Artículo en respuesta a la nota de José Pablo Feinmann "Hoy, Mauricio es Posse", publicada el 13 de diciembre de 2009 en Página 12.¿De qué habla José Pablo Feinmann? Mientras el carácter decadente, corrupto, reaccionario, autoritario y elitista del proyecto político que apoyó y aún apoya se exhibe impúdicamente ante los ojos de quien quiera verlo, mientras Cristina Kirchner suscita menos adhesión que De la Rúa en diciembre de 2001, ¿de qué nos habla el simpático explicador de la dialéctica hegeliana del Canal Encuentro, el Rómulo Berruti progre de la televisión pública?
José Pablo Feinmann nos habla del “tsunami Posse”… ¿Habrán llegado pues, finalmente, el asesinato serial de negros y villeros, las topadoras arrasando villas, los muros de Berlín a las puertas de Buenos Aires, la exclusión de los no-porteños de la atención en las escuelas y hospitales de Buenos Aires que el buen José Pablo pronosticó en plena campaña electoral, apoyando la candidatura de Filmus, apenas el heredero de Videla, es decir: Macri, se hubiera apoderado del Gobierno de la ciudad autónoma? ¿O acaso la verdad es que la inexistente gestión de Macri no se diferencia demasiado de la inexistente gestión que el progresismo trucho de Ibarra nos regaló hasta que el desastre de Cromagnon la desnudó definitivamente? Porque si fuera así, si la influencia de las acciones del Gobierno de la Ciudad sobre la situación real y concreta de la mayoría de los habitantes de la ciudad no fuera demasiado diferente en uno y otro caso, habría que concluir que la realidad mafioso-corporativa que predomina en la Argentina es impermeable al discurso progre alla Ibarra o dinámico-gestionador alla Macri bajo la cual intenta encubrirse con la voz de los Posse y los Feinmann. Y hasta se podría preveer que la gestión educativa de uno con discurso autoritario-reaccionario como Posse no será al final tan diferente de la que llevó adelante otro con un discurso pseudoprogre, verbigracia: al apoyado (por Feinmann) Filmus, responsable del desastre educativo argentino desde los tiempos de su asesoría a la menemista Decibe hasta su propia des-gestión de la educación porteña.





