de mi familia, antiguos militantes del Partido Comunista Argentino, se han transformado en kirchneristas. Kirchneristas furiosos, quiero decir, de esos que creen que está en marcha un gran proyecto de transformación nacional -lo que es cierto- y piensan que esa transformación lleva a la Argentina, de alguna manera, a ser un país más solidario, igualitario y desarrollado –lo que no lo es-.
No es que tenga particular estima por el olfato político de mi familia, ni del PCA, ni de sus ex militantes, especialmente después del apoyo oficial brindado por el PC al camarada Videla en ocasión de ser éste acosado por sectores fascistas (sic). Y sin embargo, debo confesar que este pasaje casi unánime del stalinismo al kirchnerismo me ha tenido sin dormir algunos días. Esto, hasta que un día tomé lápiz y papel, puse por escrito los fundamentos políticos que sostuvieron la más terrible pesadilla de la historia de la humanidad justificada en ideales admirables, y grité ¡Eureka!
He aquí lo que escribí:

PRINCIPIOS DE LA PRÁCTICA POLÍTICA ESTALINISTA
Liderazgo carismático / Populismo demagógico / Culto a la personalidad / Partido único / Estatizaciones masivas / Nacionalismo paranoico / Alianzas oportunistas (un año con Hitler, el siguiente con Churchill) / Industrialización forzada basada en la exacción de las actividades agropecuarias / Descalificación de los adversarios políticos y persecución de la prensa independiente / Uso de los órganos parlamentarios (soviets) en el modo de la unanimidad / Craso positivismo disfrazado de hegelianismo

Hecha la lista, la conclusión es descontada: lo que explica la fascinación de buena parte de mi familia y de la izquierda argentina por los Kirchner es que el kirchnerismo es una encarnación débil del estalinismo, con su tradicional carga de populismo, nacionalismo e industrialismo. De allí su confusión entre socialización y estatización y entre propiedad estatal y propiedad de los miembros del bureau político, su pérdida de los límites entre estado y gobierno y entre gobierno y partido, su concentración de poder en una sola cabeza -por llamarla de alguna manera- su deseo totalitario de unanimidad y sus periódicas purgas internas, su idea delirante de que se combate la pobreza combatiendo la generación de riqueza y su delirio industrialista-nacionalista en pleno desarrollo de la sociedad global del conocimiento y la información. De allí el desprecio por la oposición, por la independencia de la prensa y por los mecanismos republicanos, descalificados otra vez como formales. De allí también, de la idea del “socialismo en un solo país” y de la concepción de la economía industrial como única economía “real”, la sorpresa inmensa por la existencia del mundo y por la consecuencias de la economía “irreal” en la realidad económica. De allí los privilegios de la Nomenklatura, la dacha en Calafate, la cooptación de una casta de intelectuales orgánicos amigos del régimen y la edificación de una leyenda en torno al líder que tiene el modesto inconveniente de contradecir su biografía. De allí también, finalmente, la extraordinariamente simétrica descalificación del estalinismo a la socialdemocracia y del kirchnerismo a la oposición progresista: se vendieron al sistema, se hicieron capitalistas, son aliados de nuestros enemigos, les paga la Embajada. Se corrieron, en suma, a la derecha, ilusión espacial sólo comprensible si se piensa que el estalinismo es la izquierda.
Visto desde el estalinismo, fuerte o débil, cualquier posición racional, progresista y socialdemócrata es parte de la traición revisionista y de la nueva derecha. Por eso tampoco es causal la súbita empatía entre los K y el régimen autoritario, antidemocrático, militarista y nacionalista del gran heredero del maridaje entre la KGB y la Nomenklatura, el nuevo zar de Rusia, Vladimir Putin. Que el acuerdo entre dos de los regímenes más corruptos del mundo, desarrollados al interno de gobiernos nacionales que hicieron su fortuna durante la furia neoliberal de los noventa, y generadores de las formas más avanzadas del capitalismo de amigos se haya concretado en el terreno de la petropolítica es igualmente significativo. Y que haya tenido lugar en medio del más escandaloso intento de hacer de Argentina un paraíso para el lavado de dinero sucio y en momentos de gran expansión de la mafia rusa es cualquier cosa menos casualidad. Pero eso ya es otra historia.

viernes, 12 de diciembre de 2008


DISCURSO EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS
LEY DE BLANQUEO DE CAPITALES Y MORATORIA

10 de diciembre de 2008

Sra. Presidenta (Vaca Narvaja).- Tiene la palabra el señor diputado por la Capital.

