Ana Karenina y la transversalidad
La novela Ana Karenina, de Tolstoi, comienza sosteniendo que las familias felices son todas iguales, pero las familias infelices lo son cada una a su manera. En su magnífico Armas, gérmenes y acero, el biólogo-antropólogo Jared Diamond usa esta idea para ensayar una de las pocas explicaciones de las diferentes velocidades de evolución de los pueblos que no cae ni en el relativismo ni en la tesis de la superioridad racial. A mí tampoco se me ocurre nada mejor para explicar los porqués del fracaso de algunas sociedades...
¿Qué tiene que ver Ana Karenina con Cristina Kirchner, eh? Entérese leyendo mi artículo en La Voz del Interior. haga click AQUÍ.
2 comentarios:
El tema político argentino pasa por saber como los nuevos liderazgos democráticos, con una visión moderna y progresista del país y del mundo, logran terminar con las mafias sindicales que Perón supo poner en una posición privilegiada para su mantención del poder, pero improductiva desde el punto de vista del funcionamiento institucional y democrático. La libre asociación a los sindicatos, ¿es un proyecto utópico fernando?
No. No lo creo. En realidad ya es libre legalmente, pero en la práctica no. Supongo que el mundo sindical tiene que darse el mismo trabajo que el resto de la corporativa sociedad argentina, y que la CTA, con todas sus locuras, es un primer paso en esa dirección. Que le reconozcan su estatuto legal es parte de una batalla política más general.
fernando
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