Sr. Iglesias.- Señora presidenta: me sorprenden hoy muchas cosas, sobre todo la admiración del bloque oficialista por un inglés, un aristócrata y un especulador en la bolsa de valores, que se llamaba Keynes.¿Cuál fue la formidable contribución de Keynes a la economía mundial? Keynes estableció que en fases recesivas había que aplicar medidas expansivas. Esto es, simplemente, lo que propuso Keynes.¿Qué hizo Kirchner, que se parece a Keynes sólo en la ka con que empieza su apellido? Kirchner aplicó medidas expansivas en la fase expansiva: otorgó subsidios al consumo y a las empresas y mantuvo un dólar artificialmente alto, lo que llevó a una alta tasa de inflación que hizo que la Argentina fuera el único país en el mundo con el récord de haber crecido dos años seguidos a más del 8 por ciento, pero con un aumento simultáneo de la pobreza y la indigencia, que están llegando hoy en el país a los mismos niveles de 2001. Mientras tanto, Kirchner acusaba de querer enfriar la economía a quienes proponían la creación de un fondo anticíclico para los momentos difíciles. Después de esta hazaña procíclica de aplicar recetas expansivas en fase expansiva, ahora Kirchenr aplica medidas fiscalistas de contracción en una fase recesiva, que sería justamente lo contrario de lo que haría Keynes, quien se debe revolcar en la tumba cada vez que los kirchneristas mencionan su nombre. La suba de retenciones, la resolución 125, la confiscación a los jubilados y esta moratoria no son la inyección de fondos fiscales en la economía que recomendaba Keynes, sino todo lo contrario: son una transferencia de recursos del sector privado al sector público, y una transferencia cuyo fin es pagar deuda.Hasta en esto ha sido procíclico el kirchnerismo: durante los tres años de crecimiento hubo período de gracia y no se pagó nada de deuda; ahora, en plena fase receisva, hay que pagar 20 mil millones de dólares por año.

Señora presidenta: En verdad, han hecho todo al revés. Por eso ahora pasan de la teoría del desacople y del vivir con lo nuestro a echarle la culpa de todo a la crisis financiera internacional, cuando todo el mundo sabe que los problemas de la economía argentina empiezan por casa.El segundo punto que quiero tocar está vinculado con la emergencia de la seguridad y las drogas en el país. La Argentina ha pasado de ser país de tránsito a país productor. Miles de adolescentes son adictos al paco y son usados como mano de obra barata por las mafias delictivas. Los traficantes de efedrina han financiando la campaña electoral de este gobierno. En el Gran Buenos Aires tenemos ya desembarco de los carteles colombianos y mexicanos. Nuestro sistema policial y jurídico es ya un colador y lo que hace esta ley es agrandar los agujeros del colador. La oposición no quiere que la Argentina se transforme en una nueva Colombia y tampoco que nos pase lo que hoy le está ocurriendo a México. No queremos salir del infierno y del purgatorio para transformarnos en un paraíso, pero en un paraíso fiscal. No queremos vender a la Argentina por un narcodólar.

Señora presidenta, El artículo 32 de la ley dice que los sujetos que efectúen la exteriorización no estarán obligados a informar a la Administración Federal de Ingresos Públicos. Me pregunto si cierto gobernador de cierta provincia, que se llevó los fondos de su provincia a Suiza en un momento de dificultad, no se va a presentar mañana diciendo que esos fondos le pertenecen, que no son propiedad de la provincia de Santa Cruz sino propiedad de la familia Kirchner sin dar ninguna explicación, porque eso es lo que habilita la ley. Eso es lo que dice el artículo 32. Y cuando me dicen que la exención de declaraciones y de sanciones penales es solamente a fines tributarios, yo me permito recordar que Al Capone fue a la cárcel por delitos tributarios. Y me permito recordar que la causa Skanska empezó también por delitos tributarios. Y me permito recordar que miles de causas van a ser cerradas si se sanciona esta ley. Para el diputado peropeinante que decía que esto no era una amnistía tengo aquí la definición de amnistía de la Real C Española. La Real Academia dice que amnistía es el "olvido legal de delito que extingue la responsabilidad de sus autores". Esta es pues una ley de amnistía, y mucho peor, es una ley de autoamnistía.El tercer punto que quiero abordar es el de la legalidad y el Estado de derecho. Estoy hablando de un país donde se venden bebés en los hospitales, donde todos los días tenemos un asesinato sin sentido, donde hay un sistema de corrupción generalizada y no solamente en la función pública. ¿Qué dice ante esta situación el Estado nacional? Dice, en el artículo 3º: "El acogimiento al presente régimen producirá la suspensión de las acciones penales en curso y la interrupción de la prescripción penal, cualquiera sea la etapa del proceso en que se encuentre la causa…,. La cancelación total de la deuda en las condiciones previstas en el presente régimen … producirá la extinción de la acción penal..."Esto es lo que dice el Estado. El Estado dice que el que paga no va a la cárcel y dice que se lo financia en cómodas cuotas a diez años. El Estado dice que a la cárcel van los ladrones de gallinas y que afuera de la cárcel quedan los grandes evasores. ¿De qué vigencia de la ley estamos hablando? ¿Qué Estado de derecho vamos a inculcar en una ciudadanía cuando el Estado dice estas atrocidades? Esta ley además es anticonstitucional, y lo es porque es retroactiva, ya que se aplica a delitos cometidos anteriormente y para los cuales ya existe legislación e incluso sentencias en primera instancia. Además, es anticonstitucional porque viola leyes anteriores y porque viola la división de poderes: disposiciones y procesos legítimos llevadas adelante por el Poder Judicial van a ser interrumpidas por una disposición propuesta por el Poder Ejecutivo y sancionada desde el Poder Legislativo. Por eso, avisamos a todos los que se acojan a esta norma que desde la oposición y sobre todo desde la Coalición Cívica vamos a presentar todos los recursos necesarios para demostrar la inconstitucionalidad de la norma y cuando seamos gobierno –porque alguna vez será gobierno la oposición‑ vamos a pedir a los evasores y a los narcotraficantes las explicaciones que este gobierno no les quiere pedir.

Señora presidenta: Cada vez que criticamos al gobierno nos dicen gorilas y antipopulares. Yo me pregunto ¿dónde está la justicia social, cuando los trabajadores argentinos pagan sus impuestos antes de cobrar el salario y los narcotraficantes pueden pagar un 1 por ciento para comprar propiedades en el país?¿Dónde está la justicia social cuando los desocupados y los jubilados pagan 21 por ciento de IVA por la leche y por el pan y los testaferros de los políticos corruptos van a pagar el 3 por ciento si invierten en bonos del Estado? ¿Es esta la redistribución de la riqueza de la que habla el gobierno? Señora presidenta: ¿Dónde está el país productivo? Los productores agropecuarios hoy pagan un 35 por ciento por exportar soja y después pagan ganancias y todos los demás impuestos. Los evasores van a pagar, si se sanciona esta ley vergonzosa, un 8 por ciento, sin tener siquiera que repatriar sus capitales.¿Dónde está la nueva cultura tributaria, señora presidenta? ¿Dónde están los principios que no se iban a dejar en la puerta de la Casa de Gobierno y el traje a rayas para los evasores? ¿Quiénes son los gorilas? ¿Quiénes destruyen el país productivo, señora presidenta ¿quiénes destruyen la justicia social? Señora presidenta: Esta ley es una pésima ley porque es procíclica. Y es una pésima ley porque será inefectiva. La mejor prueba de que ni siquiera el gobierno tiene expectativas en su efectividad es que no hay una sola estimación de cuánto dinero se piensa que va a ingresar por ella. Esta ley es además un enorme paso atrás en la lucha contra el narcotráfico, contra el terrorismo y contra la trata de personas; es un atentado a la legalidad y al Estado de derecho y destruye la cultura tributaria y la justicia social.Por estas razones, vamos a votar en contra del proyecto en consideración e invitamos a todos a que lo hagan junto con nosotros. (Aplausos.)

miércoles, 10 de diciembre de 2008


DE REPENTE, EL MUNDO

Publicado en el Diario "PERFIL" el 7 de diciembre de 2008


El lenguaje no engaña nunca. Los Kirchner, cada vez menos. Cuando Cristina Fernández afirmó “En estas cosas estábamos cuando de repente apareció el mundo y nos complicó la vida a los argentinos” puso en evidencia los supuestos en que se basa la extraña concepción del universo del kirchnerismo nac&pop, según la cual la Argentina y el mundo son cosas distintas y netamente separadas, con la Argentina fuera del mundo y yéndole notoriamente bien hasta que la inesperada aparición del mundo “nos complicó” (SIC). ¿De dónde se creía la Presidenta que provenía el extraordinario crecimiento K sino de las incomparables ventajas que nos ofreció el mundo por cinco años, y que hicieron que los países emergentes crecieran a una media global superior al 6%? ¿De dónde creía que salían las divisas con las que Asia nos compraban alimentos y hacía levitar el precio de las commodities sino de las ventas de manufacturas asiáticas a los Estados Unidos? ¿Y de dónde las compras masivas de los Estados Unidos y el 4,5% de crecimiento mundial de los últimos años sino de la burbuja financiera que acaba de estallar?
Curioso es que lo que sucede en un mundo que Argentina no integra afecte tan negativamente a la Argentina; tanto, como que la economía “real” sufra tanto por cosas que suceden en la economía “irreal”. Y dado que nada de lo que sucede en la sociedad global de la información y el conocimiento puede explicarse con las categorías del nacionalismo industrialista que aman los K, mejor es proceder como los brujos tribales y adjudicarle las culpas a una fuerza maléfica y, sobre todo, externa. No vaya a ser que “las cosas que nos pasaron a los argentinos” nos pasen de nuevo y los argentinos tengamos que sacar la conclusión –Dios no lo permita- de que algún tipo de responsabilidad tenemos en las catástrofes que periódicamente asolan el país. Ningún viento es favorable al navegante que no sabe a dónde ir. Por eso los Kirchner proceden a la navegación según el manual de los marineros chambones. Cuando el viento soplaba de cola reclamaban la admiración general por sus inusitadas habilidades oceánicas. Ahora que cambió y sopla de frente, como suelen hacer los vientos, es tiempo de culpar a la demoníaca globalización. Disimular los efectos benéficos de la globalización y acordarse de que la economía argentina es parte de una economía mundial progresivamente integrada sólo cuando el país se desmorona, principalmente, por sus propias desidias y errores, no sólo ha desvirtuado el análisis de las causas reales de la recuperación sino que hace que la idea de vivir con lo nuestro, paradigma sexual de la adolescencia, se transforme en un paradigma sin posibilidad de ser desmentido: cuando las cosas van bien el neodesarrollismo nac&pop lo atribuye a sus brillantes recetas; cuando van mal, la culpa la tiene el mundo, que reaparece cuando estábamos tan tranquilos. Intenta aprovechar así una creencia generalizada según la cual todo lo bueno que nos sucede a los argentinos proviene de nosotros mismos y todo lo malo viene de afuera; idea que acaso sea conveniente revisar después de un siglo de fracasos continuados prolongados ahora por la hazaña de rifar la más formidable oportunidad que el contexto internacional nos ha ofrecido de hacer de este-país, un país.

jueves, 4 de diciembre de 2008

YO LES AVISÉ
(segunda entrega, versión nacional y popular)


Hace un par de meses inauguré la sección YO LES AVISÉ de mi blog con citas extraídas de mis libros que anticipaban el advenimiento de una crisis económica global de magnitud similar a la de 1930. Ahora les ofrezco la segunda entrega de YO LES AVISÉ en su versión nac&pop, extraída de “Kirchner y yo”, mi último libro, con algunas profecías que sonaban excéntricas en 2007 pero que anticiparon bastante bien lo que le iba a pasar a este gobierno no bien se acabase el viento de cola.
Desde luego, la maravillosa frase de Cristina Kirchner (“Estábamos dedicados a crecer cuando apareció el mundo y nos complicó”) tuvo mucho que ver con mi decisión de revisar mis archivos. La lengua no engaña. La frase de Cristina, tampoco. Según enuncia nuestra instruida Presidenta, Argentina estaba fuera del mundo, acaso constituyendo un planeta autónomo, cuando el mundo “apareció y nos complicó”. Digo yo: ¿de dónde se creía CFK que provenía el extraordinario crecimiento de la economía K sino de las ventajas incomparables que por cinco años nos ofreció el mundo? ¿De dónde creía que salían las divisas con las que China nos compraba la soja sino de las ventas de manufacturas chinas a los Estados Unidos? ¿Y de dónde las compras masivas de los Estados Unidos a China (40% del export) y el 5% de crecimiento mundial de los últimos años sino de la burbuja de origen estadounidense que acaba de estallar?
En fin, pasemos al mal hábito de autocitarnos, que al menos tiene la ventaja de causar menos trabajo y mantener baja la presión arterial….


De “Kirchner y yo- por que no soy kirchnerista” (Sudamericana, 2007)


(sobre los términos de intercambio y el origen de los crecimientos chinos de la Argentina) “… tomando las modificaciones en los términos de intercambio que afectan al balance comercial y fijando los valores del año 1993 como término de referencia, el país llegó a perder casi 1.000 millones de dólares en 1999 sólo por las modificaciones en los precios, recuperó los valores anteriores entre 1999 y 2002, y a partir de allí comenzó una increíble carrera ascendente… que lo llevó a ganar, por la misma cantidad de mercadería exportada, más de 9.000 millones de dólares sólo en 2006, esto es: bastante más que el tan cacareado superávit fiscal, que prácticamente desaparecería si el país vendiera a los precios de 1999. He aquí, en el siempre demonizado mercado global, el secreto de la mágica simultaneidad del aumento continuado del gasto público y del superávit fiscal…Desde luego, todos estos beneficios traídos por la globalización son ignorados por quienes prefieren creer que los procesos globales ocultan el demonio imperialista y por los que prefieren creer a pie juntillas en los milagros de la economía K, dos grupos que en realidad son uno solo.”
“Paradójico es el hecho de que el gobierno de Kirchner, un individuo mundofóbico y globalifóbico, haya sido salvado de la ruina económica por la globalización, en particular: por el alza global del precio de las commodities que Argentina exporta, causada a su vez por la entrada al mercado global de millones chinos e indios y por la baja de las tasas de interés derivadas de la mejora del ciclo económico global; fenómenos que si hubieran ocurrido en 1999 probablemente estaríamos ahora alabando las capacidades decisionales de De la Rúa...”


(sobre la propuesta económica del kirchnerismo para su segundo mandato)


“…seguir con la Convertibilidad 3 a 1, rezar porque los precios de las materias primas no bajen ni suban las tasas de interés, seguirse asombrando de que la pobreza y la indigencia sean tan resistentes y esperar confiados en que la buena suerte y el viento de cola sigan empujando in aeternum el penoso carrito de la montaña rusa de la República ItalparK que transporta a los ciudadanos argentinos”.


(sobre la globalización)


“A Kirchner le molesta el mundo. Lo incomoda. Le desagrada su existencia. Preferiría que la Argentina no fuera una nación sino un planeta autónomo. Mejor aún: el sol de un sistema planetario propio alrededor del cual estuvieran obligados a rotar, sobre todo, el Uruguay de Tabaré Vázquez, el Brasil de Lula y el Chile de Lagos y Bachelet… Ningún viento es favorable al navegante que no sabe a dónde ir. Acaso por eso Kirchner procede a la navegación según el manual de los marineros chambones. Si el viento sopla de cola reclama la admiración general por sus inusitadas habilidades oceánicas. Cuando cambie y sople de frente, como suelen hacer los vientos, ya será tiempo de culpar a la demoníaca globalización. Para sus entusiastas admiradores, será ese también el tiempo de decir nuevamente que los políticos argentinos son todos chantas y delincuentes, y de disculparse sosteniendo que a Kirchner lo votaron con la mejor intención.”
“Disimular los efectos benéficos de la globalización y acordarse de que la economía argentina es parte de una economía mundial progresivamente integrada sólo cuando las tendencias nos desagradan o el país se desmorona desvirtúa el análisis de las causas reales de la recuperación y garantiza que, al próximo cambio de tendencias, estaremos cantando irracionales loas al proteccionismo y anatemas contra la globalización depredadora. Razonando así, la necesidad de aislamiento y protección se transforma en un paradigma sin posibilidad de ser desmentido y destinado a obtener una nueva pseudo-comprobación como sea que vayan las cosas, ya que si van bien se lo atribuiremos al exitoso proteccionismo neodesarrollista y si van mal diremos que es la espantosa globalización, que irrumpe con sus devastadoras exigencias en un escenario nacional de otra manera idílico” (tal cual acaba de afirmar CFK).

(sobre las consecuencias políticas pasadas y futuras del previsible estallido de la burbuja K)


“En tanto, los muchos peronistas que viajan colgados del pasamanos del tren kirchnerista reivindican -con un fervor no indiferente a sus afanes de participar de la cosa pública- el carácter peronista de este Presidente y su gobierno. Este estado de cosas, con el pejotismo en el rol de pretendiente amoroso y Kirchner en el de despectivo cortejado, seguirá si no me equivoco hasta que las cosas se den vuelta y a Kirchner le pase lo que le pasó a Menem, que era indiscutiblemente peronista mientras le fue bien y se tornó decididamente neoliberal después de que se cayó el Sudeste Asiático y el viento de cola empezó a soplar al revés. Cuando su estrella política decline y Kirchner intente refugiarse en el 30 por ciento de adhesión automática que aún está en grado de ofrecer el Pejota, se verá obligado a cantar la marchita y a nombrar en los discursos al General, en tanto que un Pejota otra vez renacido de sus cenizas de Gato Félix propietario de siete vidas declarará ante la sociedad que Kirchner nunca fue peronista, que en realidad era montonero, y que los verdaderos peronistas del futuro son Sobisch, o Macri, o Lavagna, o Romero, o quién sabe qué nuevo engendro construido en los laboratorios del Doktor Mengele bonaerense que trabaja para el Pejota en su tallercito-laboratorio del conurbano bonaerense”.
“El kichnerismo es un viaje de ida. Un viaje de ida en bicicleta sometido a la primera ley de conducción de bicicletas: perder velocidad (léase: caer por debajo del 8 por ciento de crecimiento anual) es correr un alto riesgo de venirse abajo… El Presidente ha mostrado saber acumular poder con una torta creciente y un reparto de sus porciones cuyos criterios no son económicos y a largo plazo sino políticos y a corto plazo, en otros términos: criterios basados en el amiguismo genuino, las complicidades espurias y las cajitas felices generadoras de consenso. La pregunta del millón es: ¿podrá Kirchner seguir controlando su alianza del agua bendita peronista y el aceite de pingüino santacruceño cuando la torta se achique y haya que barajar y dar de nuevo en un contexto de expectativas decrecientes?
El kichnerismo es un viaje de ida también en el sentido de que el problema no es sacar a Kirchner del poder, del que probablemente se caerá solo ya que las hegemonías instaladas por los bicicleteros pedalistas suelen desmoronarse tan imprevistamente como se construyeron. Esto, por dos razones: la disputa por el botín y el zafarrancho creado por su incapacidad para reconocer límites a su manejo diletante de la economía, disfrazada hasta el momento del desastre bajo el tupido manto de la omnipotencia del poder.”


¿Golpismo? Ninguno. Oposición. Para demostrarlo, aquí va la frase final del libro, con una reflexión sobre los beneficios del éxito K para la verdadera oposición que me parece completamente vigente a pesar del cambio de algunos actores.


“Por todo esto espero también que si Kirchner gana su reelección, o triunfa la pingüina, les vaya muy pero muy bien. Al revés de ciertos lenguaraces finos que se dicen reeleccionistas perversos porque desean que en su segundo mandato el Presidente pague en persona su política de pan para hoy y hambre para mañana, yo espero que a Kirchner le vaya bien porque es la única manera de que sea el último de la larga cadena de mutaciones genéticas del peronismo y de salvadores-de-la-Patria nacionales. Si el país estallara nuevamente, si el ciclo del kirchnerismo demostrase ser una nueva versión del eterno-retorno de períodos de acumulación-crisis-estallido, Kirchner perdería el poder pero lo reemplazaría un nuevo Kirchner. Otro mutante. Probablemente, un peronista conservador que sostenga que Néstor no era peronista sino montonero, y se proponga como el verdadero continuador de la saga de Perón. En cambio, si Kirchner es exitoso, todo lo exitoso que puede ser un Kirchner, no solo el país se evitará grandes sufrimientos sino que acaso podrá verlo como lo que es: un presidente acaso no tan desastroso en la emergencia que le tocó administrar pero sin dos-ideas-dos para la Argentina del futuro, y lo que es peor, al frente de un Gobierno agotado por la rutina de la mediocridad y la obsesión por la acumulación de poder”.

Cierro con el final de mi respuesta a los intelectuales de Carta Abierta, que no habla de lo que ha ya sucedido sino de lo que puede pasar.


“Mi disidencia con el Consenso de Gandhi (Carta Abierta) no es tampoco cuestión de valores y principios, sino más bien de método. Sus miembros no actúan con una actitud racional y científica, lo que supone la mejora o el abandono de las propias hipótesis según los resultados obtenidos por su aplicación a la realidad, sino como una secta religiosa que ya lo ha comprendido todo, de una vez y para siempre, y que cree que el conflicto central del universo es alguna variante terrenal de la batalla entre el bien y el mal. Por eso, cualquier cosa suceda con el futuro argentino, los firmantes del Consenso de Gandhi saldrán reafirmados en sus creencias mitológicas. En el improbable caso de que el contexto global siga permitiendo que las políticas kirchneristas tengan éxito sin necesidad de rectificaciones sacarán la conclusión de que estaban en lo cierto. Pero si fracasan, no dirán ‘Nos equivocamos’, sino ‘Nos ha tumbado la conspiración financiero-oligárquica-capitalista-neoliberal’. Diez minutos más tarde brindarán una sesuda conferencia acerca de la Historia como maestra de vida y se pronunciarán públicamente acerca de la importancia de preservar la memoria como condición primera de la construcción del futuro. Así nos ha ido y así nos va”.


LA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA DEL ESTALINISMO DÉBIL

Publicado en Diario "Crítica" 2 de diciembre de 2008

La suma de los anuncios y medidas del Gobierno en estos últimos meses es impresionante. Sanción de un presupuesto trucho, renovación de los superpoderes, renovación de la ley de emergencia económica (emergencia que no existe, pero que la hay, la hay), renovación de la ley de impuesto al cheque, confiscación –la más grande de la historia del país- de ahorros jubilatorios, inicio del proceso de expropiación de la deuda de Aerolíneas Argentinas (léase: del grupo Marsans), en fin: amigable blanqueo y repatriación de capitales para los patrióticos miembros del capitalismo de amigos. Y siguen las firmas….
Los Kirchner ya no vienen por todo. Vienen por lo que queda. Y tienen razón cuando dicen que se trata de dos modelos opuestos de país. Está el modelo kirchnerista, que concentra el poder político y los recursos económicos para redistribuir la riqueza; un milagro más milagro que la reproducción de los panes y los peces y que nadie ha visto jamás en el mundo. Su resultado previsible es que hoy, después de cinco años de crecimiento a cifras chinas, un argentino de cada tres está por debajo de la línea de pobreza, la brecha social es la misma del 2001 y la única redistribución de la riqueza ha ido a parar, previsiblemente, a la caja K, es decir: al mismo lugar en el que se concentró, a toda costa, el poder político.
Y hay otro modelo de país, el de quienes no creen en el realismo mágico del modelo kirchnerista. Es un modelo de país basado en la descentralización del poder político y de los recursos económicos para redistribuir la riqueza de verdad, tanto social como federalmente, tanto entre los argentinos pobres e indigentes como entre los gobernadores e intendentes que han elegido los pobres argentinos. Hay un modelo de país que cree en gobernadores que sean gobernadores y no vasallos y en un Parlamento que sea un parlamento y no una escribanía nuevamente vaciada por el poder del monarKa. Después de todo, es en los momentos de dificultad donde se demuestra si se cree o no en la solidaridad y en el federalismo; solidaridad y federalismo que no quieren decir que inundamos con retratos del Chacho Peñaloza y del Padre Mujica los despachos estatales sino que redistribuimos entre todos los legítimos representantes de los ciudadanos los poderes de decisión y los recursos económicos que los hacen posibles.
Después de todo, la historia de los errores que la Izquierda ha cometido en el último siglo debería enseñarnos un par de cosas a quienes queremos seguir siendo, de verdad, de izquierda. La primera es que no es lo mismo acabar con la riqueza que acabar con la probreza. La segunda es que quienes concentraron el poder político con la excusa de redistribuir la riqueza terminaron invariablemente concentrando la riqueza y perdiendo el poder político. De todo esto, el estalinismo débil en su versión kirchnerista, siempre listo a implantar la hegemonía del partido único, siempre dispuesto a invocar la defensa del país de la revolución K triunfante para justificar sus latrocinios, siempre entusiasta promotor de la confusión entre estatismo e izquierda, siempre con el nacionalismo inflamado en la boca y la billetera afilada en los bolsillos parece que no ha sentido jamás siquiera hablar.